BUSCAN QUE LA TRATA DE PERSONAS SE CONSIDERE DELITO CONTRA LA HUMANIDAD.

El secretario de Derechos Humanos de la provincia, Délfor “Pocho” Brizuela y su par de la Secretaría de la Mujer, Teresa del Valle Núñez, trabajarán juntamente para proponer que se tipifique a la trata de personas como un delito contra la humanidad.La iniciativa fue acercada por Nuñez al titular de DDHH de la provincia, en la mañana del miércoles. De la reunión surgió la necesidad de trabajar coordinadamente en una propuesta para que se declare a la trata de personas como “un delito contra la humanidad” y “de carácter imprescriptible”. Si bien se cuenta con la Ley Nº 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, y su modificatoria Nº 26.842, reglamentada a partir del año pasado, lo cierto es que esta Ley no contempla a esta grave violación a los derechos humanos y libertades fundamentales, como "un delito contra la humanidad", algo que según Núñez y Brizuela, debe ser incorporado de forma inmediata y sin preámbulos en el código penal. “Si bien la figura penal no puede ser exactamente delito de lesa Humanidad, ya que para ello el autor del crimen debe de ser el propio Estado, si se puede contemplar como delito contra la humanidad, y de esa forma adquirir un carácter imprescriptible”, dijo Brizuela. Así también contó que es un deseo del gobernador Sergio Casas avanzar en la imprescriptibilidad de este tipo de delito. Según contó el funcionario, la idea es trabajar en el marco legal asesorados por profesionales idóneos en la temática, como Bernardo Lobo Bugeau y Guillermo Díaz Martínez, quienes se desempeñaron como querellante de la Secretaría de DDHH de La Rioja, en la causa que investigó el asesinato del Obispo Angelelli en 1976, y presentar la propuesta a “nuestros diputados nacionales”, para que sea tratado y debatido en el Congreso. Brizuela recordó también la declaración del papa Francisco en el mes de junio pasado durante una conferencia internacional que mantuvo en el Vaticano con los jefes de policía de varios países, con el fin de iniciar una alianza de lucha contra el tráfico de seres humanos. En la ocasión el sumo pontífice declaró que “la trata de persona es un delito contra la humanidad y debe ser reconocido como tal”.