Pese a que las seis principales clínicas de la capital y la mayoría de los médicos habían decidido y anunciado cortar sus convenios prestacionales con la obra social Apos y dejar de atender a sus 130 mil afiliados, una negociación abierta en la noche del miércoles permitió alcanzar un compás de espera hasta la semana próxima, dijeron fuentes de los prestadores y la entidad estatal. Las clínicas reclaman un incremento promedio del 30 por ciento en el valor de las internaciones y mejoras en otros aranceles, mientras que los médicos quieren un aumento sobre el valor de la atención en consultorio para que ascienda de 27 a 35 pesos. La Asociación de Clínicas -que preside Elena Mercado Luna- había decidido cortar la atención a los afiliados desde la cero hora de este jueves, al igual que el Colegio Médico Gremial cuyo titular es José Díaz Danna. Pero finalmente, postergaron la decisión hasta la semana que viene. Es que la obra social mostró dureza en la negociación y había dispuesto un diagrama de emergencia. De hecho, el titular de Apos, Oscar Martínez, había informado que la clínica ERI continuaría atendiendo a los afiliados y que las empresas que cortasen los servicios deberían trabajar bajo el sistema de presupuesto previo aprobado. Finalmente se abrió una nueva etapa de negociación que estira la tensa situación que tradicionalmente viven Apos y sus prestadores cuando deben renovar los convenios prestacionales.
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