¿Hay algo en la Argentina que favorezca especialmente la corrupción?.
¿Es quizás el mal funcionamiento de algunas Instituciones, como la Justicia o las Fuerzas de seguridad que usan sistemas pocos eficientes para investigar delitos complejos?.
La falta de transparencia es condición esencial para que la corrupción se arraigue en un sistema político y afecte el funcionamiento de las instituciones.
Más pesimistas, más resignados, algunos creen que se trata principalmente de un problema cultural, que se relaciona con la educación y el valor de la palabra y con ciertas conductas aceptadas en nuestra sociedad.
Los affaires de corrupción de funcionarios y Empresas, se sucedieron casi sin cesar durante el gobierno de Carlos Menem, mientras el sueño del 1 a1 hacia que los Argentinos viajaran por el mundo, sin preocuparnos por los robos locales.
Un gobierno no es transparente por que publique las decisiones en el Boletín Oficial.
La transparencia no es una panacea que elimina por arte de magia la corrupción, si no un antídoto que genere incentivos para que los funcionarios ajusten su conducta a la ley y se comporten honestamente.
Actos de corrupción se han producido en todos los países, con los más diversos sistemas políticos, la diferencia estriba en la forma en que la sociedad y las instituciones reaccionan frente al enriquecimiento ilícito de los funcionarios, la malversación de fondos públicos o la "compra" de decisiones o beneficios.
El gobierno del ex gobernador Maza no fue la excepción, con la adopción de mecanismos que dificultaron la determinación de responsabilidades o tornaron invisibles a los que tomaron decisiones, dejando expuestos a funcionarios de cuarta categoría y dificultando el seguimiento de la "ruta del dinero", la indiscrecionalidad en materia de asignación de subsidios, la transformación de la emergencia en regularidad, para justificar trámites especiales, contrataciones directas, excepciones a las leyes, beneficios fiscales, la proliferación de regulaciones que aumentaron el poder de intervención de sus funcionarios en la actividad económica de la provincia, la identificación de controlados y controladores, el ocultamiento de la realidad a través de la manipulación de las estadísticas oficiales,(como suceden con el Indec), la impunidad, consecuencia directa de la lentitud de los procesos y el deterioro de la independencia de la justicia.
Los Riojanos nos sentimos sorprendidos cuando el ex gobernador, denuncia a través de los medios de prensa, de que este gobierno actual es corrupto.
La pregunta sería: ¿y que paso en su gestión?.
Pasaron casi doce años de su gobierno, en donde las pocas voces que se elevaron para marcar algún acto de corrupción, automáticamente fueron acallados, y quizás por eso los Riojanos nos acostumbramos a que la corrupción encuentra su caldo de cultivo en un contexto cultural, caracterizado por la anomia y la tolerancia a los corruptos con el argumento de "roban pero hacen", debemos entender de que los funcionarios públicos, los dirigentes políticos no son habitantes de un planeta llamado korrupton, si no, producto de una cultura enque lo que es del estado, es de nadie y lafunción pública no es un servicio, si no una oportunidad individual, el ascenso estelar que en otros terrenos les niega la vida.
Hoy es una gran oportunidad, para quienes gobiernan de poner un poco de transparencia por el bien de la clase política y dirigencial de cara a estas elecciones del 19 de Agosto.
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