Ante la celebración de la Navidad, el obispo de La Rioja Roberto Rodríguez dijo que notó "una invitación a la paz" entre los riojanos y deseó que "Cristo vuelva a ocupar el centro de nuestro corazón". La Rioja vive la Navidad con la particular tradición del pesebre y la preparación para revivir el Tinkunaco, el próximo 31 de diciembre a las 12 frente a la Catedral y la Casa de Gobierno. Rodríguez dijo que nota "una luz de esperanza y una invitación a la paz" entre los riojanos en este tiempo previo a la navidad. El religioso expresó su deseo de que "Cristo vuelva a estar en el centro del corazón" de las personas y señaló que Dios "siempre tiene algo para decirnos y su palabra ilumina". Y pidió que los católicos practiquen "la fé con obras, el amor con esfuerzo y la esperanza con constancia". Al explicar la celebración de la Navidad, monseñor dijo que "Dios bajó a la tierra porque vió la necesidad del hombre y escuchó su clamor en la búsqueda de sentido para su vida". Sobre la situación social de pobreza y marginación que subsiste en varios sectores de la comunidad, el obispo advirtió que "es necesario que cada uno tenga lo imprescindible para una alimentación sana".
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