lunes, 6 de febrero de 2012

HACER UNIVERSAL LOS BENEFICIOS DE LA MINERÍA.

El ingeniero en Minas, Mario Capello, aseguró que la minería “es absolutamente sustentable” y consideró que esta actividad “tiene el desafío hoy de hacer universal sus beneficios, no sólo para el sector”. En esta segunda parte de su participación en un programa especial de televisión que se emitió el viernes por el canal 9 local, el especialista diferenció lo que es impacto ambiental y la contaminación, se refirió al uso del cianuro y consideró que la actividad minera potencia otras actividades como la agricultura. Capello se pronunció respecto al impacto ambiental que provoca una explotación a cielo abierto. En un principio, explicó que “la minería en la Argentina o en cualquier parte del mundo es subterránea o a cielo abierto, según como yace el mineral”. “Si tengo un cuerpo del tamaño de una mesa y se va profundizando y tengo uno o dos gramos de oro por tonelada yo no puedo hacer labores subterráneas que voy a tener que hacer galerías, administrar ventilación, sostenimiento de las labores subterráneas porque no me paga un gramo de oro por tonelada todas esas labores que hay que hacer. Ahí se hace un cielo abierto. Por el contrario, si tengo un cuarzo que puede llegar a tener entre 30 centímetros a dos metros y se va profundizando en la corteza de la tierra, no voy a hacer un cielo abierto porque cada vez que quiero llegar más adentro tengo que ir moviendo más volúmenes, abriendo, y voy a mover tal volumen de roca estéril que no vale nada y que hay que cargar, y que tampoco lo va a pagar, no es rentable”, especificó. “El 85 por ciento de los metales que consume la humanidad proviene de la minería a cielo abierto”, transmitió. Capello destacó que en minería a cielo abierto se emplea el mismo método en la Argentina, Chile, Perú, Canadá, Alaska, Australia, China, Sudáfrica, “porque el tratamiento que voy a utilizar para separar el material valioso de la ganga es el mismo método”. Manifestó que “impacto ambiental no es lo mismo que contaminación. Es absolutamente distinto”. Al explicar de qué se trata un impacto, tomó como ejemplo la programación y realización de un barrio por parte del Gobierno. “Ese barrio se asienta en terreno fértil, por lo que puedo llegar al extremo y decir que antes ahí había animales, pajaritos, perdices, ahora está un barrio, ese terreno ya no es más natural como era, se modificó definitivamente”, dijo. Mientras que la contaminación es cuando “como consecuencia de mi actividad produzco emisiones, sustancias en el agua, en el aire, que son perjudiciales para la vida en sus múltiples manifestaciones. Es cuando empieza a ser riesgoso o elimino la vida por culpa de lo que emito, eso es contaminación”, expuso. Asimismo, remarcó que “la minería tiene prohibido en el curso del agua, ya sea superficial o subterráneo, modificar los valores naturales que tienen los ríos”. Cuando empieza un proyecto permanentemente se produce el monitoreo y la toma de muestra, en donde se hace participar a la comunidad. Tiene impedido la minería producir modificaciones en esos valores naturales que tienen los ríos y las aguas en donde se desarrolla la actividad minera”, señaló. Respecto al control a realizarse en el lugar, dijo que “es el deber del Estado a través de la autoridad de aplicación”, por lo que “cada provincia tiene su legislación”. Al respecto, trajo como ejemplo que “en San Juan el control es facultad de la policía minera, que generó unos esquemas participativos con ciudadanos que se anotan y quieren estar. A ellos se los capacita en cómo tomar una muestra y luego acompañan las muestras a un laboratorio en Buenos Aires para obtener los valores que tienen las aguas abajo del emprendimiento y eso se compara con las líneas de base explicada”. “Las napas no corren peligro porque no hay emisión. Si hago lixiviación en pilas, antes de formar las pilas de mineral hago una impermeabilización con la arcilla y encima se coloca la geomembrana, con lo cual no hay ningún tipo de emisiones hacia las napas”, subrayó. Así también, dijo que “si se rompiera se pierde mucha plata porque el cianuro es caro, de igual manera se va a estar perdiendo oro y plata. Eso se controla permanentemente a través de lo que llamamos en el proceso las cargas metalúrgicas”. En cuanto al tratamiento de las pilas de mineral formadas, indicó que “esas pilas, en caso de cianuración, son regadas con cianuro durante 60 días”. Inmediatamente hizo referencia al tan nombrado cianuro y dijo que el mismo “tiene la propiedad de poner en solución el oro y la plata”. “Esa solución de cianuro con oro y plata va hacia la planta de proceso donde se hace precipitar al oro y la plata que luego se funde en hornos que están en la planta del proceso. Lo que queda de ese cianuro se vuelve a reacondicionar y vuelve a ser enviado a la planta al igual que el agua”, manifestó y agregó que “eso es lo que se llama circuito cerrado”. Mientras que “la parte de cianuro que no se puede reacondicionar es destruido con hipoclorito, es decir, con lavandina”, completó. “El cianuro es una mezcla de carbono con nitrógeno y la minería usa el 12 por ciento del cianuro que se usa en las otras industrias. Pero se hace con un manejo totalmente seguro”, enfatizó. A la vez, dijo que “el cianuro en contacto en superficie rápidamente se degrada, se combina con otros elementos y forma compuestos estables y no venenosos”. “En la ropa hay cianuro. En las conocidas media-sombras verdes hay mucho cianuro. Los chicos en el incendio de Cromañón murieron intoxicados con cianuro. Las empresas de