lunes, 19 de julio de 2010

EN LA RIOJA, DE ESCUELA NORMAL A SHOPPING.

El cambio de destino de la tradicional Escuela Normal de la ciudad de La Rioja Pedro Ignacio de Castro Barros, para convertirse en shopping, constituye otro hecho lamentable, carente de justificación. Si, además, se toma en cuenta el camino seguido, los pasos que prepararon la decisión final, en tanto se enunciaban argumentos engañosos para confundir y eludir la reacción popular, se tiene un cuadro inaceptable del ejercicio de la función pública por parte de la gobernación. Al repasar lo ocurrido, llama la atención que el inicio de este proceso data de hace diez años, con el progresivo traslado de la escuela primaria, la secundaria, el jardín de infantes y, por último, el profesorado, que funcionaban en la antigua Escuela Normal, donde estudiaban, en conjunto, 2500 alumnos. Para explicar lo que constituyó, en la práctica, un vaciamiento institucional, se apeló a razones de restauración y puesta en valor de un edificio que databa del año 1884, obras que serían financiadas por el Ministerio de Planeamiento y la Presidencia de la Nación. En octubre del año pasado empezaron a circular noticias acerca del cambio real que sobrevendría, versiones abonadas por el incremento de las obras emprendidas en la manzana del instituto normalista, que fuera donada originalmente para el propósito educativo, antecedente de valor que parece haber sido olvidado. Al difundirse la novedad, se movilizó un grupo de ciudadanos en defensa del histórico edificio, con el objetivo de mantenerlo en funciones y preservar su integridad. Ese grupo promovió marchas, vigilias y publicaciones en la prensa local, sin recibir respuestas oficiales. Finalmente, interpuso un recurso de amparo ante el Tribunal Superior de Justicia provincial contra la decisión de convertir la Escuela Normal en Paseo Ramírez. Con la firma del juez Angel Avila, se negó el cambio de función, se atribuyó esa versión a los medios y se reiteró que las obras eran de restauración y puesta en valor. No obstante, para ese momento las nuevas obras ya estaban licitadas y adjudicadas. Así las cosas, por expreso pedido del gobernador Luis Beder Herrera, avanzan los trabajos de refuncionalización del edificio, sin haber dado a conocer a la población el porqué de la conversión. Curiosamente, la directora de Conservación de Edificios Públicos, Valeria Soriano, explicó que, al quedar vacío el edificio, "se decidió hacer un paseo cultural". En síntesis, lo descripto es suficientemente expresivo de la injustificable marginación de una escuela tradicional que, a través de un procedimiento tramposo, es sustituida por un paseo comercial. La transición revela, a la vez, otra quiebra de objetivos educativos y de valores históricos.

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