ZELADA-DÁVILA: 12-2-1817 UNA GESTA CON HEROÍSMO Y AUDACIA.
La integración de la provincia de La Rioja con la Tercera Región de Chile, Atacama, una marcada política de Estado definida por el gobernador Beder Herrera, tendrá un renovado impulso desde el espacio histórico cuando se conmemore, este 12 de febrero, el ingreso de la columna libertadora sanmartiniana de Zelada – Dávila en el poblado de Copiapó, en 1817. Hoy Copiapó ya no es un poblado, sino una pujante ciudad de más de 150 mil habitantes, que ha entablado un vínculo fraterno con la provincia de La Rioja, que se afianzó a partir del 2010, el año del Bicentenario de la Patria, cuando se rememoró por primera vez esta gesta histórica a ambos lados de la Cordillera de Los Andes.El gobernador Beder Herrera tiene un marcado respeto por el pueblo de Copiapó, fundamentalmente porque “supo sobreponerse a todas las inclemencias que le tocó vivir, también han tenido muestras cabales de aquellas gestas históricas que estamos reivindicando, como la de Zelada y Dávila".En ese sentido, el mandatario riojano consideró que "San Martín y O`Higgins fueron los autores ideológicos, porque en la expedición principal y en las auxiliadoras, demostraron una excelente ingeniería militar" y resaltó que en esa ocasión "chilenos y argentinos estuvieron hermanados en un espíritu latinoamericano que nunca debemos perder". "Aquella enseñanza de la construcción de esa Latinoamérica, esa integración, fue el mensaje que quedó en el pueblo y en nuestros corazones, y la obligación del ahora es continuarlo, tratando de mejorar el nivel de vida de nuestros pueblos", sostuvo. Por otra parte, rescató el valor de "aquellos chilenos que acompañaron la expedición, demostrando el vínculo que ya nos unía, para que no se dispare un arma y se pueda liberar un pueblo, como lo hizo este ejército que también estuvo integrado por riojanos civiles que arriesgaron su vida por un motivo grande, la libertad de Chile y la Argentina, y el progreso de nuestros pueblos". "Por eso, bien vale la pena ir y reivindicar cada año esa gesta, porque prendieron en nuestros corazones aquellos sentimientos patrios de argentinos y chilenos, algo que no debemos olvidar nunca", concluyó.La historia señala que eran las primeras horas del 12 de febrero de 1817, cuando las tropas lideradas por Nicolás Dávila se dejaron caer sobre el poblado de Copiapó. Exactamente, a las 5 de la mañana, cuando apenas amanecía, el capitán Mateo Larrahona, natural de Copiapó, quien por esta razón fue designado guía de la expedición, dio el vamos al cuadro de vanguardia para ingresar en las desiertas y silenciosas calles de la villa, llegando a galope tendido hasta la actual Plaza de Armas, mientras daban gritos atronadores de ¡Viva la patria!.Alrededor de 40 soldados que ocupaban el cuartel fueron tomados prisioneros, junto con la incautación del armamento y documentación oficial. No pasó mucho rato hasta el instante en que fue hecho prisionero el subdelegado de la guarnición y las demás autoridades realistas. Luego, al cabo de unos días, vino todo un proceso democrático que terminó con la creación del cabildo y la designación del gobernador, don Miguel Gallo Vergara.La provincia de Copiapó, compuesta además por las comunas de Caldera y Tierra Amarilla, hace de la actividad minera, especialmente cobre, oro, plata, hierro y molibdeno, su gran fuerte, pero también desde su valle se exporta el mayor volumen de uvas de mesa del país trasandino, al que se suman papas, tomates, habas y coliflores. Chañaral, Diego de Almagro, Vallenar y Huasco, también son destinos cercanos y especialmente estos dos últimos se sumarán por primera vez a este homenaje, con actividades previstas el día miércoles 13.La ciudad formó parte del imperio Inca y fue fundada oficialmente el 8 de diciembre de 1744 por el gobernador José Manso de Velasco, bajo la designación de San Francisco de la Selva de Copiapó. En estas tierras se realizó la primera misa católica en Chile y el tramo de ferrocarril entre Copiapó y Caldera, inaugurado en 1851 fue el primero del país.En 1976, por el proceso de regionalización, se crea la III Región de Atacama, quedando Copiapó como Capital Regional.
