lunes, 13 de julio de 2009

EXPERTOS ANTICIPAN UN 30% MENOS DE COSECHA EN LA RIOJA.

Al inicio de la crisis financiera internacional, a mediados del año pasado, el sector olivícola se presentó como el más afectado de la economía regional por la caída vertiginosa de los mercados, la prórroga de los pagos y la pérdida de competitividad. Hoy con el panorama aún complicado, la olivicultura confía en poder recuperarse en lo que queda del año si a nivel nacional se toman políticas proactivas respecto al cultivo. Aunque la cosecha de este año arrojó un 30 por ciento menos que el año pasado, según los números que maneja la Cámara Olivícola de La Rioja por información aportada por sus socios, igual los productores locales no consideran que están ante un año malo ni negativo para su actividad. Esto a pesar de los índices negativos que advierten otras plazas como Catamarca con una caída del 70 por ciento de la actividad o el Norte de la provincia de Córdoba afectada por una plaga que causó estragos en varias plantaciones de Cruz del Eje. La cifra de la cosecha alcanzaría las 70 mil toneladas de aceitunas repartidas entre un 75 por ciento de variedades para mesa y el resto para aceite. No obstante en la provincia reconocen que hay productores que "este año directamente no cosecharon" debido a las condiciones del mercado, ya sea porque no abundaron las oportunidades de comercialización o porque los precios que se ofrecían no eran buenos; y también por las variaciones de temporalidad que presenta el cultivo caracterizado por la alternancia de años de alta productividad y otros de baja. En esta etapa el Gobierno provincial hizo una tarea de contención desplegando herramientas para financiar a los pequeños y medianos productores del Valle de Arauco donde la actividad se reparte entre las grandes plantaciones y las parcelas reducidas. De las cuatro regiones productivas que tiene la provincia, la que mejores resultados obtuvo este año fue la zona de Chilecito con una muy buena cosecha, en tanto que en Aimogasta los resultados fueron más austeros pero no malos y en la Capital hubo una cosecha escasa debido a que las plantaciones fueron afectadas también por heladas extensas que comprometieron la subsistencia de las plantas. El principal problema que sigue incidiendo en forma negativa en el sector olivícola es la política cambiaría adoptada a nivel nacional con un dolar bajo y un inflación alta que acarrea un alza en los costos de producción difícil de resolver.El año pasado hubo productores que por este tema se plantearon un esquema no competitivo en este marco. Pero hoy varios confían en mejorar las condiciones. "Somos optimistas respecto al futuro de la olivicultura en la provincia, y como todos los sectores económicos de la Argentina estamos esperando para que se confirmen nuevas inversiones", indicó en este rumbo el gerente de la Cámara Riojana Orlando Barros. El dirigente explicó que los problemas que afectan a los productores catamarqueños es porque la provincia vecina no tiene diversificada su producción como La Rioja. En Catamarca la caída de la cosecha obedece a que el perfil adoptado es netamente aceitero, con un 80 por ciento de superficie implantada con variedad alberquina y la mayoría de las fincas sin fábricas de extracción de aceite, lo los hace mas vulnerables en el mercado a la hora de defender precios. Asimismo Barros explicó que el estatus sanitario de las plantaciones en la provincia es bueno a pesar de que existen focos controlados de pestes como la cochinilla o los eriófidos. En este sentido dijo que la situación de los productores de Córdoba preocupa a todo el sector y que la presencia de cochinilla de la yema en Cruz del Eje no es una ventaja comparativa para los riojanos porque las producciones de San Juan, Catamarca, La Rioja y Mendoza se movilizan de establecimientos de una provincia a otra.

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