Con el fin de conversar con los adolescentes y jóvenes en riesgo social, funcionarios especializados de la Dirección General de Políticas de Inclusión, dependiente del Ministerio de Gobierno, iniciaron una recorrida por localidades del interior provincial para entrevistar a los chicos, conocer sus demandas y angustias y procurar soluciones anticipadas de modo preventivo. La labor está a cargo de Pablo Navarro, coordinador del organismo mencionado, quien en el inicio del plan visitó las localidades de Aminga y Pinchas, en el departamento Castro Barros, para tomar contacto con alumnos de las escuelas "Domingo Matheu" y "Bernardino Rivadavia". Los problemas de abandono escolar, alcoholismo, violencia familiar, desempleo y adicciones a las drogas, entre otros, formaron parte de lo conversado con los chicos por los especialistas del organismo gubernamental que llegó al departamento Castro Barros por iniciativa de la entidad intermedia "Asociación Riojana de Emprendedores", que conduce el dirigente Pedro Chumbita. "Es el programa Acortando Distancias, que procura, precisamente, acortar las distancias que existen entre los jóvenes y sus familias y entre los jóvenes y el Estado, procurando identificar los problemas que, sin tratamiento adecuado, derivan en conflictos sociales complejos como la deserción, el alcoholismo, la falta de incentivos y de superación, las adicciones y hasta el delito", explicó Pablo Navarro. "Precisamente la escasa comunicación existente entre padres e hijos es uno de los principales reclamos que escuchamos de los jóvenes en esta primera experiencia", dijo Navarro, al sostener que "en la mayoría de los casos, la excusa -entendible- es que los padres trabajan todo el día para poder ganar lo mínimo para sobrevivir y eso, lamentablemente, los obliga a descuidar la crianza de sus hijos", agregó el funcionario. Navarro sintetizó también diciendo que "otro problema acuciante es la falta de entretenimiento o de actividades sanas. Los polideportivos del pueblo solo sirven para que se junten a jugar al fútbol, lo que finalmente los introduce aún mas en la bebida, porque corren un rato y luego se sientan a tomar". "Es que no hay en los polideportivos actividades organizadas en la que actúen docentes o personas que enseñen deportes y allí es donde se mete el alcohol, que afecta a los chicos, generalmente, desde los 14 años", advirtió Navarro. "La falta de límites, la desatención familiar y social y el ocio perjudicial redundan en abandono escolar o, en el mejor de los casos, en serios problemas de aprendizaje", puntualizó. "El programa continuará funcionando en distintas localidades del interior donde la situación social es similar y se repite, con el objetivo de diseñar planes o programas de contención a través de las entidades intermedias que deseen sumarse al esfuerzo de contener a la juventud riojana", completó Navarro.
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