ANIBAL FERNÁNDEZ NINGUNEÓ A MENDOZA Y RATIFICÓ LA PROMOCIÓN INDUSTRIAL.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se encargó de hacer volar por los aires todas las expectativas de la dirigencia mendocina de encontrar una solución política (entiéndase un acuerdo) a la prórroga de la Promoción Industrial destinada a cuatro provincias argentinas, entre las que se encuentra La Rioja. En su paso por el Senado nacional, el funcionario reconoció que el decreto 699/2010 de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no sólo constituye una extensión de los beneficios fiscales a las fábricas que desde hace 31 años gozan de los mismos, sino que implica un nuevo régimen de promoción ya que permitirá otorgar nuevos cupos. Además, aclaró que el decreto no sólo alcanza a La Rioja sino también a San Juan, San Luis y Catamarca. Las expectativas del Gobierno provincial estaban cifradas en que la Casa Rosada escuchara la queja de Mendoza y, atendiendo a que en los considerandos del decreto 699 se habla únicamente de la situación de emergencia por la que atraviesa La Rioja, la nueva promoción quedara acotada a esta provincia y excluyera a San Juan y San Luis. Quien interrogó sobre el tema al jefe de los ministros K fue el senador radical Ernesto Sanz, que le pidió a Fernández que dilucidara, ya que es cofirmante del decreto, si se trata de un nuevo régimen promocional y si San Juan, San Luis y Catamarca podían adherir al mismo (ya lo hizo La Rioja). “El decreto 699 fija un régimen de promoción con características muy particulares. No es la copia de lo que venía sucediendo hasta este momento. Aquí hay exigencias y situaciones por cumplir. No es para una sola provincia. Es para el resto de las provincias, pero con determinadas condiciones que tienen que cumplirse y que van a tener -para eso- que firmarse los convenios pertinentes, en tanto y en cuanto se acepten esas condiciones que exige”, respondió Aníbal. Luego de que Fernández ratificó los peores temores de Mendoza sobre el amplio alcance del decreto 699, Sanz le preguntó cuál será la respuesta del Gobierno nacional a Celso Jaque, quien solicitó a la Casa Rosada la derogación del decreto. “No estoy al tanto de esa expresión del Gobernador de Mendoza”, respondió brevemente el jefe de Gabinete. Otro senador por Mendoza, el justicialista Adolfo Bermejo, intervino y le explicó a Fernández que la Provincia presentó ayer un pedido de inconstitucionalidad del decreto 699 ante la Corte Suprema y lo acompañó de una medida cautelar para que se frene la aplicación del mismo. “Estas acciones fueron consensuadas el fin de semana por todas las fuerzas vivas de Mendoza y las presentaciones llevan la firma de 18 entidades empresariales de la provincia como Bodegas de Argentina, el CEM y la UCIM”. Sanz tomó entonces de nuevo la palabra y chicaneó a Fernández recordando que el lunes Jaque se reunió con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, a quien le pidió la derogación de la norma. “No estoy al tanto de esa reunión”, volvió a responder en seco el funcionario. Los tres senadores por Mendoza pusieron entonces el grito en el cielo. La cobista Laura Montero fue la primera en hablar con los medios. “Esto es de absoluta gravedad, no sólo porque (Fernández) confirmó la continuidad de la promoción en todas las provincias, sino porque desconoció las gestiones que está haciendo el Gobierno provincial. Le están dando la espalda a Jaque”, dijo. Sanz se mostró más molesto aún. “Estamos en el peor de los mundos como provincia. Acá hace falta más acción, más liderazgo y más unidad. Hay que generar un conflicto político de escala nacional, sumando a otros gobernadores que también son perjudicados como Jorge Capitanich (Chaco), Maurice Closs (Misiones), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Oscar Jorge (La Pampa). No entiendo por qué Jaque no está articulando con ellos, si yo fuera él instalaría hasta una carpa frente a la Casa Rosada”, sostuvo. En tanto, Bermejo se mostró más cauto. “Es bueno que el jefe de Gabinete nos haya visto a los tres senadores por Mendoza defendiendo a nuestra provincia, es un mensaje que deberá llevar a la Presidenta”, dijo, pero se mostró menos dramático que sus pares radicales.