Un panorama “desolador” para la industria vitivinícola se pintó en la exposición más importante de Tierras del Este, de la provincia de Mendoza, que tuvo lugar el pasado 7 de junio y reafirmó su amplia convocatoria. Desde CARPA, que participó del acontecimiento se informó que fue organizado por el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, donde más de 600 personas asistieron al tradicional encuentro que reúne a los representantes del sector vitivinícola de la provincia y el país. El tradicional evento que se realizó en el flamante Centro de Congresos y Exposiciones de San Martín, se ha transformado en un ícono del sector vitivinícola como broche de cierre a cada fin de cosecha. Entre los invitados presentes se contó a productores e industriales vitivinícolas, representantes de cámaras empresariales de diversas provincias, autoridades nacionales, el gobernador Francisco Pérez y autoridades provinciales, los intendentes del Este, autoridades municipales y medios de comunicación. En el boletín informativo de la Cámara, plantearon su sintonía con el mensaje del presidente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Javier Palau, porque coincide con el panorama que viene planteando CARPA a nivel provincial, y que “está llevando a la quiebra a la actividad productiva más emblemática de la provincia de La Rioja”. “Bueno, qué podemos decirles; si bien siempre se puede estar peor, el presente para la vitivinicultura es bastante desalentador; hace unos días, un director de la entidad lo expresó contundentemente, “la vitivinicultura está en venta”, por supuesto no por ser un gran negocio, sino todo lo contrario, avanza hacia la quiebra”, destacó Palau en sus palabras iniciales. Ejemplificó que “alrededor del 70% del precio de un vino embotellado, en góndola, no le pertenece a la actividad vitivinícola distribuyéndose dicho porcentaje entre las condiciones que impone el supermercado y lo que recauda el propio gobierno; ni hablar si pensamos en importar insumos, si por ejemplo, corchos, donde más del 60% del precio se compone de aranceles, tasas e impuestos”. Palau insistió con que “a pesar del desánimo, del enojo y del silencio de otras entidades, de la falta de un debate serio dentro de los partidos políticos, nos ilusionamos pensando en recuperar la senda de la cordura, la prudencia y la tolerancia, si bien somos conscientes que de mantenerse el cóctel explosivo que suponen los bajos precios, altos impuestos, inflación, recesión, suspensiones y despidos de personal, no podremos soportar un año más”, advirtió luego para finalizar su discurso Javier Palau.
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