En la política se cumplen órdenes. La Presidenta dio la señal y el ministro “amigo” de algunos riojanos recibió a la lista muleto. Así Cristina Fernández de Kirchner oficializó su acuerdo político con Carlos Menem, a través de Luis Beder Herrera, tras que Florencio Randazzo, titular de la cartera política, se reunió con el partido menemista Frente Popular Riojano. Fue el secreto mejor guardado en la Casa de Gobierno hasta que se concretó, ya que desde el último saludo de Randazzo a los partícipes, los mensajes de texto llegaron desde Balcarce 50 para decir: “Todo bien. Randazzo nos recibió y nos dio el apoyo para seguir trabajando juntos”. Muchos no sabían que querían decir los mensajes, ya que muy pocos –para decir solo la lista y Luis Beder Herrera- sabían de la cumbre política a pocos metros del despacho presidencial. La reunión se gestó cuando el Gobernador compartió la cena por el Día de la Industria con Randazzo y la Jefa de Estado en el predio de Tecnópolis en Villa Martelli. Y el miércoles se habría cerrado entre el mismo ministro y mandatario provincial, para que se diera en la tarde del jueves.El ministro del Interior mantiene una buena relación con Ricardo Quintela, a quien le permitió llegar a su despacho con parte de la lista del Frente para la Victoria Riojana. Allí se había hablado del aval para que le dieran una alegría a Cristina, pero con el paso del tiempo la Casa Rosada comenzó a recibir sondeos de opinión de todo el país, con vistas a las elecciones nacionales del 23 de octubre, y le prestó atención a La Rioja. En esos números aparece Menem con amplias posibilidades de triunfo en la provincia y de esa forma, reafirmar su condición de senador, luego de ser absuelto en la causa de la venta ilegal de armas al exterior. En trabajos de distintas consultoras hay una coincidencia generalizada, ya que el ex Presidente gana ampliamente en la Capital, mantiene el mismo porcentaje en Chilecito y hay departamentos que cambiarían el voto, entre ellos Arauco y hasta Felipe Varela, aunque el intendente Hugo Páez dice lo contrario. Gustavo Minuzzi dijo que sería un honor recibir a Menem y el mismo mensaje, pero con el tono político, se lo habría transmitido a Mario Guzmán Soria, jefe de la bancada justicialista. El chepeño se molestó y hasta ese enojo llegó a la misma cara de Sergio Casas, quien se ha sentido ninguneado por el comando de campaña del Frente para la Victoria Riojana, ya que solo fueron fotos y el oxígeno –que llegó en tubos desde la Casa Rosada- nunca fue distribuido en los dirigentes. La perspectiva dice que Menem e Hilda Aguirre de Soria entrarían por la mayoría, y Teresita Luna por la minoría, pero con la atención presta en el crecimiento de Julio Martínez. A los ultra K no les gusta para nada ese panorama. Y en la Cámara Baja se daría una distribución equitativa con Javier Tineo, Griselda Herrera e Inés Brizuela y Doria.
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