sábado, 4 de febrero de 2012

EL OBISPO ABOGÓ POR EL DIÁLOGO Y LA PAZ SOCIAL EN FAMATINA.

Miles de feligreses renovaron su fe cristiana al participar de las patronales de San Blas. La celebración eucarística, la procesión y la tradicional bendición de las "gargantas" estuvo presidida por monseñor Roberto Rodríguez, que en su homilía, instó a dialogar y restablecer la paz social, en referencia al conflicto por la minería en Famatina. Con un marcado sentido de fe y tradición, la comunidad sauceña participó con fervor de las festividades en honor a San Blas, patrono del departamento. No faltó la gran concurrencia de fieles, peregrinos y promesantes de La Rioja y provincias vecinas, que cada año asisten para orar ante el santo protector de las gargantas. Las fiestas patronales comenzaron con la tradicional misa comunitaria donde participaron y acompañaron al santo, las imágenes de San Blasito, San Nicolás, la Virgen del Valle y la Virgen de Belén que fue traída por los feligreses desde la vecina localidad catamarqueña. Como es tradición y por la gran concurrencia, la celebración eucarística se llevó a cabo en el templo en honor a San Blas, presidida por el obispo riojano y acompañado del cura párroco local Jorge Torres, sacerdotes y laicos de departamentos vecinos que colaboraron en las bendiciones de gargantas a los feligreses. En esta ocasión participó también de la ceremonia religiosa, el vicegobernador oriundo del departamento, Sergio Casas, el diputado provincial Gerardo Moreno, el jefe comunal Antonio Sotomayor y demás autoridades municipales. Rogando por la salud de los enfermos, por el agua, por trabajo, por una buena cosecha de los frutos, por la reconciliación con Jesús y por restablecer la paz social, luego de la misa se procedió a la tradicional procesión alrededor de la plaza de la pequeña localidad del norte provincial. Con el mismo sentido las agrupaciones gauchas de San Blas, Cuipán y Alpasinche, en formación y desfile alrededor de la plaza con el paso de marcha, al trote y al galope, rindieron un sentido homenaje al santo patrono de las gargantas. Las patronales sauceñas tuvieron un colorido especial, no sólo por la celebración religiosa donde participaron las agrupaciones gauchas y de los fieles, sino además por la presencia de promesantes que exhibían orgullosamente los atuendos del santo. Muchos de ellos (promesantes) provenientes de la ciudad capital de La Rioja y de localidades del interior provincial, como así también ciudadanos oriundos del departamento que regresaron a su terruño a honrar a su santo patrono y a disfrutar de los atractivos turísticos que posee la zona. Luego de la solemne misa y la procesión en honor a San Blas, se llevó a cabo la bendición de las gargantas. En esa ocasión fue para enfermos y ancianos, retomándose la bendición a las 18 para peregrinos y promesantes, además de oficiarse, por pedido de los feligreses, una misa a partir de las 20. En la homilía, monseñor Roberto Rodríguez destacó la labor cristiana que tuvo el obispo y la proclamación de santo, recordando que San Blas, fue amable y generoso, por lo que se solicitó que interceda ante Dios para la curación de las enfermedades corporales de la garganta. Al respecto subrayó el obispo de La Rioja encargado de la homilía, que sobre todo cure de aquellas enfermedades espirituales de la garganta que consisten en hablar de todo lo que no se debe de hablar y en no sentir miedo de hablar de la religión, de Dios y de Jesucristo. Inmediatamente hizo lectura del evangelio y el texto de David, donde se hace referencia e interpreta una invitación para profundizar las cosas, dando como ejemplo que Jesús, en su momento, no fue comprendido por sus familiares, que no fue comprendido por lo lideres religiosos de aquellos tiempos o de las autoridades, "a partir de ello yo digo que debemos profundizar la imagen de Cristo que nos trae un hombre nuevo y dentro de ese hombre nuevo él llama al encuentro". Por el momento que está viviendo la provincia, ante la situación en Famatina por la minería, el obispo aseguró que "es necesario un encuentro". Afirmó que se debe "restablecer la paz social, porque es una lastima que un pueblo como el riojano, con tantas potencialidades, se cierre cada uno en un círculo", considerando para ambos lados, minero y antimineros, o promineros y ambientalistas. Implícitamente reconoció el obispo que su homilía estuvo basada en la situación que se vive en Famatina, por lo que llamó e instó al diálogo, aunque aclaró que no apoya a uno ni a otro, sino, que "todos en La Rioja son católicos, son hijos míos en cuanto a Iglesia. No puedo poner a la Iglesia dentro de una posición". En cuanto a que hubo medios que habrían publicado que el obispo riojano habría tomado una posición o apoyado a uno de los sectores, entendió que "a veces los medios no hacen la lógica del discurso, sino la lógica de las conclusiones". Volvió a reiterar que "es necesario saber escuchar", e instó a que de ambas partes, se sienten en una mesa a exponer cada uno sus argumentos y se analicen "para lograr el objetivo o la realidad misma y sacar conclusiones de consenso". Pidió además, que no se llegue a la violencia, "porque entonces de deshilacha la paz social, incluso hay problemas en familias donde están divididos por este tema". Monseñor Roberto Rodríguez, dejó entrever que podría ser mediador para lograr el diálogo y restablecer la paz social, al recordar la participación del Papa Juan Pablo II en el conflicto entre Argentina y Chile. "El bien no hace ruido, y el ruido no hace bien", destacó el obispo y agregó que "uno realiza su tarea, va tejiendo poco a poco consenso, pero los protagonistas son otros, porque se trata de un problema o de qué manera se puede lograr el desarrollo provincial". Consideró además, que "hay distintas posiciones, es un diálogo político que va al bien común de la provincia y en eso se coincide con la Iglesia que también tiene que tratar del bien común de sus fieles y del bien común del tejido social para llegar verdaderamente a un consenso maduro y a un diálogo de hermandad". Reiteró y reafirmó lo que había dicho en la homilía de un filósofo inglés "...el hombre es un lobo para el hombre... y Jesús nos enseña: ...el hombre es un hermano para el hombre. Es decir, recuperar ese aspecto evangélico", concluyó.

No hay comentarios: