Los gritos llegaban hasta la Plaza 25 de Mayo. Todos miraban el primer piso de la Casa de Gobierno, ya que allí se habían cruzado y muy feo Felipe Álvarez, ministro de Gobierno, y Ariel Puy Soria, secretario de Tierras, por un desalojo. Se desconocieron aunque hayan estado a pocos metros del despacho de su “jefe”, mientras entraba y salía gente, pero la discusión fue tan profunda, que hasta la querían terminar como “hombres”. Hasta que alguien coherente puso tranquilidad y quedó como una anécdota más, por lo menos cerca del hombre de la lapicera. Son los nervios propios y especialmente de Puy Soria, que ha sido el gran ausente de las últimas decisiones políticas del Gobernador, y se ha hecho ver poco en la finca de Anguinán, por un doble juego que lo llevó a estar en el banco de suplentes en las últimas dos semanas de la película política del oficialismo, en la que presenta a dos listas de cara a las elecciones del 23 de octubre. Es un clima también propio del oficialismo, ya que la polarización lleva a la puja interna, favorecido por la tibieza o mejor dicho la frialdad que ha demostrado la verdadera oposición para catalogarse como una alternativa para el electoral, en peleas entre Julio Martínez y Guillermo Galván, que solo han favorecido los deseos de Luis Beder Herrera. Y además quizás la ciudadanía se ha hartado de la oposición por la oposición misma y ante la falta de propuesta, por eso no cambia y lo respalda en cada elección, a quienes son gobierno desde el regreso de la democracia. Por lo cual, ha puesto en serio peligro de extinción al partido centenario, al mismo radicalismo, que tiene su sede permanentemente abierta pero vacía de contenido político y sin una brújula, contenta con siempre ser segunda, aunque ahora puede ser borrada pese a la rica historia. Así pasan los días y el oficialismo toma cuerpo en medio de rencillas que muchos consideran mínimas, pero también peligrosas, que hacen recordar la mala relación entre Beder Herrera y Ángel Maza, aunque el actual gobernador no es el hermano de Ada y Jorge, y Teresita Luna no es el hombre de Campana. Pero la histeria política de querer ser alguien que no es, para posicionarse como la “elegida”, ha puesto al gobierno con sonrisas que no son y broncas internas que en cualquier momento pueden transpirar, y comenzar a estar en el olfato de la sociedad. Los trabajos de “inteligencia” como en la época de la dictadura y las acusaciones de todo tipo que llegan a los despachos de los hiper kirchneristas, ya ofuscan al entorno bederista, que podría pagar con la misma moneda, por lo menos ya dio el primer paso para centralizar todos los recursos que ingresan a la provincia y que vayan a una sola cuenta, especialmente los ATN que envía Florencio Randazzo, quien quiere hacer política o mejor dicho interna en el patio de la finca de Anguinán. Del otro lado se relamen en reimpulsar la causa por el destino de los ATN que recibió la Vicegobernadora y que fue puesta al tapete por el radical Guillermo Galván, aunque hay otras ofertas dirigenciales para llegar hasta la Fiscalía. Lo peligroso es que ese tironeo podría llegar a la sociedad, que hasta hoy no ve debajo del agua, hasta que alguien anuncie el tsunami y pueda poner en riesgo todo lo construido. Es muy humorístico leer las notas adjuntas de los recortes periodísticos y sindicar que hay una campaña en contra de alguien, pero siempre se remarca que hay un juego para que Cristina pierda en La Rioja. A decir verdad poco y nada le interesa a la Presidenta los votos riojanos, lo que si le encanta es tener quórum en el Senado y que por esas cosas del destino lo han puesto a Carlos Menem como el voto 37. Si gana ya el voto será más caro. Solo un cimbronazo político podría darse si hay sorpresas el 23 de octubre con un crecimiento de Julio Martínez para hacer caer la estrategia oficial de las dos listas, pero el radical está muy lejos en el principal departamento que es la Capital, ya que sus bolsillos flacos no le permiten tomar un colectivo para recorrer los barrios. El chileciteño tiene peso específico en su departamento y habrá que ver hasta dónde llega, tras la firma del convenio minero para la exploración del Famatina, pero es muy relativo debido que los votos o más claro el votante es muy reservado a la hora de ir a sufragar. Quienes lo saben son las encuestadoras. Mientras tanto, todos los bandos toman nota de lo que hace uno u otro. Allí figura Ricardo Quintela, quien anunció que pedirá licencia a mediados de este mes, para recorrer la provincia y hacer campaña por CFK. Hoy la jefa de Estado tiene el 50 por ciento de los votos riojanos, pero el provinciano no sabe de cortar boleta o lo sabe poco, ya que Teresita Luna en las primarias llegó al 35 por ciento y Menem al 32 por ciento. Fueron solo tres puntos de diferencias. Así el quintelismo quiere hacer de mochilero e ir puerta por puerta debido que el fondo es que Ricardo se haga conocido en el interior profundo, luego que Beder Herrera dijo que el próximo es su último mandato. Pocos lo creyeron, pero recién estará claro en el 2015. Por lo pronto, el intendente lo menos que pretende es tener un municipio paralelo y hace todos los deberes, y su sueño es que se coparticipe la gran caja de la provincia, que se asombra cada vez por los ingresos coparticipables y la imaginación vuela cuando se habla de los recursos extras. Para el municipio se tendría que mejorar o hacer otro retoque a los salarios, y por eso no pone obstáculos a la manifestación del SOEM; mientras que tras un encuentro con Teresita Luna, Hugo Yasky reclamó que el gobierno local que llame a "paritarias libres" en el sector público ycuestionó que haya trabajadores becados en las escuelas cobrando 500 pesos mensuales y que no exista "recomposición de los básicos de convenio con salarios básicos que no llegan a los 400 pesos, como en el caso de los municipales". "Hay que poner a La Rioja en sintonía con el proceso político nacional, porque tiene que haber una contraparte en las provincias", puntualizó. Para Yasky, que también estuvo con Rogelio De Leonardi, Beder Herrera "aplica el viejo criterio de gobernar de forma autoritaria y alejado de la democracia". Fueron acusaciones que se leyeron y muy finas en la Casa de Gobierno, ya que la “moza” de la reunión fue la propia vicegobernadora, quien luego compartió con un acto en el Salón Blanco con quien el dirigente gremial lo criticó. La primera lectura que hace el bederismo que hay un acuerdo encubierto para alterar la paz social de la provincia, casi las mismas palabras que usaban Maza en su momento, ya que a su entender, no hay nada que ponga en riesgo el pago salarial. Allí reconoce que hay que hacer mejoras pero también dice que debe haber mayor productividad, y descree del reclamo de Carlos Del Giorno, ya que es concejal electo por el quintelismo. Por este motivo, las relaciones peligrosas están al orden del día antes de las elecciones legislativas del 23 de octubre
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