La integración de la provincia de La Rioja con la Tercera Región de Chile, Atacama, una marcada política de Estado definida por el gobernador Beder Herrera, tendrá un renovado impulso desde el espacio histórico cuando se conmemore, este 12 de febrero, el ingreso de la columna libertadora sanmartiniana de Zelada – Dávila en el poblado de Copiapó, en 1817. Hoy Copiapó ya no es un poblado, sino una pujante ciudad de más de 150 mil habitantes, que ha entablado un vínculo fraterno con la provincia de La Rioja, que se afianzó a partir del 2010, el año del Bicentenario de la Patria, cuando se rememoró por primera vez esta gesta histórica a ambos lados de la Cordillera de Los Andes.El gobernador Beder Herrera tiene un marcado respeto por el pueblo de Copiapó, fundamentalmente porque “supo sobreponerse a todas las inclemencias que le tocó vivir, también han tenido muestras cabales de aquellas gestas históricas que estamos reivindicando, como la de Zelada y Dávila".En ese sentido, el mandatario riojano consideró que "San Martín y O`Higgins fueron los autores ideológicos, porque en la expedición principal y en las auxiliadoras, demostraron una excelente ingeniería militar" y resaltó que en esa ocasión "chilenos y argentinos estuvieron hermanados en un espíritu latinoamericano que nunca debemos perder". "Aquella enseñanza de la construcción de esa Latinoamérica, esa integración, fue el mensaje que quedó en el pueblo y en nuestros corazones, y la obligación del ahora es continuarlo, tratando de mejorar el nivel de vida de nuestros pueblos", sostuvo. Por otra parte, rescató el valor de "aquellos chilenos que acompañaron la expedición, demostrando el vínculo que ya nos unía, para que no se dispare un arma y se pueda liberar un pueblo, como lo hizo este ejército que también estuvo integrado por riojanos civiles que arriesgaron su vida por un motivo grande, la libertad de Chile y la Argentina, y el progreso de nuestros pueblos". "Por eso, bien vale la pena ir y reivindicar cada año esa gesta, porque prendieron en nuestros corazones aquellos sentimientos patrios de argentinos y chilenos, algo que no debemos olvidar nunca", concluyó.La historia señala que eran las primeras horas del 12 de febrero de 1817, cuando las tropas lideradas por Nicolás Dávila se dejaron caer sobre el poblado de Copiapó. Exactamente, a las 5 de la mañana, cuando apenas amanecía, el capitán Mateo Larrahona, natural de Copiapó, quien por esta razón fue designado guía de la expedición, dio el vamos al cuadro de vanguardia para ingresar en las desiertas y silenciosas calles de la villa, llegando a galope tendido hasta la actual Plaza de Armas, mientras daban gritos atronadores de ¡Viva la patria!.Alrededor de 40 soldados que ocupaban el cuartel fueron tomados prisioneros, junto con la incautación del armamento y documentación oficial. No pasó mucho rato hasta el instante en que fue hecho prisionero el subdelegado de la guarnición y las demás autoridades realistas. Luego, al cabo de unos días, vino todo un proceso democrático que terminó con la creación del cabildo y la designación del gobernador, don Miguel Gallo Vergara.La provincia de Copiapó, compuesta además por las comunas de Caldera y Tierra Amarilla, hace de la actividad minera, especialmente cobre, oro, plata, hierro y molibdeno, su gran fuerte, pero también desde su valle se exporta el mayor volumen de uvas de mesa del país trasandino, al que se suman papas, tomates, habas y coliflores. Chañaral, Diego de Almagro, Vallenar y Huasco, también son destinos cercanos y especialmente estos dos últimos se sumarán por primera vez a este homenaje, con actividades previstas el día miércoles 13.La ciudad formó parte del imperio Inca y fue fundada oficialmente el 8 de diciembre de 1744 por el gobernador José Manso de Velasco, bajo la designación de San Francisco de la Selva de Copiapó. En estas tierras se realizó la primera misa católica en Chile y el tramo de ferrocarril entre Copiapó y Caldera, inaugurado en 1851 fue el primero del país.En 1976, por el proceso de regionalización, se crea la III Región de Atacama, quedando Copiapó como Capital Regional.
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