FINALMENTE LA TAN MENTADA OPOSICIÓN QUEDO EN LA NADA.

Que hay que terminar con los personajes que se postulan hace 25 años. Que la boleta única es la única forma de ofrecer transparencia y fortalecer la democracia. Que las elecciones abiertas y simultáneas serían el camino ineludible para llegar a los comicios legislativos de este año de la mejor manera. Que el Estado provincial debe crear un fondo para financiar la actividad de los partidos políticos. Estas y otras tantas propuestas fueron paridas no hace más de tres meses aquí, en la Capital riojana, por quienes en su momento posaron para la que parecía ser “la foto del verano”: Luis Agost Carreño, ex intendente riojano y actual referente del PRO macrista. Guillermo Galván, ex concejal y funcionario del PAMI, titular de la UCR Capital. Graciela Dáscola, docente, referente de ARI. Gabriel Martín, vocal del Tribunal de Cuentas, cara visible del yomista Frente con Todos. Este encuentro duró lo que dura un verano, y se comenzó a disolver cuando se acercó el momento de definir las candidaturas a diputados nacionales. Y aquí se dio algo curioso, ya que en el momento de cierre de recepción de las alianzas electorales (producido en la noche del martes) no sólo no se conformó esta promocionada unión opositora, sino que además cada uno de los cuatro partidos involucrados decidió conformar su propia alianza. Así, la UCR se anotó con su Frente Cívico y Social. El ARI juntará sus votitos con los de Democracia Cristiana en el Frente Cívico Riojano. El PRO con el Movimiento Provincial de Unidad irá con su espacio Propuesta Para el Cambio. Y finalmente, el yomista Frente con Todos cerrará filas con el oficialista Frente Justicialista del Pueblo (integrado además por el PJ, el Norte Grande y el Frente del Pueblo). A estas cuatro alianzas inscriptas en la Justicia federal para competir por las dos bancas a diputado nacional, se le sumará el Encuentro Popular Riojano (integrado por el Partido Comunista, Partido Intransigente y Partido Humanista). La unidad quedó lejos. Las candidaturas parecen haber sido la piedra de la discordia, en un momento histórico –si se quiere- en el que se hace casi indispensable mostrar proyectos alternativos serios, abarcativos y generosos, que trasciendan la egoísta coyuntura de una banca en el parlamento.