“Las provincias vitivinícolas representan una fuente genuina de empleo para más 130.000 personas”, dijo el presidente de la COVIAR (Corporación Argentina Vitivinícola), Lorenzo Capece al hablar en Mendoza durante el desayuno de trabajo con gobernadores y productores y que sirvió además para la firma de convenios con el Banco Nación Argentina y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), que tienden a fortalecer la actividad del sector. Capece consideró que “cada encuentro es un hecho trascendente y en esta oportunidad fue una convocatoria extraordinaria por la presencia de los gobernadores y la llegada de alrededor de 300 productores de todo el país”. Consideró que “este es un acompañamiento que nos obliga a entender mejor la articulación pública con el sector privado”. Dijo que “vivimos en un país que tiene que enfrentar desafíos muy grandes, los que son más factibles de superar cuando se unen las provincias con voluntades comunes, que es a lo que estamos apuntando desde la COVIAR”. En cuanto a los impactos a futuro, admitió que si bien “es un año difícil, estamos acostumbrados a ello como productores, pero podremos superarlos con el acompañamiento de todos y las medidas que se están adoptando desde la Nación para fortalecer el sector”. Durante su mensaje ante gobernadores y productores de la provincias vitivinícolas Lorenzo Capece, en su condición de presidente de La COVIAR, reseñó que “desde 2005 trabajamos para ejecutar los objetivos del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola, PEVI2020, que después de intensos debates el Congreso Nacional sancionó la Ley 25.849, promulgada oportunamente por el Presidente Néstor Kirchner, dando origen a la COVIAR”. Dijo que “se diseñaron las propuestas para una vitivinicultura moderna, socialmente inclusiva, con presencia federal en todo el oeste del vino y con objetivos de mediano y largo plazo que posicionen nuestros productos en los mercados mundiales, que defiendan el gran valor de nuestro mercado interno donde comercializamos el 75 % del vino argentino” y que, fundamentalmente, integre a la cadena vitivinícola a los pequeños productores, rescatándolos del aislamiento y del atraso, asociándolos a un proceso de renovación cultural y tecnológica, haciendo realidad su participación honesta y sustentable en la renta vitivinícola. Expresó que “somos pues, el destino asociado de 7 provincias, de más de 1.300 bodegas, de 21.000 viñateros y de 218.000 hectáreas de vid. desde Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta. Por sobre toda consideración, somos fuente genuina de empleo para más 130.000 almas, que conforman el quehacer vitivinícola”. Repaso Capece que “es bueno recordar que COVIAR se financia en un 75%, con aportes de la industria, además recibimos el apoyo de las Provincias, del Consejo Federal de Inversiones, del MAGYP, del INTA, del INV. del Prosap, del BID. Y el apoyo constante de la Cancillería y que los recursos se asignan con presupuesto aprobado a las líneas estratégicas que nos marca el Plan y la ejecución la realizamos a través de nuestras unidades ejecutoras”. Además expresó que “Vinos de Argentina (WOFA) ejecuta la promoción en el mercado externo. Si les digo que los recursos son insuficientes, van a sonreír, pero como empresario les aseguro que cada peso en promoción se multiplica por 10, dada la profesionalidad, experiencia y eficacia de este equipo; y el tesón y sacrificio que demostraron nuestros empresarios. Más de 300 acciones promocionales en todo el mundo y la puesta en valor del Día Mundial del Malbec (17 de abril de 2011) dan crédito a mis palabras”. Capece manifestó además que “cuando el Plan se puso en marcha la Argentina exportaba 370 millones de dólares. En 2011 exportó más de 1.100 millones de dólares. Téngase presente que las exportaciones de la vitivinicultura son mano de obra intensivas y en tal sentido no son equiparables a las exportaciones de las materias primas de la pampa húmeda”. Dijo también que “el Fondo Vitivinícola de Mendoza es la unidad ejecutora de la promoción del consumo en el gran mercado interno argentino; junto a quien hemos logrado la histórica declaración: Vino Argentino Bebida Nacional. El mercado interno es nuestro sustento. Sin él, la vitivinicultura argentina se debilitaría inexorablemente”. Reveló que el Vino Argentino Bebida Nacional facturó en 2011, 10.000 millones de pesos en el Mercado Interno, Un 185% más que cuando el plan se puso en marcha, logrando atemperar la caída del consumo per cápita. Estos números a valor