viernes, 27 de enero de 2012

EL IMPACTO DEL DESARROLLO MINERO EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA.

En los últimos años, la minería, viene provocando ciertos cambios en los ámbitos académicos, ya que desde hace un lustro, la demanda de jóvenes profesionales por parte de las empresas, ha provocado que más estudiantes elijan carreras afines a la actividad minera. Y no solo eso, sino que como consecuencia de este fenómeno social, distintas universidades de nuestro país ampliaron y mejoraron su espectro dictando nuevas cátedras y aumentando sus cupos para recibir la llegada de una mayor cantidad de alumnos. Lo llamativo, además, es que viene también en ascenso la cifra de egresados de estas mismas carreras, porque una cosa es inscribirse y comenzar un estudio superior, pero otra muy distinta es finalizarla, más cuando se habla de carreras tildadas como muy exigentes o duras. Tal es el caso de las ingenierías industrial, de minas, química o electromecánica, por ejemplo. Otra especialidad que se podría mencionar es la geología, que por estos tiempos, está superando ya su promedio histórico de inscriptos. Las razones guardan estrecha relación no tanto con una verdadera vocación, sino con la coyuntura económica y la demanda laboral que se vive hoy en la Argentina. Gracias al desarrollo minero, en diferentes provincias las empresas del sector están hoy en condiciones de ofrecer trabajo genuino. Por eso lo que hacen es ir captando alumnos, que estén cursando entre el tercer y quinto año, y luego estos ya se quedan trabajando definitivamente allí. Y aunque algunos demoren mucho en obtener su título, lo terminan haciendo gracias a que las mismas empresas les otorgan ciertos permisos para poder estudiar. Todas las señales indican que esta tendencia académica y laboral va a proseguir en los próximos años, ya que si lo que sucede en el mercado laboral repercute luego en el ámbito académico, aunque no como única variable o patrón social a tener en cuenta, las expectativas son muy promisorias, porque la minería nacional, junto a otras actividades tales como el petróleo y el turismo, fueron las que más cantidades de empleos generaron durante 2011, donde operarios y mano de obra calificada (técnicos y profesionales) pudieron, de una vez por todas, insertarse. Las perspectivas para 2012 son iguales o mejores. Solo en los dos últimos años, se llegaron a crear unas 2.000 nuevas pymes de servicios para la minería y hubo una ampliación e incorporación de nuevas tecnologías en otras 3.000, por lo que para muchos, desde la minería, el futuro está asegurado para estos nuevos técnicos y profesionales.

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