lunes, 6 de septiembre de 2010

EL RADICALISMO RIOJANO CON SERIAS ASPIRACIONES DE PODER.

Desde el regreso a la democracia, el peronismo gobierna la provincia y en la mejor época de Carlos Menem, el partido centenario logró bancas en el Congreso de la Nación, como así también en la Legislatura y en los concejos deliberantes. Luego llegó el gobierno de la Alianza que chocó el país y por ese motivo, el radicalismo se desvaneció entre cruce de acusaciones. Ahora sueña con llegar a comandar la provincia, como Chamical, Chilecito y la Capital en base a sondeos nacionales. Al mostrarse dentro del radicalismo y luego de las críticas por su cercanía con el bederismo, Guillermo Galván dio un dato: “Julio Martínez está en Capital con el 50 por ciento de imagen positiva y supera este porcentaje en intención de voto". Y fue más allá: "También estamos voto a voto en la intendencia de la Capital”, al considerar que la diputada Judith Díaz Bazán “es un fenómeno con 57 por ciento de imagen positiva". Según el legislador radical, "esta imagen es mejor en los barrios pobres, que en las zonas de clase media”. Así posicionó al diputado nacional como candidato a gobernador y coloca a su lado a Díaz Bazán para pelear por la intendencia capitalina. Números más o números menos, el radicalismo se ha mostrado con ansias de poder y ha marcado, especialmente Martínez, errores en la gestión oficial que ha llegado en la población. Mientras que las radios se han transformado en unidades básicas, especialmente radios Provincia y Fénix, ligadas a Teresita Luna y Néstor Bosetti respectivamente, el radicalismo mira el 2011 con optimismo, tras las últimas elecciones legislativas. En el 2009, ganó Chamical y Chilecito, y se llevó el estamento a concejales capitalinos. Y además le arrebató una banca a diputado nacional. Ya cambió de candidato a nivel nacional: dejó a Julio Cobos, aunque haya sido la frutilla del postre en el cumpleaños de Guillermo Galván, donde Julio Martínez lo utilizó como trampolín político, para invitar a Ricardo Alfonsín a una gira que se concretará este mes en la provincia. Así la buena imagen de Alfonsín, un diputado nacional sin experiencia política y fundamentalmente con falta de gestión, puede sumar votos riojanos a favor del partido de la calle Bazán y Bustos. Ya se olvidó de un acuerdo político con el ex gobernador Ángel Maza, cuyos familiares han sido seducidos con cargos en organismos kirchneristas, como así también nombramientos en el Congreso de la Nación. Aunque en el radicalismo no descartan sumar peronistas no bederistas y todo el cuadro opositor, que no apuesta a la minería. Por ello, Martínez ha criticado cuestiones de gestión, pese a que no aparecen en la mayoría de los medios, y transita cada pueblo del interior con discursos, pese a no dar soluciones a los pobladores. Los errores propios del oficialismo y el desgaste obvio del peronismo que gobierna desde 1983, han puesto al radicalismo con posibilidades de triunfo en la provincia, como así también Capital, Chilecito y Chamical. Falta mucho pero los malos pasos del matrimonio K también llegan a la ciudadanía riojana.

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