lunes, 12 de julio de 2010

EL MIRADOR POLITICO DEL INDEPENDIENTE APUNTÓ A LOS SOBRINOS DEL GOBERNADOR.

Tener las manos libres para barajar y dar de nuevo es lo que quiere Beder Herrera para hacer una cirugía profunda puertas adentro de su Gobierno. Su ausencia obligada por el viaje que emprendió junto a Cristina hacia China significará la excusa perfecta para sacarle presión a la decisión y exigirle a todos los funcionarios que eleven formalmente la renuncia y la depositen en su escritorio personal de la Residencia Oficial para analizarlas, una por una, a su regreso. El pedido incluye desde ministros, secretarios, subsecretarios, directores y hasta coordinadores, es decir todos los cargos políticos o no escalafonados. Eso le dará, se especula, un panorama mucho más claro de cuál es la dimensión real de la estructura del Estado riojano, de la cantidad de funcionarios y empleados y de los márgenes que tendrá para realizar recortes vía una reforma de la ley de Ministerios. Hay varias aristas posibles de análisis para que Beder tome esta determinación. La primera es que quizás es el momento apropiado para sacudir la modorra y reacomodar las cargas porque los próximos 12 meses serán fundamentales para imprimirle un sello a su gestión que lo podría catapultar a la reelección, de lo contrario podría tener serios inconvenientes por los rivales que tendrían lugar para crecer. La segunda es que finalmente escuchará los consejos de muchos allegados que le señalan la inoperancia de algunos ministros y funcionarios de primera línea que nunca estuvieron a la altura de los cargos ungidos y que llegaron más por acuerdos políticos que por bagaje de conocimientos. Muchos de estos colaboradores han soportado varias tormentas en sus carteras y no tuvieron la valentía o la mínima dignidad para dar un paso al costado por sí solos. Quienes conocen al famatinense saben que no es de tomar decisiones en "caliente" y que piensa cada jugada cual partida de ajedrez. Seguramente también, la gran falencia en la gestión de algunos responsables de áreas llegó al límite de perjudicar la excelente relación que entabló con la Nación. Se lo escucha decir constantemente que necesita funcionarios que gestionen, que trabajen y se muevan a su ritmo, para aprovechar los tiempos benévolos que corren, forjados en las buenas "migas" con Cristina y Néstor K. Este primer paso de solicitar las renuncias puede ser clave para el futuro de su gobierno porque significa que no puede volver a equivocarse en la elección de sus funcionarios, como ocurrió con muchos de los actuales. Desde hace tiempo se vienen señalando las falencias en diversas áreas que son clave para el éxito de una gestión de gobierno. La presencia de un excelente médico pediatra al frente de Salud Pública no significó ninguna excelencia en la aplicación de las políticas sanitarias provinciales. No es poco lo que hizo Gustavo Grasselli, pero sin dudas que se podría haber hecho mucho más. Desde hace tiempo se designó como secretaria de Políticas Sanitarias a Liliana Díaz Carreño, lo que devino en una suerte de ministerio paralelo. Algo similar ocurre en Infraestructura, donde ministro y secretario de Obras Públicas no formaron un equipo y el propio Javier Tineo pudo capear algunos temporales tras algunas denuncias que involucraron áreas de su competencia, pero no salió exento y se notó el aislamiento al que fue sometido. El caballo de batalla del Gobierno que es la formidable ejecución de planes de viviendas se ve deslucido por la falta de detalles de infraestructura que hacen difícil la vida de los nuevos vecinos de la zona sur recayendo las quejas en el Gobierno. ¿Por qué al menos no entregar pavimentadas las calles principales y la forestación pública?, se preguntan muchos. El Gobernador no pudo lograr aún que Desarrollo Social funcione como desea. Viene de un fracaso en la gestión del ex cura Délfor Brizuela (hoy diputado) y la sucesora Griselda Herrera no termina de acomodarse y de ganarse críticas por el gran cúmulo de funcionarios que designó, muchos de ellos provenientes de las filas mazistas y que caen muy mal dentro del bederismo puro. Otra área con la que no existe ningún tipo de conformidad es la Secretaría Legal y Técnica de la Gobernación que se ganó el mote de "fantasma" porque la mayor parte de los trabajos los realiza la recientemente creada Subsecretaría Legal, Técnica y de Gestión Pública que encabeza Ana Carolina Curtis, a pedido del Gobernador. Los mismos empleados de la cartera suelen comentar que a Luis Brizuela poco y nada se lo ve trabajar. Otra cuestión que molesta de sobremanera en las altas esferas del Gobierno es en la soledad que se mueve y las decisiones unilaterales que adopta este funcionario. Una de las últimas habría sido impulsar la iniciativa que su hermano diputado elevó a la Cámara como proyecto del Ejecutivo de otorgar dos semanas de receso a la administración pública. Flaco favor le hace esta ley a la cultura del trabajo por la que todos deberían propugnar y se sigue fomentando el ocio en el empleado público. Son muchas las áreas que se podrían enumerar con falencias, algunas más graves y profundas que otras, pero seguramente el Gobernador las tendrá en cuenta. Hasta ayer, ninguno fue a depositar la renuncia en la Residencia Oficial y los teléfonos estuvieron al rojo vivo para saber si lo que decía el diario era cierto. Nadie pudo corroborarlo con Beder que estaba volando a China. Sin embargo, hay quienes comenzaron de a poco a prender sus computadoras para redactar la dimisión y hasta algunos piensan colocarle el agregado "indeclinable", a sabiendas que su continuidad es imposible y no quieren aparecer en la lista de "echados". Será ésta una muy buena oportunidad para observar hasta dónde llega la limpieza que tiene pensada y la elección de los reemplazantes. Será una semana de definiciones la que se inicia, además del esperado anuncio de un aumento salarial para los estatales que rondaría el 10 por ciento y cuyos detalles serían brindados esta semana por el ministro de Hacienda, Ricardo Guerra. Beder tiene muy claro que es el momento de aprovechar el acercamiento con los Kirchner. Ya fue a Canadá, ahora viaja a China y la Presidenta en menos de 45 días estará dos veces en La Rioja. Para el 4 de agosto se espera que arriben además del matrimonio presidencial, algunos gobernadores, ministros de Educación y posiblemente el presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica para el acto de entrega de laptops y el aniversario por el asesinato de Monseñor Angelelli en las celebraciones de la Semana de los Derechos Humanos cuya sede nacional será La Rioja. Otro interrogante que surgió esta semana es si habrá llegado el fin de los grandes negociados de algunos pocos inescrupulosos o todo lo que sucede es una gran cortina de humo y todo volverá a quedar en la nada. Es sin dudas la pregunta que todos los riojanos se hacen a esta altura de las circunstancias que rodean hechos como la venta de tierras en Valle Hermoso (Vinchina), zonas de Chilecito, la granja de Arauco. El interrogante no tiene nada de descabellado porque la Justicia tarda bastante en llegar o directamente no llega nunca. Ya en esta columna se han enumerado en ocasiones anteriores casos judiciales y policiales no esclarecidos ni juzgados, a lo que debe sumarse la toma de la Legislatura, Casa de Gobierno en plena caída mazista, como hechos políticos con ataques graves a la institucionalidad democrática. Quizá no haya que ir demasiado lejos y preguntarse qué sucedió con los desfalcos en Desarrollo Social, en Vivienda, con las ONG que no rinden cuentas o con los intendentes que de manera absolutamente impune hacen caso omiso a los planteos de los organismos de control y los concejales nada hacen por representar los intereses de quienes los eligieron. Es una nueva oportunidad la que tienen los tres poderes del Estado para demostrar que se puede buscar la excelencia en las instituciones. La Justicia debe dejar de mirar para otro lado y mirar hacia adentro, donde muchos de sus representantes lo que menos hacen es impartir justicia y se dedican a legalizar turbios negociados. Los diputados, deben ir a fondo con la investigación que iniciaron olvidándose de los compromisos que algunos tienen con involucrados en las irregularidades que se denuncian. La expectativa de la sociedad es grande y no queda margen para la acostumbrada y clásica impunidad. Es momento de honrar los cargos que la propia gente les otorgó con su voto.

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