Será fundamental el acompañamiento de Beder Herrera para que el oficialismo logre las bancas en el Congreso de la Nación. El radical Martínez tiene la experiencia de haberle arrebatado la banca a Griselda Herrera en el 2009. Hablar de un triunfo de Menem no es descabellado siempre que haya intendentes y diputados que trabajen por el ex presidente. El oficialismo camina en la cornisa ante las elecciones legislativas de octubre. Eso entusiasma a los sectores que lideran Ángel Maza y Julio Martínez, muy golpeados por la derrota ante Luis Beder Herrera. Tres encuestas oficialistas coinciden en lo mismo: que quienes quieren ser candidatos en octubre son pocos conocidos y por eso, la Casa de Gobierno deberá trabajar mucho, aunque su deseo es quedarse con todo. Por ser la vicegobernadora, Teresita Luna, pica en punta con presencia en la Capital y mucho menos en el interior. Jorge Yoma es conocido por su larga trayectoria política, pero es una incógnita si el electorado le dará el voto. Teresita Quintela tiene preponderancia en el sector de su hermano, pero de allí en más es muy baja su presencia. Ni hablar de Mario Guzmán Soria, quien tiene el 1 por ciento de conocimiento. Por ese motivo, será vital y fundamental el acompañamiento de Luis Beder Herrera para que sus candidatos logren bancas en el Congreso de la Nación, en donde se pone en juego tres senadurías y tres diputaciones nacionales. El radical Martínez tiene la experiencia de haberle arrebatado la banca a Griselda Herrera en el 2009 cuando el aparato oficialista no pudo evitar que llegara a la Cámara Baja y así juró el mismo día que Jorge Yoma. Con esos números, Maza –ex gobernador y tercero en las últimas elecciones- recobra fuerzas para disputar el poder, ahora en la esfera legislativa. Cree que su campaña la hizo cuando intentó retornar a la Casa de Gobierno y en esta oportunidad, deberá solo regresar para dejar su propuesta con un gran de conocimiento. Aunque en este marco aparece la figura de Carlos Menem, quien reiteró que buscará la reelección en el Senado. No tiene estructura, fiscales ni nada, pero si mucho afecto que ningún político lo tiene en estos momentos. Por lo cual, detrás de él estará la mano de la Casa de Gobierno, con el fin que Martínez y/o Maza no perturben las pretensiones oficialistas que llegar con hombres leales a la causa. Entonces hoy hablar de un triunfo de Menem no es descabellado siempre que haya intendentes y diputados que trabajen por el ex presidente, cuya orden podría ser emanada desde el comando bederista. En La Rioja las elecciones legislativas son un capítulo muy distinto a las provinciales, ya que aquí queda de lado la relación política con el gobierno nacional, y el mensaje permanente que no se puede tener otro signo partidario en la provincia. Eso ha sido muy bien vendido y por la escasez de oferta opositora, Luis Beder Herrera llegó al 67 por ciento de los votos. Casi siempre, en las legislativas la verdadera oposición se lleva su tajada de poder, que los retroalimenta para ilusionarse de que algún día podrán comandar los destinos de la provincia. Lo cierto es que hoy –sin la mano del Gobernador- el oficialismo está en las mismas condiciones que la oposición. Si Beder Herrera pone las cosas en su lugar y desembarca Cristina, la cosa cambiará.
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