El diputado nacional Julio Martínez (UCR La Rioja) desafió al gobernador Beder Herrera a que convoque a un plebiscito para que la población diga si quiere o no la mega minería, contaminante, en Cerro El Famatina A través de la empresa EMSE, la provincia firmó un convenio con la minera canadiense Osisko Mining Corporation para explorar y explotar el cerro El Famatina, ilustró Martínez. “Beder Herrera confunde el sentido del voto ciudadano; es un grave un error tomar una elección como parámetro para entregar nuestros recursos naturales”, acusó. “Durante la campaña electoral nada se habló de minería y en Chilecito, sus habitantes van a salir a la calle a defenderse y a manifestarse a favor de la vida, porque estas empresas, que utilizan cianuro, para extraer metales preciosos, no tienen licencia para matar”, criticó el diputado Martínez. En tal sentido, el legislador culpó al gobernador de “alterar la paz social” y lo responsabilizó “ante cualquier hecho de violencia porque ante esta provocación la gente va a movilizarse en defensa del medio ambiente, para los riojanos; el agua es más importante que el oro”, sintetizó Martínez. “Mienten cuando dicen que la maga minería solucionará los problemas de pobreza y desempleo que tiene La Rioja porque esta empresa ofrecerá unos pocos trabajos, riesgosos y temporarios y contaminará en medio ambiente, perjudicando actividades más sustentables como el turismo”, criticó Martínez. Osisko Mining Corporation desarrolló en Canadá el proyecto, MALARTIC en Abitibi Gold Belt, a 25 kilómetros de Val-d’Or, Quebec, la mina destruyó el territorio “y a pesar de las denuncias, sus habitantes debieron abandonar el pueblo, trasladar sus casas y perderlo todo”, dijo. “Los vecinos de Chilecito no van a permitir semejante despojo”, advirtió el diputado Martínez. Fue en el marco que unas dos mil personas marcharon en Chilecito, La Rioja, para repudiar los proyectos mineros anunciados por el gobierno y advirtieron que iniciarán una "guerra" en defensa del cordón del Famatina. La marcha en Chilecito, la segunda ciudad de la provincia en cantidad de población, a 200 kilómetros al oeste de la capital, se llevó a cabo un día después de otra manifestación realizada en la localidad de Famatina, 30 kilómetros al oeste de allí. Ambas marchas se hicieron bajo la consigna "El Famatina no se toca" y "No a la megaminería", a la vez que pidieron la realización de una consulta popular en torno de esos proyectos para que el gobernador Luis Beder Herrera evite interpretar su reelección de mayo último con el 67 por ciento de los votos como una aprobación a su política de explotación minera. En el acto de Chilecito una integrante de la Asamblea Ciudadana de Famatina admitió que los pobladores tuvieron "la esperanza de que la guerra no iba a venir, pero la guerra vino con la firma del convenio" anunciado la semana pasada por el gobierno, entre la empresa estatal EMSE y la compañía canadiense Osisko Mining Corp. Las Asambleas por la Vida decidieron, además, poner una "mesa de control de ingreso" en Famatina para avisar a través de las campanas de la iglesia a los vecinos cuando se detecte algún móvil de las mineras. Omar Quinteros, el cura párroco de Famatina, fue otro de los oradores del acto que se realizó en forma pacífica, dando vueltas a la plaza Caudillos Federales, al tiempo que se iban gritando las consignas. "La Iglesia está con ustedes. Esto no es nuevo para la Iglesia. El problema del Famatina es ético y moral porque el despilfarro del agua, que escasea, es un problema moral" y "el pueblo se ve amenazado en su derecho a la vida. No nos dejemos avasallar, ni intimidar", sostuvo el sacerdote. La manifestación se desarrolló sin identificaciones partidarias y no se vieron dirigentes políticos. El único momento de tensión se vivió al inicio de la concentración, cuando los vecinos detectaron a personas que los filmaban. Aunque los repudiaron con silbidos, estas personas se mantuvieron en el lugar, sin ser agredidos. La mayoría de los medios de comunicación de La Rioja estaban dando escaso o ningún espacio a la actividad de las Asambleas Ciudadanas, que se autoconvocaron a marchar a través de mensajes de texto y redes sociales. El acuerdo firmado el miércoles pasado por el gobierno con Osisko dejó en suspenso los contratos previos con Barrick Gold, que se encuentran judicializados, y otros convenios firmados el año pasado con una empresa de China, cuyo arribo se había anunciado para enero pasado y, según se supo, no se ha concretado.
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