domingo, 29 de julio de 2007

MENEM RECORDO SU CANAL FEDERAL PARA LA PROVINVICIA DE LA RIOJA

Menem vuelve a la carga con el controvertido Canal Federal. El proyecto original acordado tendría una extensión de 523 kilómetros, beneficiará un área estimada de 2.407.000 hectáreas y demandará una inversión superior a los 190 millones de dólares, sin contabilizar obras complementarias por otros 200 millones, como mínimo. El ex presidente afirmó que “vamos a construir el famoso Canal Federal que quedó inconcluso y vamos a convertir La Rioja en un vergel que no viva tan solo del Estado". Como candidato a gobernador, el ex presidente Carlos Menem dijo este sábado que se construirá el famoso Canal Federal “para convertir La Rioja en un vergel que no viva tan solo del Estado”. El proyecto original acordado tendría una extensión de 523 kilómetros, beneficiará un área estimada de 2.407.000 hectáreas y demandará una inversión superior a los 190 millones de dólares, sin contabilizar obras complementarias por otros 200 millones, como mínimo. Durante un acto en la localidad chileciteña de Nonogasta, Menem aseguró estar "trabajando para una Rioja productiva porque sabemos que nos hace falta agua y estamos trabajando en esa dirección”. En ese sentido, explicó que “San Luis nos va enviar agua para que la tierra árida empieza a producir” y afirmó que “vamos a construir el famoso Canal Federal que quedó inconcluso y vamos a convertir La Rioja en un vergel que no viva tan solo del Estado, sino del esfuerzo de cada uno de ustedes con ciencia y tecnología, ya pensábamos así cuando creamos las universidades y un montón de escuelas en todo el territorio nacional y provincial". En noviembre de 1999, antes de dejar la Presidente, Menem salió a defender la construcción del Canal Federal e insistió en que la obra se iniciaría antes de que concluyera ese año. En ese mes, el ex ministro de Economía, Roque Fernández, se resistió a ceder los avales para las obras. Desde Anillaco, donde brindó una conferencia de prensa, el Presidente en ese momento reconoció abiertamente, por primera vez, cuál es el eje de las discrepancias con su ministro en torno a este tema: Se procuraba evitar cualquier responsabilidad desde el punto de vista penal. Además del Canal Federal, por esos días habría otras obras que iban avanzar, como los dragados de los ríos Paraná y Uruguay. De acuerdo con las cláusulas que diseñó Fernández, la cesión de los avales del Estado se haría recién una vez que estén terminadas las obras, que deberían hacerse en dos etapas. Esta exigencia figura en el convenio de financiación que propuso Economía a los constructores. Determinaría que los avales se cederán contra la recepción provisoria de las obras y que las garantías sólo podrán hacerse efectivas una vez pasados 12 meses de la entrega de los trabajos. Esto significaría que las garantías se emitirían en el 2003. En cambio, los constructores exigen que las garantías sean entregadas antes del inicio de las obras y sin los condicionamientos que impulsa Economía. Con las garantías estatales, los contratistas podrían obtener financiamiento privado en condiciones más ventajosas. El Estado quedaría como garante y asumiría el riesgo de afrontar el pago de las deudas que no cancelen las empresas constructoras. Las obras del Canal Federal -que llevaría agua y riego a La Rioja y Catamarca- fueron adjudicadas a mediados de año a las firmas locales Techint y Roggio y a la brasileña Andrade Gutiérrez. El proyecto había sido rechazado por el Congreso a fines de 1998, cuando se aprobó el Presupuesto de 1999, sin la partida que pedía el Gobierno. Menem lo reflotó con un decreto de necesidad y urgencia que dejó la conducción del proyecto a cargo de María Julia Alsogaray. Las obras en juego preveían una inversión del Estado de 190 millones de dólares, que debería afrontar el próximo gobierno si los avales salía como pedían los empresarios. El argumento que esgrimieron los asesores de Roque Fernández para oponerse a lo que piden las empresas es que los términos de la adjudicación que negoció María Julia no se ajustan a los fijados en el decreto 21/99 que dio nacimiento al proyecto. Según Economía, ese decreto -que firmaron en enero de 1999 Menem y Fernández- sólo habilitaba el otorgamiento de los avales una vez que las obras estén terminadas y recibidas por el Estado. Pero también desató un conflicto con la provincia de Tucumán, ya que el acueducto deberá tomar el agua desde el dique del Río Hondo, a un costo superior del previsto en el trazado original, que arrancaba en las napas subterráneas del sur tucumano. El Canal Federal acordado tendría una extensión de 523 kilómetros, beneficiará un área estimada de 2.407.000 hectáreas y demandará una inversión superior a los 190 millones de dólares, sin contabilizar obras complementarias por otros 200 millones, como mínimo. El punto de arranque de este canal es el dique del Río Hondo, para lo cual será necesario construir un sistema complementario para bombear el agua hasta el canal. Desde allí, irrigará hacia el sudoeste las áreas de Nueva Esperanza y Laprida, al sudoeste de Santiago. El otro tramo está supeditado a la construcción de un embalse en la zona de El Bolsón, en la provincia de Catamarca. Ese embalse irrigará hacia el sur hasta llegar al nordeste de La Rioja. El proyecto original, que demandó al Consejo Federal de Inversiones un gasto de tres millones de dólares entre 1989 y 1996, tenía un trazado similar pero partía de una cuenca distinta. Nacía en el dique Villa Lola, sobre el río Medina, en el departamento tucumano de Ciniclasta y le hubiera exigido a la provincia la transferencia de 300 millones de metros cúbicos anuales. Si bien el proyecto arrancó en 1975, los principales jalones de la historia se concretaron a partir de 1988. Ese año, los gobernadores de La Rioja (el propio Menem), Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán acordaron impulsar el proyecto, que al año siguiente (Menem ya era presidente) fue refrendado como Sistema Interprovincial Federal, al que se sumó el entonces mandatario cordobés, Eduardo Angeloz. Cuatro años más tarde, en 1992, Menem firmó en Frías un acta acuerdo con las mismas provincias firmantes del SIF para encarar el proyecto definitivo del Canal Federal. El proyecto fue incluido en el Plan Quinquenal 1995-99, pero no fue lanzado. ¿El motivo? Todas las legislaturas de las provincias firmantes habían aprobado el acuerdo, con excepción de Tucumán.
Todo un contexto dentro de la decada menemista.

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