viernes, 30 de septiembre de 2011

ANALISTAS OBSERVAN UN FUTURO ENFRENTAMIENTO ENTRE BEDER Y QUINTELA.

Para comprobarlo sólo resta recorrer los nombres de las listas. El principal rival interno que tiene el gobernador es el intendente de la capital, Ricardo Quintela, hermano de la senadora Teresa Quintela, relegada al segundo puesto de la lista de diputados nacionales, detrás de Javier Tineo. Un antecedente pesa sobre las espaldas de la “Teresita”: votó en contra del Gobierno en la 125, detalles que nunca olvidó Cristina Kirchner. Según el sitio digital La Política On Line, la lista de senadores nacionales por La Rioja encabezada por Carlos Menem obtuvo un 31,7% en las primarias, a menos de cuatro de la del Frente Para la Victoria, conformada por la vicegobernadora Teresa Luna y el diputado Mario Guzmán. Pero mucho cambió desde el 14 de agosto, aun cuando los cargos ejecutivos de esta provincia se eligieron el 29 de mayo con una reelección de Luis Beder Herrera, con el 67.20%. Tanto, que ahora Menem podría alzarse con un triunfo en octubre, escenario que no desagradaría del todo al gobernador. Varias situaciones alientan esa presunción. La principal es que el 1 de septiembre, Beder Herrera firmó un convenio con la empresa canadiense Osisko, para iniciar la exploración minera en el cerro El Famatina. Lo hizo con la convicción de que su triunfo electoral le permitía tomar esa decisión. “La gente nos ha dado el consenso. Estamos habilitados y legitimados”, afirmó. Nada de eso sucedió: sólo dos días más tarde 1.500 personas se manifestaron en Famatina en contra de la minería. Las asambleas se multiplicaron y pronto otra multitud recorrió las calles de Chilecito, la segunda ciudad en importancia de la provincia y donde en las primarias nacionales ganó la UCR para la categoría a senador. La UCR recogió el guante de las asambleas y el diputado ex candidato a gobernador, Julio Martínez, lideró hoy una manifestación frente al Congreso, confiado en que también sacará tajada de este conflicto. Estaría activo en una nueva y multitudinaria manifestación para la ciudad de La Rioja, donde el 14 de agosto Menem tuvo más votos que nadie. ¿Podía desconocer Beder Herrera el efecto electoral de una decisión así a un mes de la elección? Es el interrogante que circula por estas horas en La Rioja, sobre todo porque las consecuencias no recaerían tanto en el gobernador. Para comprobarlo sólo resta recorrer los nombres de las listas. El principal rival interno que tiene el gobernador es el intendente de la capital, Ricardo Quintela, hermano de la senadora Teresa Quintela, relegada al segundo puesto de la lista de diputados nacionales, detrás de Javier Tineo. Un antecedente pesa sobre las espaldas de la “Teresita”: votó en contra del Gobierno en la 125, detalles que nunca olvidó Cristina Kirchner. Fue por eso que el primer lugar de la lista a senadores quedó para Luna, quien estaría en mejor sintonía con el intendente de la capital que con su gobernador. Quintela fue quien debió elegir pero con lineamientos que respetar. Siempre en sintonía con la Casa Rosada, donde comulga con Florencio Randazzo, Beder sí pudo meter mano en las listas de Menem y sin disimulo: quien lo secunda es la diputada nacional del Frente para la Victoria-PJ, Hilda Aguirre de Soria. Una victoria del riojano la mudaría al bloque oficialista de la Cámara alta. La lista de diputados de Menem la lideró la ministra de ministra de Desarrollo Social de La Rioja Griselda Herrera. El segundo lugar fue para la menemista Alejandra Oviedo. La interna de Beder Herrera con Quintela subirá de tono en el próximo mandato, cuando el gobernador deberá buscar una declaración de certeza que le permita buscar un tercer mandato, aun cuando la reciente reforma constitucional limite a una las reelecciones. El truco legal que no pudo hacer Menem en 1999 y sí el tucumano José Alperovich hace un mes. Relajado, el ex presidente hace campaña con pegantinas y pasacalles que lo muestran con Cristina Kirchner, pese a que no compartirán boleta en el cuarto oscuro. Y disfruta de un escenario que no sólo podría garantizarle otro período en el Senado, sino que también le permitiría retirarse de la política con una victoria. Aunque, ya avisó, en 2015 tal vez busque la presidencia.

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