Productores de la zona aledaña al dique de Anzulón, en el departamento Ortiz de Ocampo consiguieron, tras un largo peregrinar, que el IPALAR les prometa caños para conectar una vertiente hasta el canal para los ganaderos de La Totorita. En dos días se quedaban sin agua para sus animales. Desde hace quince, Carlos Carreras de La Totorita y diez productores ganaderos de la zona reclamaban por la crítica situación que estaban padeciendo pues sus animales toman agua del dique de Anzulón y éste prácticamente está seco. Salvo, una vertiente que está a 300 metros del Lloradero que requería su conducción a través de un caño hasta el canal distribuidor. Por eso a través de FM Alternativa de Catuna en varias y dramáticas notas hicieron un pedido al IPALAR para que les proveyera de unos 300 metros de manguera y una bolsa de cemento para que "entre todos los vecinos hagamos la conexión al canal, de esa manera le daríamos agua no sólo a las familias ganaderas que viven desde el dique hacia abajo sino también hacia arriba". Pero Carreras también necesitaba de "una autorización del IPALAR pues si lo hago por mi cuenta hasta puedo ir preso" aclaró. Ayer, tras varias semanas de intentar hablar con las autoridades locales, intendente, diputado provincial y hasta los dirigentes del sector productor, más una comunicación telefónica con el IPALAR donde le pidieron que el reclamo fuera por nota, más los continuos llamados de los periodistas de la radio a la ciudad Capital, consiguió que el ingeniero Germán Gracia titular del Instituto lo citara para conversar sobre su propuesta. Ayer mismo, se volvió con la promesa de que mañana llegará el material para hacer la extensión que piden y dar un poco de respiro a la crisis hídrica que vive el sector productor que como se sabe tiene suspendido el servicio de agua para riego de las fincas de la Colonia Frutihortícola Ortiz de Ocampo que también se proveen del dique. Carreras y sus vecinos son pequeños productores ganaderos y como él dijo a través de la radio "nosotros tampoco tenemos agua para beber pero podemos ir hasta Catuna y traerla en bidones pero a los animales no los podemos cargar y si bien son poquitos, apenas unas cabritas, unos terneros y unas vacas no queremos que se nos mueran delante de nuestros ojos". Carreras cree que esta es la peor sequía que soportó en los 28 años que lleva viviendo en la zona y aunque el uso del agua del Lloradero será una solución momentánea comentó que las autoridades deberían estudiar cómo hacer para conectar "las perforaciones que se hicieron detrás del dique. Son tres y de ellas sale un chorro lindo. Sé que se hicieron los estudios de niveles". Cabe señalar al respecto que días pasados se informó que estas perforaciones estarían en funcionamiento recién dentro de 60 días, para cuando los animales de Carreras y sus vecinos estarían prácticamente muertos. En tanto, el Comité de Crisis del Departamento y el IPALAR informaron que al resto de los productores se les entregará agua en camiones previo relevamiento, aunque esta fue una acción que se viene realizando durante el año pues la falta de agua comenzó hace tiempo. Tanto que desde, la galería filtrante de Catuna salen diariamente un poco más de 10 camiones tanque diarios para repartir agua.
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