UN FALLO JUDICIAL CONVALIDÓ EL REPARTO DISCRECIONAL DE LOS ATN.

La Justicia decidió que no tiene atribuciones para controlar el reparto discrecional que hace el gobierno central de una de las mayores cajas del Estado, la de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que este año llegó a su récord y acumula más de 9000 millones de pesos. El juez federal subrogante Marcelo Martínez de Giorgi resolvió que el modo en que se distribuyen estos fondos a provincias y municipios, que está sospechado desde hace décadas de ser una herramienta para el clientelismo, es una "cuestión política no justiciable". Fue en un fallo en el que convalidó repartos realizados por cuatro gobiernos: el de Carlos Menem, el de Fernando de la Rúa, el de Eduardo Duhalde y el de Néstor Kirchner. La sentencia archivó los cuatro expedientes sobre el tema que se acumularon durante los últimos años. Su argumento central es que no se cometió delito alguno porque la ley tiene un "déficit regulatorio" que habilita al Ministerio del Interior a realizar un "manejo discrecional" de los ATN con el único requisito de que los fondos se destinen a la atención de "situaciones de emergencia y desequilibrio financiero" de los gobiernos provinciales. Esta fórmula es tan amplia que siempre permitió repartir el dinero con fines políticos, privilegiando a los aliados de la Casa Rosada. Durante el gobierno de Menem, por ejemplo, su provincia natal, La Rioja, fue favorecida con el mayor porcentaje de ATN. Sólo en 1998, mientras el promedio del otorgado con estos fondos era, en todo el país, de nueve pesos por habitante, en La Rioja era de 400. Una auditoría dispuesta por el primer juez de la causa, Jorge Urso, reveló que en la década del 90 se usaron ATN para financiar actos eleccionarios y también para pagar una película sobre Facundo Quiroga, reparar la pileta del Club Atlético Chacarita y organizar el festival folklórico de Cosquín. Pero el llamativo manejo no terminó con Menem. En 2005, se denunció en el Congreso que el gobierno de Néstor Kirchner había girado 302.000 pesos a Mar del Plata, que tenía como intendente a un radical aliado entonces al oficialismo (Daniel Katz), para realizar un desfile de modelos. Los ATN surgieron durante la gestión de Raúl Alfonsín como un mecanismo de auxilio financiero a las provincias regulado por la ley de coparticipación federal, que estableció que el uno por ciento de lo recaudado en concepto de ingresos coparticipables integraría el fondo de los ATN, que sería administrado por el Ministerio del Interior. En los años del kirchnerismo, el reparto fue bajo y el fondo se engrosó como nunca. De este modo, las arcas nacionales crecieron en detrimento de las provinciales. En mayo pasado, el Gobierno anunció que usará los ATN no repartidos para financiar un "programa federal de desendeudamiento". Las provincias con más deuda (sobre todo, Buenos Aires) serán las más favorecidas. En el Ministerio de Economía aclararon entonces que las cinco que no tenían deuda (San Luis, La Pampa, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago) seguirían percibiendo fondos. Pero, una vez más, no se especificó bajo qué modalidad. Diferentes bloques de la oposición han impulsado proyectos para reglar la distribución de los ATN, pero ninguno prosperó. Ese fue, justamente, uno de los argumentos de Martínez de Giorgi. El juez citó un viejo debate en el Congreso en el que se dijo que debía reglamentarse la ley para no dejar la situación librada "al poder discrecional" del ministro del Interior". Pero advirtió que eso nunca se hizo y la norma se aplicó tal como estaba redactada. Martínez de Giorgi sostuvo que no estaba cuestionada la constitucionalidad de la ley. Los parlamentarios, dijo el juez, dejaron en manos del administrador de los fondos "la selección de los criterios de distribución". Frente a un escenario semejante ?advirtió?, sólo hay margen para el control de legalidad en caso de "arbitrariedad manifiesta". Martínez de Giorgi sostuvo que si bien no hubo delitos, hubo "evidentes" desórdenes en el trámite de "los actuados administrativos", pero explicó que deben atribuirse a "la urgencia que requería la atención de estas delicadas cuestiones de sustancia política".