lunes, 7 de noviembre de 2016

BAJO EL CIELO DE LA CUADRA.

Un espectáculo de nivel nacional se vivió en la noche del viernes, en la primera jornada del evento "Bajo el Cielo de la Cuadra", donde el duende de la chaya jugó de local y los artistas brillaron en el escenario por su talento ante una verdadera multitud. Sergio Galleguillo, organizador del evento, que más allá del juego de palabras, más que embajador cultural de La Rioja, actuó, durante años, como embajador natural de nuestra cultura, por la manera de desplegar y dar a conocer la chaya en cuanto escenario pisó imponiéndola como estilo musical y manifestación cultural. Esta vez disfrutó de la chaya en el pueblo de su padre, de su familia, lo que le otorgó un tinte de emotividad, como cuando, homenajeó a la mayor de su familia, su tía “doña María Elena Galleguillo”, en el escenario cantándole una canción, o cuando presentó su tema dedicado al pueblo de su padre, casi un futuro éxito. La música del anfitrión, junto a la de sus amigos (y qué amigos) Facundo Toro, Los Sacheros, Los Carabajal, Los Diableros de Orán, La Copla, Matacos y artistas locales como los Huayras Salamanqueros o Fama Trío, junto a miles de espectadores generaron un clima festivalero sin precedentes en la región. El humor en la noche estuvo a cargo del tucumano “Agapito”. Además, llegaron visitantes de todo el país. Se vieron colectivos y vehículos de sur, Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Catamarca, Tucumán, Córdoba, San Luis, entre otros. Con gran profesionalismo los artistas nacionales supieron transmitir la música de las distintas provincias. Conjugar las chacareras “bien santiagueñas” de los Carabajal y Los Sacheros, con un tono más melódico de Facundo Toro y “reventar” la noche con la alegría de la chaya de Sergio Galleguillo, es un verdadero lujo que sólo quienes asistieron al festival pudieron dárselo. Pero como si esto fuera poco, ver compartir el escenario entre Los Sacheros con Sergio Galleguillo, o este último con Facundo Toro y Los Carabajal para cantar temas juntos hizo que la gente se levantara de sus sillas, agradezca y alentara a los artistas y reconociera la excelente puesta en escena con escenario, sonido e iluminación de gran profesionalismo y la animación de los locutores Iván Olmedo, Carlos Casas y José Centeno.Si bien el festival inició alrededor de las 23, desde el mediodía “la enramada”, frente a la plaza del pueblo, ya mostraba la cultura de la región, con el encuentro de vidaleros, copleros y chayeros de toda la Provincia y de provincias vecinas. Los cantos acompañados del sonido de la caja recorrieron verdaderos “poemas del arte musical” de cada región arrancando el aplauso, el baile y el canto del público presente. “Lo que hoy para los chicos significa el celular o la computadora, hace años lo era la caja chayera”, sintetizó Sergio Galleguillo lo que hizo comprender la importancia de los cánticos. Asimismo, se llevó a cabo un curso de danzas ofrecido por la reconocida bailarina chileciteña, Isidora Zerbini. Hubo dos escenarios bien definidos, uno en el predio de la cancha de fútbol del pueblo, para el festival, y otro frente a la plaza, para la fiesta de la tarde, cada rincón de La Cuadra se trasformó en un escenario espontáneo, donde los visitantes, muchos de ellos de ellos fieles cultores de la música folclórica sacaron una guitarra y se pusieron a cantar y bailar ya sea en la calle, alrededor de las carpas, en los comercios. Esto hizo que durante toda la jornada se respirara ese olorcito a folclore. Hasta al mismo organizador, Sergio Galleguillo, se lo vio en “asados” y juntas interpretando sus canciones. Más allá de los artístico y lo cultural, el evento tuvo un fuerte contenido solidario, para con instituciones del medio. Otro aspecto fue el gran movimiento turístico, por ese motivo comerciantes y artesanos de la zona se prepararon para ofrecer a los visitantes sus productos y servicios.

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