NONOGASTA: AZULAY PIDIÓ A SINDICATOS NO PONER EN RIESGO FUENTE LABORAL DE LA CURTIEMBRE.

El secretario de Ambiente de la Provincia, Santiago Azulay, junto a la comisión directiva del Centro Comercial e Industrial de Chilecito visitaron, el sábado último, la Planta de Tratamiento de Efluentes Industriales. En ese marco se pronunció acerca del conflicto entre el gremio SECALAR y la curtiembre de Nonogasta Curtume CBR S.A. Durante la visita, el funcionario provincial y comisión del Centro Comercial e Industrial se interiorizaron sobre la manera en que el total de los efluentes serán tratados con los filtros para cromo que se encargaron a Italia y que llegarán al país en el mes de diciembre próximo, oportunidad en que se procederá a la instalación de los mismos, quedando así concluido el tratamiento del total de efluentes. En la oportunidad, el titular de la cartera ambiental de la provincia se pronunció acerca del conflicto entre el gremio SECALAR y la curtiembre de Nonogasta Curtume CBR S.A., asegurando que los sindicatos deben ejercer su derecho constitucional sin poner en riesgo el trabajo de los empleados de la curtiembre. En este sentido, Azulay sostuvo que no son tiempos fáciles los que corren y la curtiembre le aporta a la economía regional de Chilecito entre sueldos, insumos, funcionamiento, combustible, lubricantes y otros bienes y servicios para los 800 trabajadores de la planta, alrededor de 22 millones de pesos mensuales. Por lo tanto, es un ingreso que posee efectos multiplicadores en la producción de bienes y servicios, y generador de rentas, y todo nuestro sector comercial depende en gran medida de ese aporte. Asimismo expresó que “celebro la defensa de los derechos constitucionales del trabajador, pero celebro aún más el trabajo, no sólo de los empleados de la curtiembre, sino de todos los empleados del sector privado, pero deben recordar que para que puedan ejercer el derecho a huelga, primero debe haber donde trabajar”. Para Azulay “las condiciones comerciales en el mundo no son las más favorables, la localización de la curtiembre a 1.200 kilómetros del puerto hace que los costos productivos de la misma sean elevados, debiendo traer la materia prima y volverla a llevar”. Señaló que “producir en estas condiciones es un verdadero desafío que deberá ser fruto del acompañamiento de todos los trabajadores y los sindicalistas, pues antes que el derecho laboral individual está la necesidad de garantizar la continuidad del puesto de trabajo de los 870 empleados”. Agregó que “como peronista, llevo grabado en mi ADN las conquistas laborales del Movimiento Nacional Justicialista que produjeron la reforma constitucional del 49 y que luego se concentraron en el art. 14 y 14 bis de la Constitución Nacional; pero la coyuntura social regional impone la necesidad de ejercer tales derechos con mesura, pues la prudencia y equilibrio jamás deben abandonarse cuando lo que está en riesgo es que 800 padres de familia queden en la calle, enfatizó el funcionario”. En esa línea, argumentó que “la soberbia y los excesos no son buenos compañeros en este tipo de cónclaves sociales. La sociedad en su conjunto más que nunca debe velar para que no veamos nuevamente una película que ya tuvo en vilo a todo Chilecito”. En aquel momento, “el Estado Provincial con anchas espaldas pudo sostener y acompañar a cada uno de los trabajadores, hoy por la mezquinad de muchos representantes de Fuerza Cívica que no acompañaron el reclamo de coparticipación, el Estado provincial no está en aquellas condiciones”. Por todo ello, Azulay concluyó que “más allá de los intereses sectoriales, se debe pensar y actuar en pos del bien común, que es el bien del mayor número, y en tal ecuación 60 mil chileciteños se verán directa e indirectamente perjudicados frente al posible cierre de una fábrica que no puede ser reemplazada hoy en Chilecito”.