nominal, permiten también dimensionar este mercado y cómo sus dificultades impactan en toda la cadena. Pero también significan la posibilidad de multiplicar los puestos de trabajo, la calidad de vida en la región y el aumento de la movilidad social. En su mensaje expresó que “el trabajo mancomunado, de diálogo y consenso permanente, que realizamos con el Ministerio de Agricultura de la Nación, generó medidas que impactaron positivamente en nuestra cadena. Como la baja de los derechos de exportación en un 50% para la uva de mesa y pasas”. Con la Secretaría de Agricultura familiar de la Nación, se logró que la devolución del 50% de los derechos de exportación se asigne al financiamiento de Proyectos destinados a los productores más vulnerables, que en el marco del PEVI administran los gobiernos provinciales. Se han renovado, desde que el Plan se puso en marcha, más de 13.000 hectáreas con variedades de alta calidad enológica en función de la demanda a largo plazo. Invertimos en investigación, desarrollo e innovación. En redes de estaciones meteorológicas y laboratorios de última generación; en el programa de Estándares de calidad de uva y el de Capacitación para la elaboración del Mosto Argentino. Dijo que “se ha puesto en marcha el Observatorio Vitivinícola que procura que la información llegue a todos inmediatamente. No es un dato menor, en un sector en el que hasta no hace mucho la información y los datos necesarios para la toma de decisiones solía estar en manos de unos pocos”. Expresó que “la Asociación ad hoc de Pequeños y Medianos Productores coordinó el primer Simposio internacional de vitivinicultura. Como todos los años insistimos: la calidad y mejora continua es un desafío al que no renunciaremos”. Puso de manifiesto que “estamos trabajando con Brasil, Uruguay y Bolivia, cuyos representantes hoy nos acompañan y a quienes agradecemos su presencia, para integrarnos en una iniciativa conjunta que sirva para la consolidación de nuestros mercados de cercanía, en esta América Latina que soñamos grande e inclusiva. Manifestó que con la ayuda del Gobierno Nacional, que otorgó 50 millones de dólares provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo, la COVIAR a través de la Asociación Ad Hoc de pequeños productores, ha concretado ya el primer ciclo del PROVIAR, Programa Integración de Pequeños Viñateros a la Cadena Vitivinícola y acaba de abrir la segunda etapa. En este sentido, recordó que “al cierre de 2011, el Proyecto de Integración había conseguido asociar a 92 grupos que suman 1.820 viñateros de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Córdoba, Tucumán y Salta – más de 9.000 hectáreas- integrándolos por contrato de 10 años a sus respectivas bodegas y establecimientos”. Capece también informó que “se han aprobado Aportes no reembolsables a Pequeños Productores por un valor de U$S 25 millones. En cada grupo, el Programa subsidia no sólo la renovación de la viña y la mejora en la bodega, sino que pone a disposición de los grupos, un ingeniero que coordina la renovación que viñateros y bodegueros afrontan en esta etapa”. Manifestó que “este proyecto no es un subsidio clásico: implica básicamente un cambio cultural, de asociación, de renovación del esfuerzo productivo y de intenso cambio tecnológico. Tenemos en ejecución 22 proyectos que se desarrollan en más de 30 unidades ejecutoras. Capece expresó ante los presentes que “nadie en esta mesa trabaja por el futuro ignorando el presente difícil de muchos productores y bodegueros. Confiamos para ello en las políticas de apoyo que acuerdan los gobiernos provinciales con las entidades de viñateros y bodegueros para afrontar la coyuntura”. Mencionó entre ellos “los operativos del mosto, para aprovechar el mercado mundial del concentrado y sostener los precios de las uvas y los vinos básicos. Como los créditos para cosecha y acarreo y la asistencia para quienes enfrentan la rigurosidad del clima y sus contingencias”. En la parte final de su mensaje manifestó “los que hemos hecho de la crianza del vino una manera de vivir, estamos convencidos de que este es el camino para la construcción de la nueva vitivinicultura, moderna e inclusiva”, para hacer hincapié “no olvidemos “al consumidor”, que es el que sostiene los mercados” ya que “si no entendemos esto, deberemos dedicarnos a “otra cosa”, por lo que “creemos que la virtud del plan es la construcción de consenso y concertación de estrategia conducente, lo que le da legitimidad y eficacia”.
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