jueves, 6 de noviembre de 2008

EL TITULAR DE LA CAEM EXPRESÓ QUE "EL MAYOR CRIMEN AMBIENTAL ES LA POBREZA"

“El mayor crimen ambiental es la pobreza”, expresó el titular de la CAEM, en respuesta a los militantes de la antiminería que protestaban en la puerta del hotel en el que se desarrolla el Seminario Oro 2008. “Es muy fácil ser ecologista en Callao y Libertador. Tendrían que ir a los pueblos donde siempre reinó la miseria y donde sólo a minería ha traído dignidad a la gente”, dijo el empresario. El mensaje, fue interpretado en el sector como la lógica reacción frente a una acción de protesta que tuvo muy pocos manifestantes pero mucha prensa. "Antes de comenzar quiero agradecer la invitación a esta sexta edición de Argentina Oro, que se ha transformado con el tiempo casi en un encuentro clásico entre colegas y compañeros en la tarea de desarrollar la minería a lo largo de toda la geografía nacional. Aquí habitualmente se ha congregado la excelencia de los diversos actores en los aspectos técnicos, legales, comerciales e institucionales que se desempeñan en la actividad minera, para juntos intercambiar y actualizar sus conocimientos y experiencias. Esto sin olvidar el importante aporte que realizan los proveedores de bienes y servicios al sector. Esta nueva edición de Argentina Oro nos ofrece una muy buena oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados en el sector, que tiene mucho aún por aprender, por crecer, por mostrar y por comunicar de cara a toda la sociedad argentina. Este año 2008 está transcurriendo como un año muy particular para la economía mundial. Los avatares de las bolsas de inversión, el rescate de las grandes potencias mundiales a los bancos y la ola de despidos masivos han sido tapa de todos los diarios y dueños de litros de tinta en la prensa global. Y es bajo este paradigma que debemos analizar la minería en nuestro país. La minería está dispuesta a invertir y producir para generar empleo, actividad económica y potenciar el desarrollo general de la economía. En el último año las inversiones superaron los 5.600 millones de pesos y hubo perforaciones por más de 604.216 metros. Esto es una pequeña muestra de que la minería sigue pujante a pesar de los avatares económicos internacionales. Los anuncios de exploraciones en Santa Cruz, Catamarca, San Juan y La Rioja son un ejemplo. También el avance de proyectos como Potasio Río Colorado, en Mendoza; Gualcamayo, en San Juan y Manantial Espejo, en Santa Cruz. El sector inversor, a nivel mundial, encuentra en cada feria internacional un amplio abanico de posibilidades de negocio. Opciones que muestran también el desarrollo constante de la minería no metalífera, que tuvo una destacada participación en la Marmomacc 2008, en Italia. Es un logro que nos llena de satisfacción el que comenzaran las perforaciones en La Rioja en búsqueda de uranio, un mineral estratégico que podría responder por la matriz energética nacional. La nueva minería industrial, que apenas comenzó a desarrollarse hace diez años en la Argentina, tiene un concepto muy elevado y una práctica muy sensible en la relación con las comunidades próximas a un proyecto minero, esté donde esté. La moderna minería argentina establece diálogos directos, abiertos y transparentes con las comunidades locales, con las autoridades locales, y construye puentes de integración entre la actividad y otras actividades productivas. En materia de comunicación, 2008 también ha sido un año importante. Por primera vez en su historia, la CAEM tiene un escenario donde darse a conocer. Nuestro programa de televisión, Naturaleza Mineral, es el espacio de todos nosotros y representa al mismo tiempo logro y desafío. Aprovecho esta oportunidad para invitar a la comunidad minera a que acerquen a la producción del programa sus ideas y aportes que, seguramente, enriquecerán aún más cada una de las ediciones del ciclo. Intentamos así abrir las puertas de nuestra industria a todo un país ávido de información veraz y esclarecedora. Todos los aquí presentes sabemos que, como mineros que somos, estamos más acostumbrados a trabajar en nuestras faenas que a mostrar como las realizamos. Sin embargo, somos conscientes de nuestro deber de crear lazos estrechos y responsables con las comunidades donde opera cada uno de los proyectos. Por eso es tan importante lograr la concreción de emprendimientos comunicacionales. A pesar de estos avances, tenemos todavía mucho trabajo por delante. El mapa de la actividad en Argentina continúa mostrándose como un reto para todos nosotros. Después de la gran satisfacción de recuperar a La Rioja como provincia minera, no podemos ser indiferentes a la aprobación de leyes en algunas provincias con un cariz netamente anti-minero. Este tipo de legislación muestra el costado vulnerable que todavía tiene el sector