El trabajo conjunto entre la Administración Provincial de Vivienda y Urbanismo y el PRODERNOA, centraron la ponencia en el VIIº Congreso Nacional de la Vivienda Rural, en la identificación de los problemas de la producción familiar y determinar por qué se la llama de Desarrollo. Y al mismo tiempo, “revalorizar otras fortalezas” resumida en la capacidad de generar recursos desde condiciones poco favorables. El coordinador del Programa de Desarrollo Rural del NOA (PRODERNOA), Ing. Raúl Corzo, consideró su participación en el VIIº Congreso de la Vivienda Rural, “una experiencia muy positiva”. Para Corzo, los inconvenientes de la pequeña producción “son un problema de desarrollo”, en la que intervienen “aristas que van mas allá de lo productivo”. Es decir, están relacionadas con las necesidades básicas de una familia. Corzo las identifica en la vivienda, la educación y la salud, básicamente. Al respecto, indicó el coordinador del PRODERNOA, que “en este marco, hay grupos de beneficiarios de este programa en toda la provincia” y que son alrededor de 550 beneficiarios directos. Si se tiene en cuenta que los mismos forman parte de una familia rural, “implican mas de 2.400 personas”. En consecuencia, y desde su ámbito, Corzo establece una relación directa entre estos aspectos que involucran a la pequeña producción con mejores condiciones de vida. Su enfoque en la disertación se orientó a relevar cuáles son los problemas que tiene y por qué la llaman de Desarrollo, y por otro lado, revalorizar otras fortalezas que tiene la pequeña producción, resumida en la capacidad de generar recursos desde condiciones poco favorables. En este sentido, dijo que están trabajando e “impulsando proyectos productivos que generen un ingreso que sirva para mejorar la alimentación y garantizar un auto-consumo adecuado”. En este esfuerzo de gestión, observó “una fuerte permanencia de jóvenes rurales entre las edades de 24 y 45 años”. Según Corzo, este panorama demográfico rural los animó a “promover desde la parte productiva, la posibilidad de hacer una transformación de la materia prima, es decir, no vender más a granel las nueces, la aceituna y los cabritos, sino, incorporarles un proceso de transformación”. Del desarrollo de esta idea, también aparece “una fuerte demanda de infraestructura destinada a estos procesos de elaboración. Por otro lado, de viviendas rurales y una población joven en el campo que permanece y que está disponible”, describió Raúl Corzo. En este escenario, advierte que “la gente se va a quedar, habrá mano de obra, trabajarán en los procesos de transformación y van a criar a sus hijos en una situación de habitabilidad importante”. Ante este marco, el Coordinador del PRODERNOA, reconoció la necesidad de “articular con la Administración de Vivienda” teniendo “un resultado magnífico”. En consecuencia, destacó el trabajo conjunto entre las dos instituciones (Vivienda y PRODERNOA) y además, valoró que se “está sumando gente que no tiene nada que ver con estas instituciones, pero que son inquietas y ofrecen soluciones a estos problemas de desarrollo”. Subrayó Corzo que la participación de su área en este VIIº Congreso Nacional de la Vivienda Rural, “forma parte del mismo equipo”, y lo que se pretendió es “mostrar a los visitantes cómo se caracteriza el sector agropecuario y ofrecerles algunos resultados”. Explicó que del trabajo entre ambas instituciones, surgió un “prototipo de vivienda rural que reuniría las condiciones básicas y funcionales para que la gente se quede, habite una casa confortable y exista en algún lugar, alguna infraestructura para este proceso de elaboración”. Reconoció “una fuerte decisión desde la Nación y la provincia, de trabajar y una concepción distinta cómo se miran las cosas: el hombre, la familia y el hogar rural, están en primer plano en este escenario”, opinó Corzo. En tanto –y desde el punto de vista del Desarrollo- “tenemos que promover, que la gente se quede en el lugar, que desarrolle y mejore sus saberes, porque es la única forma en la que vamos a engrandecer y seguir ocupando con mucha racionalidad estos territorios”, agregó. Destaco también la presencia de jóvenes quienes “son los que deben ir integrándose a esta problemática que arrastra la pequeña producción”. Entiende Corzo que “estamos en una situación inmejorable” sostenidas por “una decisión política” y que “no se mide el costo de una vivienda (rural)”. En este particular, “importa que el poblador se quede, disfrute de su vivienda, pueda imaginarse desde ahí, futuros mejores”.
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