martes, 16 de octubre de 2012

INTI: "DESARROLLAN UN INSUMO DE INTERÉS PARA LA INDUSTRIA DEL CUERO".

Técnicos del INTI desarrollaron polvo de piel, un producto que se utiliza para realizar ensayos de control en la industria del curtido, que hasta ahora no se producía a nivel local y cuya importación está restringida. El polvo de piel será utilizado en los laboratorios de las curtiembres para realizar principalmente ensayos de control de sustancias curtientes. El polvo de piel es un producto de alto valor agregado en la industria del curtido, utilizado para realizar ensayos en los que se evalúa el poder curtiente de ciertas sustancias, algunas de ellas obtenidas a partir de extractos vegetales, que se emplean para el curtido o recurtido del cuero. En Argentina su importación se encuentra restringida como consecuencia de los controles sobre los materiales orgánicos de origen animal vacuno. Por esta medida, y ante la falta del insumo, los productores locales se vieron imposibilitados durante años de realizar determinados ensayos sobre los materiales utilizados. En este escenario, y por solicitud de una empresa argentina, técnicos del Centro INTI-Cueros de la localidad de La Plata desarrollaron bajo normativas internacionales polvo de piel cromada para ser utilizado a escala de laboratorio en reemplazo del cuero. Los técnicos del INTI trabajaron sobre una tecnología de proceso que permitió obtener a partir del descarne vacuno (la parte del cuero que estuvo en contacto con el interior del animal), un polvo de piel que cumple con la norma ISO de ensayos químicos y análisis cuantitativos de agentes curtientes (ISO/DIS 14088 - IULTCS/IUC 32). El desarrollo podría abastecer a las curtiembres locales y de los países limítrofes, un detalle no menor si se tiene en cuenta que en la actualidad Alemania es el principal proveedor mundial de este material y vende el kilo de polvo de piel a unos 300 euros. Según indica el ingeniero Luis Goya del Centro INTI-Cueros: "Al producir localmente el polvo de piel, el costo final del insumo se reduce aproximadamente un 30%". El desarrollo se realizó integralmente en la planta experimental del Centro INTI-Cueros y se prevé su transferencia a la industria local. Según la Cámara de la Industria Curtidora, en Argentina existen unos 200 establecimientos fabriles, que están capacitados para procesar anualmente más de 16 millones de cueros vacunos. La industria curtidora se concentra en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, aunque existen establecimientos en San Luis, Mendoza, La Rioja, Salta, Córdoba, Chaco, Corrientes, Formosa y Entre Ríos.

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