El Indec estimó que tanto el costo de la canasta básica de alimentos que define el umbral de indigencia, como la básica total que incluye servicios esenciales, y determina el límite de pobreza, subieron 0,75% en octubre. Coincidió con el aumento de los precios al consumidor. De este modo, para el organismo oficial de estadística una familia necesitó en el último mes un ingreso mínimo de $713,01 para no ser considerado indigente. Equivale a disponer $5,94 diarios por persona. Mientras que quién con su esfuerzo, o con el cobro de subsidios, logró percibir $1.587,61 pudo escapar de la línea de pobreza, significó un ingreso diario por integrante del hogar de $13,23, para atender las necesidades de alimentos y de servicios esenciales. Pese a la coincidencia en el mes de la tasa de aumento mensual de esas canastas básicas, persistió una enorme brecha entre las tasas anual de inflación que para el Indec fue 10,2%, y las correspondientes a la CBA que se ubicó en 14,6% y para la CBT 15,6 por ciento. En esto casos se cumple lo que ya detectó la ciencia económica que “la inflación siempre afecta más a las personas de menos ingresos que a los que logran más”.
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