gaseosas son los principales importadores de cianuro en la Argentina, porque esos envases tienen cianuro. La sal de mesa tiene cianuro, se le pone cianuro para que sea corrediza. Hay una serie de actividades que utilizan cianuro”, notificó. “La minería usa hace más de cien años el cianuro. Hay una foto de las minas de 1910 de San Juan en la que la gente está revolviendo con una gran pala el cianuro, porque al cianuro se lo usa con cal y en PH alto no se forma el ácido cianhídrico que es lo que mata”, señaló. Del mismo modo, explicó que “el agua tiene PH 7, si le agrego ácido baja el PH y es ahí cuando se forma el ácido cianhídrico que es un gas como el monóxido de carbono y mata. Si en lugar de ácido le hecho cal me levanta el PH a 9 o 10 y no hay ninguna posibilidad que se forme el ácido cianhídrico y se trabaja con total seguridad”. Recordó, además, que “el único accidente con cianuro que hubo en la Argentina fue en el año 1993 en Avellaneda, en el conurbano, y no tuvo nada que ver con la minería. Fue cuando un irresponsable tiró cianuro a las cloacas y otro irresponsable tiró ácido sulfúrico a las cloacas. Bajó el PH, se formó el ácido cianhídrico, subió por el sistema cloacal y mató a una familia entera y a quien trató de socorrer a esas personas”. “Hay un código internacional de transporte, depósito y manejo del cianuro al cual la Argentina está adherida y eso hace que sea absolutamente seguro el tratamiento de este tipo de industria minera”, expuso. Expuso que la minería con la agricultura, por ejemplo, “no sólo conviven sino que la repotencia”, ya que “parte de la renta minera puede ir a solventar y ayudar a industrias que tienen poca rentabilidad”. “La agricultura con toda la última tecnología de riego podría ampliar mucho la frontera agrícola”, analizó. En ese sentido, lamentó que actualmente en algunas fincas “inundan en lugar de hacer conducción de agua y que llegue el agua que realmente necesita la planta para que no se desperdicie”. Del mismo modo, señaló que “hoy en San Juan hay muchas hosterías que están llenas todo el año”. Y señaló que “un emprendimiento, que consume el agua que consumen 100 hectáreas en la provincia de San Juan, tiene dos mil empleos en forma directa, más del 90 por ciento son de San Juan.  Eso comienza a volcar en el comercio mucha plata”. Pero además, “el turismo se ve beneficiado porque, por ejemplo, pueden haber centros de interpretación”, sostuvo. “El impacto que tuvo San Juan lo estoy disfrutando, y me parece que otras provincias se lo están perdiendo porque están en una discusión que se supera a través de la ciencia porque esto que afirmo respecto del agua, la contaminación, es verdadero o es falso, no es materia de discusión. Si no avanzo en trabajar con los recursos naturales que poseo no importa, lo hacen otros pueblos, otros países y yo me lo pierdo”, indicó. Así también, reflejó que tiempo atrás de visita por Famatina “vi operadores turísticos quejarse de que no había ley provincial que los eximiera”. “Si fuera una actividad tan rentable no estarían planteando no querer pagar los impuestos. Me parece que el turismo se puede beneficiar”, analizó. “En San Juan un departamento, un municipio, que tuvo para funcionar una asignación presupuestaria de 10 millones y medio en el año 2010 y de casi 12 millones  en el año 2011, tuvo en el año 2010 47 millones de pesos por regalías y recibió casi 60 millones de pesos el año pasado”, dijo, haciendo referencia al cumplimiento del 3 por ciento que dice la Ley, “de la que soy autor, y dice que ese porcentaje queda en el departamento donde está el emprendimiento minero”. “No hay municipio en la República Argentina con una situación financiera como esta”, aseguró. En este punto, llamó a imaginarse cualquier departamento de La Rioja con ese ingreso, al cual el intendente no la puede usar en pagar sueldos. “Tendrían una asignación muy importante para tener infraestructura, para ayudar a los agricultores, para hacer infraestructura turística, tal como lo dice la ley”, indicó. Capello aseguró que la minería “es absolutamente sustentable”, pero “también hay que decir que es un recurso que se agota como el petróleo”.  “Yo era de los que decían y repetían que cuando se termine la minería quedaría un pueblo fantasma, pero estamos viendo que en función del enorme potencial geológico minero que tiene la Argentina esto no va a ser así. Chile que comparte la misma cordillera, mitad para ellos y mitad para nosotros, tiene 4.400 emprendimientos, nosotros no tenemos 20, cuando nosotros tenemos un potencial más importante porque tenemos precordillera, sierras pampeanas, una meseta central patagónica que tiene una mineralización importante, que ellos no tienen”, graficó. “El ser humano consume cada más metales, y cada vez que avanza la civilización vemos como esa cantidad aumenta. Siempre se demanda y nosotros tenemos para dárselo, entonces si actuamos con tranquilidad, con serenidad, prudencia y vemos las cosas que le queda a la gente y a las otras actividades”, reflexionó. Así también, dijo que “la minería tiene el desafío hoy de hacer universal sus beneficios, no sólo para el sector”. Graficó que “sería bueno que un nieto de un tallerista de La Rioja, que se quedó en el tiempo, que arreglar Renault 12, Ford Falcon, Fiat 600, pueda acceder a un escáner, una computadora, a todo el centro de diagnóstico que requieren hoy los autos de alta gama. Lo sacamos de la brecha a la que impulsa la modernidad y lo colocamos como un actor fundamental de la actividad económica de la provincia”.

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