Como la caridad, la obra pública bien entendida empieza por casa. Y para el ministro más poderoso de los Kirchner, Julio De Vido, nada mejor que construir con los gobernadores amigos del matrimonio presidencial. En lo que va del año, los cinco distritos más beneficiados con fondos y obras del Ministerio de Planificación Federal, todos kirchneristas, recibieron casi el 60% de los fondos destinados a las provincias. Ese es el privilegio que compartieron las provincias de Buenos Aires, Santiago del Estero, Tucumán, Santa Cruz y Chaco, en ese orden, que recibieron 1868 millones de pesos, sobre un total de 3234 millones de asignación específica a las provincias, según consta en la página web de la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía, actualizada al 18 de este mes. En el total se omite incluir los fondos globales destinados a organismos descentralizados (donde se da la misma discrecionalidad en la asignación de recursos) y los importes imputados a la Capital Federal, por donde se canalizan pagos que no recaen necesariamente en ese distrito, pero sí en instituciones que tienen allí su sede. El año pasado, los cinco distritos más beneficiados habían recibido el 53% de esos fondos. Eran las mismas provincias, salvo por Chubut, que había desplazado del quinto lugar a Santa Cruz. Este año, sin embargo, la provincia gobernada por Mario das Neves, que quiere enfrentar a Néstor Kirchner en las internas del PJ, descendió al 16° puesto del ranking de fondos recibidos. Ya sea por su cantidad de habitantes, extensión territorial, necesidades o nivel de desarrollo, cualquier argumento que intente justificar por qué estas cinco provincias fueron las más beneficiadas con los fondos administrados por De Vido se desploma al conocer sus coincidencias con los cinco distritos menos favorecidos: Neuquén, Tierra del Fuego, Corrientes, Catamarca y San Luis, siendo esta última la que menos fondos recibió en lo que va del año. LA NACION intentó comunicarse con funcionarios de Planificación Federal para cotejar y justificar estas cifras oficiales, pero no obtuvo respuesta. En los últimos seis meses, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, fue beneficiado con obras por $ 911 millones; el santiagueño Gerardo Zamora recibió $ 284 millones; el tucumano José Alperovich, $ 271 millones; el santacruceño Daniel Peralta, $ 205 millones, y el chaqueño Jorge Capitanich, $ 196 millones. Del otro lado, el puntano Alberto Rodríguez Saá registró obras con fondos nacionales por $ 14 millones; el catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral, por $ 25 millones; el correntino Ricardo Colombi, por $ 26 millones; la fueguina Fabiana Ríos recibió $ 32 millones, y el neuquino Jorge Sapag, $ 50 millones. Entre todos, estos últimos distritos suman $ 150 millones en partidas efectivamente pagadas, menos del 5% del total del gasto discriminado por provincias de Planificación Federal. A principios de mes, Colombi -un viejo aliado del kirchnerismo- había cuestionado abiertamente agobierno nacional por retacearle fondos. "La provincia no es una isla y sin la ayuda de la Nación no puede resolver todos los problemas", dijo el gobernador en dos conferencias de prensa que marcaron su distanciamiento del gobierno nacional. Su reclamo era por recursos de la coparticipación y fondos prometidos ($ 100 millones) en concepto de obras pautadas con el ministro de Planificación, Julio De Vido. Si la referencia se pone en las provincias "grandes", tampoco les fue mucho mejor a Córdoba ($ 73 millones) y Santa Fe ($ 63 millones), que sumaron un total de $ 136 millones de pesos y apenas superaron lo que el Ministerio gasta en los sueldos de sus empleados ($ 105 millones). Pero tanto por la discrecionalidad en la asignación de recursos como por los niveles de ejecución de gastos en cada distrito, las mayores dudas aparecen cuando se analizan individualmente los programas de Planificación. La insignia de De Vido es, sin dudas, la Dirección Nacional de Vialidad. Buenos Aires vuelve a liderar el ranking, con $ 711 millones, seguida de Santa Cruz, con $ 264 millones. El privilegio para la provincia de los Kirchner se ve también en los niveles de ejecución, ya que en seis meses y medio se usó el 82% de los fondos presupuestados para todo 2010 ($ 321 millones). La contracara es La Rioja, donde se usaron $ 18 millones de los 55 presupuestados (32%), o Tierra del Fuego, con sólo $ 7,8 millones pagados sobre 34 presupuestados (22%). Tampoco escapan de esta lógica los programas socialmente más sensibles, como el programa habitacional Techo Digno. En algunos distritos, al parecer, la consigna ha sido ahorrar: el programa llevaba gastados cero pesos hasta el 18 del actual en la Capital Federal (sobre $ 32 millones presupuestados), Chubut (sobre $ 45 millones), San Luis (sobre $ 12 millones) y Santa Fe (sobre $ 93 millones). Alivio para Catamarca, donde se gastaron efectivamente $ 73.000 de los 65 millones presupuestados. En Santa Cruz, en cambio, ni ahorro ni demora: ya se pagaron $ 32 millones, aunque se habían presupuestado $ 20 millones. Donde más se gastó fue en Buenos Aires ($ 290 millones), Tucumán ($ 130 millones) y La Pampa ($ 71 millones). Similar situación se observa en el programa de Mejoramiento Habitacional e Infraestructura Básica, que tiene un presupuesto anual de 1022 millones de pesos, pero lleva gastados cero pesos en Corrientes, 14.000 en Chubut y 23.000 en Tierra del Fuego. La provincia de Buenos Aires ya utilizó $ 160 millones de los $ 452 millones presupuestados (casi la mitad del total nacional). Muchos de estos planes sociales son la vía de contacto de De Vido con organizaciones piqueteras y barriales en todo el país. En el caso del programa de Fortalecimiento Comunitario del Hábitat, con un total de $ 452 millones presupuestados, no se gastó nada en Catamarca, Chubut, La Pampa y San Luis, pero sí $ 78 millones en Jujuy (aunque se habían presupuestado $ 39 millones para todo el año) y $ 48 millones en Tucumán (sobre $ 50 millones presupuestados), que lideran el ranking de gastos. Para Urbanización de Villas, la provincia de Buenos Aires recibió $ 138 millones de los 156 millones (88%) que se pagaron en todo el país, seguida por la Capital Federal (con $ 15,9 millones), Santiago del Estero ($ 1,5 millones) y Río Negro ($ 624.000). Para el resto de las provincias, nada. Similar situación se observa con el programa Apoyo para el Desarrollo de Infraestructura Urbana en Municipios, vía de contacto con los intendentes, que tiene $ 212 millones de presupuesto anual, pero sólo lleva ejecutados $ 66,8 millones, de los cuales los intendentes bonaerenses recibieron 37 millones (55%). Nada se gastó en Catamarca, Corrientes, Chubut, La Rioja, Misiones, Salta, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
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