UN INFORME REVELA QUE LOS RIOJANOS ESTAN PREOCUPADOS POR SU FUTURO.

La gente no transmite mala onda, sino la realidad de un presente complejo, difícil, sacrificado y peleado, donde la base ya no parece aspirar al progreso sino, simplemente, a sobrevivir; aguantar hasta que pase la malaria que se muestra empecinada en permanecer. Aunque los últimos años del gobierno de Néstor Kirchner parecieron mostrar una Argentina distinta, con reactivación y crecimiento, desde diciembre hasta aquí -y mas allá del conflicto entre el gobierno nacional y el campo- todo parece haberse complicado, retrocedido y -al menos- estancado. La Rioja no es una isla aunque lo parezca y ese estado pesimista también se adueño de los riojanos, especialmente dependientes de la plata nacional y el empleo público por acción directa o indirecta. La consultora local Tendencias Argentinas interrogó a 350 personas de 20 barrios capitalinos, entre 20 y 70 años, con distintas actividades laborales, clase social y estudios. Le preguntó a la gente como había percibido, en cuanto al trabajo y su propia economía, el primer semestre del año. El 70,3 por ciento consideró que su situación laboral y económica "empeoró" entre enero y junio del corriente año, mientras un 15,6 por ciento aseguró que todo "se mantuvo igual". Un 6,1 por ciento consideró que su situación "mejoró en ambos aspectos". Finalmente un 7,8 por ciento dijo que su situación "mejoró parcialmente en algún aspecto" laboral o económico. Del total de los entrevistados, el 85 por ciento tienen vinculación directa o indirecta con el Estado, por ser empleados públicos o familiares de agentes estatales o porque su actividad privada guarda relación con el circuito económico que genera y sustenta el Estado provincial. De hecho, el 92 por ciento de los consultados se mostró pesimista y desilusionado porque considera "insuficiente" el aumento salarial inferior al 20 por ciento dispuesto por el gobierno y porque, al parecer, será el único del año. "En las preguntas contextuales, los entrevistados mostraron cierta desazón porque la situación laboral de La Rioja no cambia ni muestra signos de evolucionar; con empleos sin futuro, con bajos salarios entrampados por la inflación y escasas oportunidades de progreso", dijo Tendencias Argentinas en el resumen informativo.