lunes, 6 de septiembre de 2010

SI LA ELECCIÓN FUERA HOY, KIRCHNER Y COBOS DISPUTARÍAN EL BALLOTAGUE.

Lo dice una encuesta nacional de MORI. Si bien el diputado tiene el mayor índice de rechazo, encabeza los sondeos, seguido por el vicepresidente. Alfonsín tiene la mejor imagen, pero sólo suma 2% de intención de voto. Pocas veces puede observarse una distancia tan grande entre el debate público y los temas que sensibilizan a la población. El último estudio realizado por MBC-MORI muestra que las temáticas que preocupan a la opinión pública no tienen punto de contacto con los conflictos alrededor de Papel Prensa o de Fibertel. La agenda de la política, según lo que expresan en las encuestas los ciudadanos argentinos, tal vez debería ocuparse en mayor medida de la temática de la inseguridad y de una amplia variedad de temas económicos y sociales entre los que se destacan el empleo, la inflación y la pobreza. Es importante señalar la relevancia que adquiere la temática de la inseguridad en el Area Metropolitana de Buenos Aires, donde el 71% de los entrevistados la señala como una de sus principales áreas de preocupación. Tal como en el caso de las prioridades en las agendas públicas, la percepción de la evolución de la situación general del país y concretamente de su economía diverge notoriamente de los indicadores macroeconómicos que miden la marcha real de la economía. El estudio realizado permite concluir que la opinión pública tiene muy poca confianza en la situación económica general (41% la considera mala o muy mala), y tiene bajas expectativas en relación con su evolución (46% señala que las cosas están empeorando). Todo esto se da en un contexto en el cual la Argentina experimenta un notorio proceso de recuperación económica, luego de la crisis internacional vivida el año pasado. Alcanza sólo con mencionar el sostenido crecimiento que viene registrando la producción, el consumo, el comercio internacional y la recaudación impositiva. Estos indicadores positivos no son percibidos como tales, sin embargo, por la mayoría de los argentinos. Concomitantemente con esta negativa percepción de la economía nacional, la opinión pública tiende a ser sumamente crítica con el contexto político imperante. Consultados sobre el nivel de estabilidad que perciben en la política nacional, el 44% considera que estamos en un contexto político carente completamente de estabilidad, y tan sólo el 5% opina lo contrario. Cuando se los consulta por los responsables de la negativa situación política que vivimos, la mayor parte de la población (59%) asigna esta responsabilidad al kirchnerismo. En segundo lugar, se culpa a la dirigencia política en general (39%) y, finalmente, un porcentaje menor hace mea culpa y expresa que se trata de un problema de toda nuestra sociedad. Mejoría. A pesar del pesimismo, el último estudio realizado por MBC-MORI muestra una significativa recuperación de la aprobación de la gestión del gobierno que encabeza Cristina Fernández de Kirchner, que alcanzaba al momento de realización de la encuesta el 39%. La evaluación de la gestión presidencial presenta un importante nivel de polarización, ya que casi la mitad de la opinión pública (49%) la desaprueba y el 12% no tiene una posición clara al respecto. Como era de esperar, los temas más criticados, y sobre los que se fundamenta el amplio rechazo a la gestión, se vinculan justamente con las preocupaciones que encabezan la agenda de la opinión pública; esto es, la seguridad y el aumento de precios, flancos de mayor debilidad del Gobierno. Sus puntos fuertes giran en torno de las políticas sociales impulsadas, así como a los derechos humanos. Ciertamente, las políticas sociales que la ciudadanía ve con buenos ojos tienen un punto de contacto interesante con la relevancia que en la agenda tiene la cuestión de la pobreza; no sucede lo mismo con la temática de los derechos humanos tal como es concebida por el Gobierno (esto es, ligada principalmente a la revisión de los crímenes durante el gobierno militar), que no aparece en las preocupaciones de la ciudadanía de modo espontáneo. Los líderes con mejor imagen pública se ubican tanto en las filas radicales como en las filas del Gobierno. Ricardo Alfonsín y Julio Cobos son los líderes de la oposición con mejor imagen pública; en tanto, Cristina Fernández y Daniel Scioli son los más destacados entre las filas oficialistas. Del mismo modo, en términos de imagen negativa se destacan varios líderes tanto de la oposición como del Gobierno. Los más destacados en este punto son Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde, Cristina Fernández y Felipe Solá. La polarización que genera la figura de la Presidenta hace que su nombre figure en los primeros puestos tanto de imagen positiva como negativa. Consultados sobre la eventualidad de que las elecciones fueran el próximo domingo, una cuarta parte de la opinión pública se inclina por Néstor Kirchner, seguido de Julio Cobos, que recoge el 16% de intención de voto, y de Mauricio Macri y Francisco de Narváez con el 11% y el 10%, respectivamente. El voto negativo es también encabezado por Néstor Kirchner, lo que expresa, como en el caso de Cristina Fernández, la enorme polarización que causa su figura: el 38% de los argentinos sostiene que definitivamente no lo votaría, seguido en las menciones por Eduardo Duhalde (21%), Elisa Carrió (20%) y Mauricio Macri (19%). En síntesis, el estudio realizado revela una importante desconexión entre los temas que preocupan a la población y la agenda pública que se discute. Probablemente esto explica, al menos en parte, la negativa evaluación de la marcha de la economía, del funcionamiento del Gobierno y de la dirigencia política. En cualquier caso y, como suele pasar, la clave está en la conformación de un liderazgo que logre articular un discurso sobre políticas, programas de acción y propuestas novedosas que se vinculen explícita y creíblemente con las preocupaciones y demandas de la ciudadanía.
Por Guzmán Elola, socio director MBC-MORI.

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