El INV oficializó los números finales de la Vendimia 2009 y planteó las reglas de juego técnicas para la temporada vitivinícola. Según los datos del organismo, en la Vendimia 2009 se cosecharon 21,7 millones de quintales, 23,1% menos que el año pasado (28,2 millones). De cara a lo que viene, el vino nuevo se liberará a la comercialización a partir del 1 de junio, con un grado alcohólico que será de 12,7° para blancos y 12,9° para tintos. Pero lo que más puede preocupar a la industria es que las existencias proyectan una escasa disponibilidad de tintos y, por el contrario, un riesgo real de sobrestock de blancos para el próximo año. El pronóstico se despega de los 882,6 millones elaborados, de los que 6 de cada 10 fueron de color. En ese contexto, mucho tiene que ver no sólo lo acotado de la Vendimia sino la caída de los despachos (en abril fue del 17,8%), ya que, más allá de que pueda revertirse el consumo según el humor de los mercados, la tendencia ayudará a tonificar los precios ésta temporada. Los stocks, que apuntaban 737,3 millones de litros al 1 de febrero, actualizados al 1 de abril dejaron un saldo o remanente de elaboración de 415,5 millones. Por ahora, según Guillermo García, presidente del INV, "un pronóstico moderado permite anticipar que 2009 cerrará con un 5% de caída en el consumo". No obstante, el funcionario resaltó que "la industria va a estar mal de tintos, mientras que los blancos no se ajustan a la demanda actual". Así, a junio de 2010 el volumen disponible entre vinos tintos y blancos equivale por ahora a 2,9 meses de despachos al mercado interno. Pero el análisis discriminado por tipo muestra diferencias marcadas: mientras para los tintos no llegaría a un mes, en el caso de los blancos totalizan 8 meses. De acuerdo a los cálculos oficiales, el cierre del primer cuatrimestre confirma la retracción de la demanda (aproximadamente 5% debajo de 2008) como de las exportaciones (-34%, sobre todo en granel, y -55% para mostos). En cuanto al balance de la última vendimia, García atribuyó la disminución de 23,1% respecto de 2008 "a la presencia muy importante de ondas de calor y una muy baja humedad". El impacto cuantitativo, para los técnicos, se debe más a la reducción de granos y racimos y, por lógica, un rendimiento pobre. "Las disminuciones más importantes se han dado en Salta. También en La Rioja, en el Este de Mendoza y en San Juan. La zona Sur es la que ha evidenciado una recuperación, después de las heladas del año pasado". En el Noreste de Mendoza las bajas fueron de 25%, como en San Martín y Junín, hasta superar el 43% en Rivadavia. Para el resto, salvo en Alvear, fueron más tenues. Conforme al relevamiento del organismo, la elaboración en Mendoza destinó a mosto 16,2% (más de 183 millones de litros). En cambio, San Juan, como era de esperarse, sobrepasó el cupo para mosto, con el 45,87%, aunque el ponderado entre ambas provincias cerró en un 23,94%. A diferencia de otras temporadas en las que era tema de discusión para el sector vitivinícola, esta vez se esperaba lo que finalmente corroboró el INV: los volúmenes 2009 saldrán al mercado el 1 de junio, con grado alcohólico único para toda la provincia. Para tintos no menos de 12,9° y 12,7° para blancos, contra el 12,5 y 12,4° de 2008. Cabe recordar que en años anteriores, la fijación distinguía también al oasis Sur mendocino (General Alvear y San Rafael) del resto de las zonas vitícolas. Sin embargo, se mantuvo el criterio diferencial con San Juan, donde los valores son 12,7° y 12,5°. "La decisión responde a que no se observaron diferencias sustanciales entre los distintos oasis de la provincia", explicó Daniel Siragusa, del área de fiscalización del organismo.
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