viernes, 25 de marzo de 2011

EN CHILECITO MUEREN BEBES POR FALTA DE AMBULANCIAS Y NEGLIGENCIA DE FUNCIONARIOS.

Lo denunció la médica pediatra Marcela Soria Martínez, Jefa del Servicio de pediatría del hospital ‘Herrera Motta’, según publica el Diario de Chilecito en su edición de este viernes. Tras criticar en durísimos términos al actual ministro de Salud de la provincia, Juan Carlos Vergara, la profesional le puso su renuncia a disposición y se desconoce si fue aceptada. Pormenores.

Dice textualmente el articulo del Diario de Chilecito:
Dos recién nacidos fallecieron en el hospital local. No sabemos por qué razón, la mala noticia pasó desapercibida en los medios provinciales cuando no es un hecho menor la falta de políticas de salud y de especialistas médicos en el interior. El poder tiene esas cosas: nadie se hace cargo de la desgracia ajena, sin embargo, la vida de dos pequeños se perdieron mientras esperan la ambulancia que venía de la capital, porque Chilecito –aparte de todo lo que le falta- también carece de una unidad de neonatología especializada. Dos vidas se apagaron justo en el mismo momento que se encendían. Esta vez la buena voluntad de los médicos chileciteños no alcanzó, como no alcanzaron las explicaciones de las autoridades de Salud para justificar tamaña desgracia. Esta no es una nota más, es un lamento porque como padres que somos, ni siquiera podemos imaginarnos pasar por el dolor de esos padres que confiaron la salud de sus hijos a un sistema que dista mucho de ser aunque sea regular. Esta es la crónica de dos desgracias que podían haberse evitado si nuestros gobernantes invirtieran para que no sucedan estas negligencias.


Carta de la médica pediatra Marcela Soria Martínez, Jefa del Servicio de pediatría:
Morir, esperando la ambulancia - Chilecito ,11 de marzo de 2011

“El día 8 del corriente mes y estando de guardia en el hospital de Chilecito, a cargo de los servicios de pediatría y neonatología; junto con el Dr. Sergio Julio, nos ocurrió una desgracia totalmente evitable si nuestro Ministro de Salud no fuera tan tozudo y entendiera que no se disminuye la mortalidad mandando ambulancias especializadas, sino mejorando o jerarquizando el único servicio de neonatología que queda en la provincia después del hospital Vera Barros, ya que no toda la gente tiene acceso a la capital.

A las 8 de la mañana reviso un paciente de neonatología, teniendo 5 internados en el servicio. Este recién nacido, de apellido Ruiz, era el más delicado ya que había convulsionado y sus laboratorios iban empeorando. No me gustó la evolución del mismo y decidí derivarlo a La Rioja, para su mejor atención. Como la postura de nuestro Ministro es que en Chilecito no estamos capacitados para tratar ni trasladar pacientes en riesgo, es que me veo obligada a comunicarme con el director del hospital, quien me dice que debo hacerlo con la jefa de zona y ella se comunica con la Dra. Maricel Paredes, siendo las 12 del medio día, 4 horas después de comenzar mi derivación. Dicha colega me comunica que vendrá la ambulancia (desde La Rioja) con la terapista neonatal. Mi primer error fue no preguntar a qué hora llegaría.

A las 13 horas nace en el servicio de obstetricia un bebé de apellido Macías de 700 grs. de un embarazo no controlado, pero con ganas de vivir y para mantenerlo con vida tuve que ventilarlo con bolsa, ya que vergonzosamente no tengo respirador, durante 4 horas hasta que aparece la terapista neonatal, con su ambulancia, también sin respirador. Decide compensar al prematuro para poder llevarlo. Como el recién nacido Ruiz paciente por el que habíamos pedido la ambulancia hace ya 6 horas estaba aparentemente compensado no lo revisa ni lee la carpeta, decidimos derivar al prematuro en la incubadora y el otro en brazos de su madre, porque no calzaban las dos incubadoras, aparte, sólo había 1 boca de oxígeno.

A las 18 horas decide salir, 6 horas después del primer pedido de ambulancia, pero a las pocas cuadras del hospital se pone muy mal el recién nacido Ruiz que iba en brazos de su madre y deciden volver al hospital. Yo ya me encontraba en el servicio de pediatría y sin avisarme, ni consultarme, ni ayudarme a compensarlo, deciden dejar al paciente que habían venido a buscar, y en muy grave estado.

Comienzo a intentar compensarlo y decido mandarlo en la ambulancia del 107, pero me llama el Dr. Escriva preguntando por el estado del bebé, y me dice que no me arriesgue a mandarlo con un médico clínico, y que espere a que la ambulancia que acaba de salir (hacia La Rioja) con la terapista neonatal, volviera de La Rioja.

Me quiero revelar, porque mi paciente está muy grave y me dicen que NO. Intercede el Sr. Enrique Molina que había sido llamado por la familia y habla con nuestro Ministro el Dr. Vergara, y me pasa el teléfono, cuando trato de decirle que el estado del paciente era CRITICO, y por lo tanto no podía esperar, “sutilmente” me amenaza, diciéndome que si lo mandaba, YO era la responsable si le pasaba algo. Por no tener ni ambulancia equipada ni médicos terapistas neonatales.

En ese momento en el hospital estábamos: los médicos de guardia, la jefa de Zona, el director del hospital, y el Sr. Enrique Molina. Se decide esperar, mientras me dan por teléfono todas las indicaciones para que sobreviva hasta que llegue la ambulancia equipada con la médica especializada.

Es un avergüenza que si durante 20 años hicimos derivaciones solas como Dios nos ayudaba, ahora no podíamos salir porque nuestro Ministro dice que no estábamos capacitados.

Es una lástima, porque nuestro pequeño paciente que tenía sólo 23 días de vida y un peso superior a los 3 kg, no aguantó las indicaciones telefónicas del Dr. Fuentes de La Rioja y luego de 12 horas de lucha por su vida, bajó los brazos y murió a las 23:20 horas sin especialistas, sin una neonatología equipada, etc. etc…

La ambulancia llegó a las 0 hs. cuando ya no teníamos paciente, sólo mucha bronca, impotencia y dolor porque se me murieron algunos pacientes en 20 años de médica, pero ninguno esperando la ambulancia.

Y ahora me pregunto: ¿así pretende Sr. Gobernador, su Ministro de Salud, disminuir la mortalidad infantil?, se niega a jerarquizar nuestro servicio que es el único, después del Vera Barros y que necesita pocas cosas: 2 neonatólogos, respirador y capacitar en el terreno al personal quien en forma heróica defiende desde el interior de la provincia la salud de todos los que no queremos tener que llegar a La Rioja, para que nos salven la vida. A disposición del Ministro puse mi renuncia al cargo, teniendo la plena seguridad de que esta forma NO se disminuye la mortalidad infantil ni neonatal. Y defendiendo la salud que hacemos todos los días los médicos del interior”.

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