Ante el lamentable panorama de la vitivinicultura que viene describiendo CARPA, Oscar Gómez vicepresidente de la entidad aseguró que “la cosecha es un hecho y tenemos problemas que siguen sin ser atendidos” y advirtió que “en muchos casos la uva va a quedar en la planta”. La tradicional reunión de tablas que cada martes tiene la comisión directiva de CARPA fue ampliada a todos los productores, bodegueros, obreros y trabajadores del sector a los fines de tratar la grave crisis y determinar acciones y medidas a seguir. Entre los argumentos esgrimidos, la entidad considera la desatención en los reclamos por parte del Gobierno nacional a las economías regionales y la falta de respuestas oficiales a la problemática que los envuelve es un factor común que desde el sector vitivinícola vienen planteando al sostener que son excluidos de un modelo económico que los desatiende y azota a los productores vitícolas. Oscar Gómez, el vicepresidente de CARPA llamó a participar hoy martes a la reunión, tras afirmar que “es una convocatoria ampliada a todos los productores como base de la actividad y primer eslabón, a los bodegueros y obreros que son representados en el sindicato y a las autoridades de las instituciones relacionados al problema”. Las autoridades de la Cámara Riojana de Productores Agrícolas, esperan un acompañamiento de todos los actores de la cadena de producción vitícola para afrontar el problema del sector. “La cosecha es un hecho y tenemos graves problemas que no son atendidos”, reiteró Gómez al advertir que “en muchos casos la uva va a quedar en la planta porque los productores no tienen recursos para la cosecha”. Explicaron que la situación no sólo afecta a los productores primarios sino que también describió que “las bodegas que tienen viñedos propios cosecharán solamente esa uva que tienen y no recibirán la producción de productores independientes como lo hacían otros años”. Allí marcó el tercer problema, “los productores independientes no tienen donde dejar su uva” y argumentó que “nadie tiene el dinero necesario para afrontar la vendimia este año”. A esto, se suma “el problema de capacidad de las bodegas, que la mayoría tiene sus piletas ocupadas con lo de la cosecha del año pasado que no pudieron comercializar y que lo tienen almacenado todavía”. Gómez recordó que esta crítica situación la vienen anticipando y planteando desde hace cinco meses y explicó que “lo hicimos con anticipación sabedores del problema y también de que no somos los culpables de llegar a esta situación”. Fustigó la política gubernamental y puntualizó que “creemos que tenemos que ser atendidos e incluida la economía regional en el modelo económico. Pero parece que son sordos, o no nos quieren escuchar o bien tienen algún plan macabro para no atender esta industria”.
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