jueves, 8 de julio de 2010

EL VENDEDOR DE VALLE HERMOSO AFIRMA QUE NO HAY ILICITO EN LA VENTA.

Así lo afirmó Astor Javier García Quinzaño, quien vendió las tierras de Valle Hermoso al rabino Meir Libershon. El miércoles ese acto fue anulado por el ministerio del Interior de la Nación. El doctor García asegura que compró las 200 mil hectáreas en un remate ordenado por el Banco Central de la República Argentina. Si el Estado las quiere, me las tiene que comprar, dijo. “Jamás esperé este escándalo. Me siento perjudicado por esta situación. Estoy desprestigiado a nivel personal y profesional” confesó Astor Javier García Quinzaño. El volumen de la venta según el rabino Meir Libersohn fue de 650 mil dólares. Para dimensionar la cifra, vale una sencilla comparación. Tomar un pocillo de café en un bar de La Recoleta, en Capital Federal, cuesta 12 pesos. Es el mismo valor que pagó Libershon por cada hectárea de suelo riojano. La resolución 616 del Ministerio del Interior de la Nación frenó esta operación de compra venta entre Garcia y Libershon. Según Garcia Quinzaño las tierras deben volver a su propiedad, y se negó a responder si devolverá la plata al rabino extranjero. “Eso ya lo arreglaremos” indicó. Y agregó que “si el Estado quiere esas tierras, me las tiene que comprar (…) porque yo compre en foma legal y vendí en forma legal”. “Yo no defraudé a nadie y no entiendo la finalidad de las declaraciones de Puy Soria” dijo Quinzaño y contó que compró las tierras durante un remate judicial realizado el 12 de agosto de 1999 en la Cámara de Minas de Chilecito. “El remate se realizó por orden de un juzgado de Buenos Aires, que respondió a un pedido del Banco Central de la República Argentina, quien había declarado la quiebra de los propietarios del campo” relató Quinzaño. Quien precisó que los dueños anteriores era un matrimonio conformado por Felipe Gastou y Marta Casinelli. “Ellos compraron Lo habían en el año 1979, y en el 99, les remataron campos en Catamarca, San Luís, La Rioja y Buenos Aires. Yo compre Valle Hermoso”, precisó el abogado chileciteño. “Todo se hizo en forma legal. Así yo adquiero las tierras y luego hago la toma de posesión con el juez de paz de Vinchina y luego realizo la inscripción en el registro provincial de la propiedad. Tengo títulos perfectos. Durante once años fui el dueño de esas tierras”, precisó Quinzaño. “Esa compra ha sido totalmente legal. Ponerlo en tela de juicio es poner en cuestión la seguridad jurídica de la Nación, porque acá intervino el Banco Central. Es más, aquí hay títulos perfectos. Más aún, siguen registradas a nombre mío. Estuvieron tres meses registradas a nombre de Libershon. Pero como no se había realizado el trámite ante la Secretaría del interior por el tema de seguridad de frontera. Lo volvímos a poner a nombre mío. Pero durante once años el campo estuvo a nombre mío” recalcó el abogado de Chilecito. Y consideró como “una barbaridad que el Estado quiera quedarse con esas tierras. Son mías, si las quiere me las tendrán que expropiar. Es una barbaridad lo que están diciendo”, concluyó Garcia Quinzaño.

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