ANTE CAÍDA DE LOS PRECIOS, EL GOBIERNO APOYA A PEQUEÑOS PRODUCTORES OLIVÍCOLAS

El Gobierno Provincial, a través de la Secretaría de Agricultura, sigue implementando una serie de medidas tendientes a apoyar a los productores olivícolas ante la caída de los precios de sus productos.Tras la declaración de la emergencia del sector olivícola provincial para la producción de aceite y aceituna de mesa, la directora de Sanidad Vegetal, Marcela Huergo y el técnico Jorge Pérez detallaron los factores que provocaron esta crisis y las medidas ejecutadas y previstas para apoyar a los pequeños productores tradicionales. La Rioja es la mayor productora olivícola del país, y actualmente existen unas 30.000 hectáreas de olivo en nuestro territorio. Fundamentalmente, “se busca que el productor tenga el mejor producto posible para poder competir y enfrentar esta circunstancia de la mejor manera”, afirmó Huergo. En este marco, la Secretaría de Agricultura apoya a diferentes grupos de productores a fin de que “puedan agregar valor a sus productos y acceder a mejores precios”,  agregó. Un ejemplo de ello es el convenio firmado con la Universidad Nacional de La Rioja, para la elaboración de aceite de oliva. Está línea de trabajo también permite que el productor pueda esperar una mejora de los precios y evitar desprenderse de sus aceitunas en tiempos menos favorables para su rentabilidad. La funcionaria explicó que estamos ante una crisis internacional generada por el incremento de stock de los productos del sector, especialmente en Europa y anticipó que estas dificultades se extenderán, por lo menos, durante un par de años.  Esta situación se agrava aún más cuando la mayor parte de la producción nacional se exporta, explicó. Ante esta situación, el Gobierno compensó el precio de la aceituna a unos 1.500 muy pequeños productores de la provincia y reformuló su Programa de Sanidad del Olivo a fin de “paliar algunas plagas que se vienen desarrollando en ciclos que antes no estaban presentes”, dijo Pérez. La Secretaría de Agricultura implementa acciones orientadas a la lucha y el control de plagas como el eriófido, las cochinillas y la mosca blanca. La ingeniera Huergo indicó que el Gobierno provee insumos, combustible, mano de obra y la logística para que estas acciones se lleven a cabo. Este trabajo también se articula con los Municipios y las Asociaciones de Productores de cada localidad, beneficiando a unos 2.300 productores tradicionales. El plan consta de una campaña fitosanitaria que se ejecuta a lo largo del ciclo de cultivo y en este momento se está realizando un tratamiento invernal. “Según cómo se desenvuelvan las plagas está previsto desarrollar entre dos y tres aplicaciones a lo largo de la campaña”, explicaron. “Se trata de que los productores participen del Programa; de hecho, muchos de ellos aportan mano de obra y prestan maquinaria cuando la tienen. Sobre todo este es trabajo conjunto”, subrayó la directora. El eriófido produce del olivo produce una deformación del fruto y el ampollamiento de las hojas. El control de esta plaga debe hacerse después de la poda y antes de la brotación. La mosca blanca produce una disminución del rendimiento y debe controlarse en el otoño y la primavera. El olivo es un árbol perteneciente a la familia botánica Oleaceae y, dentro de esta familia, es la única especie con fruto comestible. Se trata de un árbol perenne y sus hojas suelen vivir dos o tres años. El fruto es la aceituna, de forma ovoide y sabor muy amargo. Una vez que ha llegado a la madurez, su pulpa es oleosa. El mejor aceite de oliva es el extra virgen consistente en el jugo natural de las aceitunas. Este producto conserva el sabor, las vitaminas, el aroma y todas las propiedades de este fruto. El aceite es el resultado de un proceso de molienda, amasado, centrifugación y decantación.