El primer saldo negativo de esta ruptura se verá este lunes en la reunión periódica del "Ente Cuyo Turismo' donde quedará formalizado el desprendimiento riojano. En tanto, fuentes sanjuaninas explicaron -por lo bajo- que el alejamiento respondería a que tanto Mendoza, San Luis y San Juan han fortalecido su crecimiento en estas más de dos décadas del pacto, mientras que la cuarta provincia en cuestión sigue sin descollar en la región. Cuando el 22 de enero de 1988 los gobernadores de San Juan, San Luis y Mendoza decidieron incluir a La Rioja en lo que sería desde ese momento el Nuevo Cuyo lo hicieron con el fin de que la región crezca en bloque. Luego de 24 años, la provincia comandada por Luis Beder Herrera decidió pegar el portazo -según fuentes oficiales de esa provincia- y volver "políticamente'' a la región del NOA, causando sorpresa ya que argumentan "similitudes culturales'' que la asemejan más al Norte que a Cuyo, siendo que la idea original de agregar a La Rioja planteaba objetivos comunes pero para el desarrollo económico de la región. El primer saldo negativo de esta ruptura se verá este lunes en la reunión periódica del "Ente Cuyo Turismo' donde quedará formalizado el desprendimiento riojano. En tanto, fuentes consultadas por Diario de Cuyo de San Juan explicaron -por lo bajo- que el alejamiento respondería a que tanto Mendoza, San Luis y San Juan han fortalecido su crecimiento en estas más de dos décadas del pacto, mientras que la cuarta provincia en cuestión sigue sin descollar en la región.Al mismo tiempo, otras voces apuntan a las políticas de Mendoza que, por ejemplo en orden a la Promoción industrial, van a contramano de los intereses de las demás provincias. ¿Qué está en juego? Por ejemplo San Juan tiene pendiente con La Rioja obras eléctricas -una línea de 500kV para unir todo el Corredor Sur-Norte- y viales que aún no ven la luz y aunque la relación hoy entre los gobiernos de una y otra provincia es buena, podría verse afectada cuando esa sintonía política tenga algún traspié. "'No deja de ser una sorpresa, no lo esperábamos. Igual estimamos que vamos a seguir trabajando en cosas comunes como lo es el tema olivícola, vitivinícola, minero y por supuesto de Promoción industrial, donde tenemos muchas cosas en las que las dos provincias debemos tirar para el mismo lado'', explicó el vicegobernador sanjuanino Sergio Uñac. Tan llamativa fue la abrupta salida del bloque regional, que ayer un dirigente de la industria vitivinícola se preguntaba "entonces, ¿para qué a inicios de este año fue parte del acuerdo regional por el mosto?''. En La Rioja le quitan dramatismo a la decisión y en este sentido, el secretario general de la Gobernación, Alberto Paredes Urquiza, dijo que no hay en el país una formalidad respecto a las regiones. La pertenencia de La Rioja al Nuevo Cuyo o al NOA fue una cuestión política. En los '80 se la incluyó en un marco de debate sobre la minería. Y agregó, La Rioja pertenece históricamente y culturalmente al Norte argentino. Compartimos con estas provincias las mismas tasas de desarrollo socioeconómico, lo cual significa que compartimos los mismos problemas. El empuje que tuvo el Nuevo Cuyo en sus principios, fue perdiendo vigor a medida que pasó el tiempo. Es decir que, tomado los lineamientos originales del pacto, apenas una parte es lo que las provincias trabajaron verdaderamente en bloque. Pero en el caso del turismo, el trabajo se plasmó en el último tiempo con un espacio que reúne intereses comunes de la región que se veían expuestos en el "Ente Cuyo Turismo', al punto que los gobiernos ponían dinero que, sumado a una ayuda nacional, permite la promoción en conjunto de la región. "'La relación con mis pares es muy buena. Esta es una decisión del Gobernador (Beder Herrera) que fue consensuada con todas las áreas, más un aval de nuestros diputados y que busca reafirmar el rumbo de La Rioja sin perder el vínculo con Cuyo'', contó a Diario de Cuyo de San Juan el secretario de Turismo riojano, Álvaro Del Pino.
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