La funcionaria comentó que en la oportunidad también se reunió con el gabinete de la institución, junto a la licenciada Alicia Cabral, para hablar de los métodos de calificación. "A partir de allí se dieron algunos lineamientos que vamos a cambiar en el funcionamiento del servicio penitenciario para que el personal no esté tan recargado, que es uno de los inconvenientes que se presentan en la institución", resaltó y agregó que "el Servicio Penitenciario está funcionando bien, no hay mayores problemas, se producen algunos cambios drásticos y no a todos les gusta". En conferencia de prensa fue consultada por los medios presentes sobre el reclamo que efectuó un interno de apellido Peralta a través de una radio local. Nader detalló que esta persona está penada hace varios años por un homicidio agravado cometido en la ciudad de Chilecito, contra el reconocido periodista Fadanelli. Explicó que fue un homicidio cometido con alevosía, se encontró el cuerpo prácticamente desmembrado, donde los animales se habían comido parte del mismo. "En una de mis visitas al pabellón del Servicio Penitenciario, este interno (Peralta) habló conmigo y se mostró molesto porque di la orden de retirar cables y elementos contundentes que puedan servir para que los internos se hagan daño ellos mismos o lastimen a otros", acotó. Luego continuó diciendo que "este hombre tenía un calentador que cuenta con una resistencia, elemento que incluso puede dañar a los guardias o a otro preso, además los cables pueden emplearse para que se ahorquen ellos mismos o a otra persona". Nader remarcó que "yo tengo que velar por la integridad de los internos y del personal del servicio, quizás el costo de estas medidas sea que me convierta en `poco popular`, pero no podemos dejar que hagan o se hagan daño. Yo creo que con la seguridad no hay que hacer política, porque estamos hablando de las personas". "Yo no quiero quitarles los televisores, pero quiero que esto sea algo lógico, aquí no hay celdas VIP, ni las queremos tener", añadió. En este sentido, puntualizó que "las cárceles no son de castigo sino de rehabilitación, pero también hay una realidad y es que una gran parte de los que están privados de la libertad está buscando la oportunidad para salirse del penal o para hacer algo indebido". Por otra parte, consideró que el tema se había mediatizado porque los hechos buenos no tienen tanta atención y aclaró que "yo no digo que esté bien que se hayan escapado los presos y no está mal que se difunda porque es una noticia, pero porqué darle tanta trascendencia como atender el llamado de un preso, que significa el tiempo de la prensa y el mío, para contestarle a un preso que tiene tanta libertad como para agarrar el teléfono del penal y llamar a la radio para decir cualquier cosa de mi persona". En relación a este hecho, la secretaria de Gobierno manifestó que "(el interno) no va a recibir ningún castigo de mi parte. Yo no dirijo la cárcel, pero lo que sí hago -y que lo debería haber hecho la directora del Servicio Penitenciario-, es ir y fijarse las condiciones y los elementos que tienen los internos, pero a mi me gusta tomar contacto con la realidad". "A lo mejor yo asumo el costo político de estar cuestionada porque un preso dice que quiere tener un calentador y yo digo que no debe haber artefacto o elementos que puedan servir para hacer daño, o por lo menos bajar al mínimo la peligrosidad, por los mismos internos y por el personal que trabaja allí", subrayó. Con respecto al desempeño de las autoridades del penal, la secretaria indicó que "estamos hablando y evaluando todo esto desde el punto de vista profesional del gabinete que tenemos en el penal y también con la conducción de la cárcel, se van a tomar las medidas más adecuadas para esta situación". "La cárcel está funcionando bien, los cambios que se hagan serán para que funcione mejor o bien muchas veces uno se desgasta en la función y debe hacer un paso al costado". Por lo pronto, ya se dieron instrucciones para que "las cosas vayan mejorando".
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