frente a algunos conceptos erróneos y en muchos casos ideologizados. Hoy, lamentablemente además, debemos decir que la actividad minera en algunas provincias se ve seriamente amenazada por activistas con propósitos poco claros, habiendo llegado en algunos casos a la agresión física y cuasi criminal. No podemos ni debemos permitir que grupos que ostentan un ambientalismo falaz y dogmatizado se apropien de un discurso que es bandera de nuestra actividad. Los mineros somos los primeros garantes en materia de cuidado del medio ambiente y trabajamos en nuestra industria con los estándares más elevados a nivel mundial y con una legislación específica que nos regula. La miseria es la principal causa de contaminación para el hombre. La minería tiene un discurso sólido basado en el conocimiento técnico y científico de profesionales formados en las universidades de nuestro país y es hora de pregonarlo en cada lugar donde realizamos nuestras tareas. Debemos decirlo enfáticamente: la minería responsable no contamina. Consecuentemente, crea riqueza y contribuye al bienestar de los pueblos; en especial, de aquellos que, sin minería no tienen otros recursos que les permitan superar el aislamiento y la pobreza. Estos grupos pseudos-ambientalistas no son otra cosa que representantes de intereses sectarios que se convierten así en pregoneros del subdesarrollo y de la vuelta a la sociedad pastoril, que combaten a la minería porque ésta paga sus salarios en blanco, porque tiene uno de los mejores escalafones de sueldos de la industria argentina, y porque representa, como lo hemos dicho tantas veces, la única alternativa cierta de desarrollo en las desérticas zonas próximas a nuestra frontera occidental. No es extraño entonces que, en nombre de falsas premisas ecologistas, se opongan a que se les arruine su negocio e intenten paralizar la actividad minera, relegando así a nuestros sufridos compatriotas del oeste argentino, que tienen en la minería uno de los pocos caminos de progreso personal y social posible. El hombre que gana un salario digno, paga sus impuestos y puede mantener a su familia y educar a sus hijos, deja de ser un instrumento dócil de mezquinos intereses. Debemos combatir con firmeza la propagación de slogans que, con fundamentos falaces y facilistas asocian minería con contaminación. Estos grupos con escasa y errónea información, que no podrían sostener un debate serio, prolongado y profundo, acceden a los medios de difusión y generan hechos políticos en base a argumentos que no poseen una mínima base cierta, con estadísticas falsas y con frases efectistas y carentes de sustento que crean en las poblaciones incertidumbre y temor ante el desarrollo de proyectos mineros que permitirían, de concretarse, mejorar sustancialmente el nivel y la calidad de vida de los pueblos aledaños. Una nueva prueba de esta afirmación es la reciente difusión de los resultados de una pericia técnica ordenada por el Juez federal de la Provincia de Catamarca, realizada por peritos oficiales para determinar la existencia o no de contaminación en la cuenca del río Vis Vis supuestamente provocada por el proyecto minero Bajo La Alumbrera. Los resultados aludidos muestran que el medio físico natural del área de influencia del proyecto se encuentra libre de perturbación. Desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros lo diremos y repetiremos cuantas veces sea necesario. La minería es la única actividad productiva en la Argentina que tiene una ley ambiental específica que la regula y controla y todas las compañías del sector cumplen con las normas. La ley debe ser cumplida y respetada de igual modo por las empresas, en calidad de personas jurídicas, como por las personas en calidad de ciudadanos. La ley nos equipara en igualdad de oportunidades, pero también nos equipara en la obligación del respeto por el derecho. Por ello también resulta importante y muy positivo el gesto del Gobierno de la provincia de La Rioja que, frente al atropello de quienes cortaban una ruta impidiendo el normal traslado de trabajadores mineros, ordenó que la ruta fuese liberada, posibilitando así el normal desempeño de los trabajadores de la actividad. La minería es madre de industrias y sin desarrollo industrial no hay posibilidad cierta de alcanzar la prosperidad de nuestra patria. Es momento de forjar nuestra identidad minera en las entrañas sociales como el sector productivo pujante que somos. Un sector indispensable para lograr la auténtica soberanía nacional. La minería no vino a especular, vino a quedarse. Para finalizar, amigos, quiero decirles que seguiremos trabajando para seguir siendo una actividad fundante, una actividad que expande fronteras y derriba los muros de la exclusión. Esa es nuestra misión y vocación".

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