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se encargó de hacer volar por los aires todas las expectativas de la dirigencia mendocina de encontrar una solución política (entiéndase un acuerdo) a la prórroga de la Promoción Industrial destinada a cuatro provincias argentinas, entre las que se encuentra La Rioja. En su paso por el Senado nacional, el funcionario reconoció que el decreto 699/2010 de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no sólo constituye una extensión de los beneficios fiscales a las fábricas que desde hace 31 años gozan de los mismos, sino que implica un nuevo régimen de promoción ya que permitirá otorgar nuevos cupos. Además, aclaró que el decreto no sólo alcanza a La Rioja sino también a San Juan, San Luis y Catamarca. Las expectativas del Gobierno provincial estaban cifradas en que la Casa Rosada escuchara la queja de Mendoza y, atendiendo a que en los considerandos del decreto 699 se habla únicamente de la situación de emergencia por la que atraviesa La Rioja, la nueva promoción quedara acotada a esta provincia y excluyera a San Juan y San Luis. Quien interrogó sobre el tema al jefe de los ministros K fue el senador radical Ernesto Sanz, que le pidió a Fernández que dilucidara, ya que es cofirmante del decreto, si se trata de un nuevo régimen promocional y si San Juan, San Luis y Catamarca podían adherir al mismo (ya lo hizo La Rioja). “El decreto 699 fija un régimen de promoción con características muy particulares. No es la copia de lo que venía sucediendo hasta este momento. Aquí hay exigencias y situaciones por cumplir. No es para una sola provincia. Es para el resto de las provincias, pero con determinadas condiciones que tienen que cumplirse y que van a tener -para eso- que firmarse los convenios pertinentes, en tanto y en cuanto se acepten esas condiciones que exige”, respondió Aníbal. Luego de que Fernández ratificó los peores temores de Mendoza sobre el amplio alcance del decreto 699, Sanz le preguntó cuál será la respuesta del Gobierno nacional a Celso Jaque, quien solicitó a la Casa Rosada la derogación del decreto. “No estoy al tanto de esa expresión del Gobernador de Mendoza”, respondió brevemente el jefe de Gabinete. Otro senador por Mendoza, el justicialista Adolfo Bermejo, intervino y le explicó a Fernández que la Provincia presentó ayer un pedido de inconstitucionalidad del decreto 699 ante la Corte Suprema y lo acompañó de una medida cautelar para que se frene la aplicación del mismo. “Estas acciones fueron consensuadas el fin de semana por todas las fuerzas vivas de Mendoza y las presentaciones llevan la firma de 18 entidades empresariales de la provincia como Bodegas de Argentina, el CEM y la UCIM”. Sanz tomó entonces de nuevo la palabra y chicaneó a Fernández recordando que el lunes Jaque se reunió con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, a quien le pidió la derogación de la norma. “No estoy al tanto de esa reunión”, volvió a responder en seco el funcionario. Los tres senadores por Mendoza pusieron entonces el grito en el cielo. La cobista Laura Montero fue la primera en hablar con los medios. “Esto es de absoluta gravedad, no sólo porque (Fernández) confirmó la continuidad de la promoción en todas las provincias, sino porque desconoció las gestiones que está haciendo el Gobierno provincial. Le están dando la espalda a Jaque”, dijo. Sanz se mostró más molesto aún. “Estamos en el peor de los mundos como provincia. Acá hace falta más acción, más liderazgo y más unidad. Hay que generar un conflicto político de escala nacional, sumando a otros gobernadores que también son perjudicados como Jorge Capitanich (Chaco), Maurice Closs (Misiones), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Oscar Jorge (La Pampa). No entiendo por qué Jaque no está articulando con ellos, si yo fuera él instalaría hasta una carpa frente a la Casa Rosada”, sostuvo. En tanto, Bermejo se mostró más cauto. “Es bueno que el jefe de Gabinete nos haya visto a los tres senadores por Mendoza defendiendo a nuestra provincia, es un mensaje que deberá llevar a la Presidenta”, dijo, pero se mostró menos dramático que sus pares radicales.
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