Se ve perdido y sin falta de compromiso de algunos funcionarios. Lo exponen en forma permanente al gobernador y hay señales concretas como en Villa Mazán o con las denuncias por las aspas. Nunca llegó tanto dinero y ya desde la Nación avisan que todo debe estar basado en políticas para la gente. Una mamá mira al cielo y escucha, mientras prepara la mesa para servir lo poco que tiene. El ruido es cada vez más cerca y retumba en los techos de chapa de las casas del barrio. Viene desde el sur y hace otra vez la misma ruta: es el helicóptero oficial. Más tarde saldrá nuevamente para despertar a los más remolones, cuyas chapas dan el aviso que allí va. Pasa por lo menos tres o cuatro veces por semana, ya que el helipuerto está detrás de la escuela de Policía y hace que el helicóptero que lleva a las autoridades tenga el mismo recorrido. Por eso, los vecinos de esa mamá también lo conocen, que la realidad se mira desde el cielo. Mientras que los miércoles por la mañana, ya no será el helicóptero sino será un moderno avión, también del Estado y que no es el mismo que utilizaba Ángel Maza, cuyo ruido repercutirá en los techos de chapa de los barrios cercanos al aeropuerto. Y otra vez la realidad se verá desde el cielo. Y el paso del tiempo hace que todo se mire desde el cielo, es decir lo macro y no lo micro. Por ese motivo, siguen las señales de alerta, que son fáciles de solucionar y que esta semana fueron muy llamativas. El enojo de los vecinos de Villa Mazán en la entrega de viviendas, es similar a los padres de los alumnos de la escuela Telechea. Ya las quejas tienen un solo objetivo: el propio gobernador. Ya aquí no hay ministros, ni secretarios y en el primer caso, intendente. Que en lo que debería haber sido una fiesta se haya transformado en una salida forzosa entre improperios y hasta empujones, se debe descifrar. Gustavo Minuzzi no puede seguir haciendo campeonatos de motos en los arenales de Arauco, mientras lleva a Luis Beder Herrera a entregar viviendas sin servicios (agua, luz o cloacas) y hasta haber primado el dedo a la hora de la selección. O también que ya sea la tercera empresa que pase por el hospital de Aimogasta, ya que no se puede finalizar la obra. Un papelón. No puede salir un funcionario a negar la existencia de un cementerio de aspas y al otro día, por la repercusión mediática, se siente en Canal 9 al decir que todo es verdad, aunque a los riojanos no les cuesta un peso, pese que los recursos son nacionales, que de una u otra forma también cuestan. La negación sin sustento siempre lleva que ya no golpea a Fernando Cárbel, como titular del Parque Eólico Arauco, sino al propio gobernador, como sucedió en Villa Mazán con las casas. O como sucedió con Jorge Yoma que dijo que se había acabado la Promoción Industrial y después salió a decir que lo dijo, pero no era para tapa de diario. Una locura para un hombre que es representante de todos los riojanos, que por allí quiso decir la verdad, pero la circunstancia lo llevó a aclarar algo solo aquí, ya que en Mendoza como en el resto del país, quedó claro que la política del ´90 no se extiende. Mientras se pide a la Nación el financiamiento de un plan ambicioso de obra pública para reactivar la economía, a horas que se conoció el cementerio de aspas, las dudas que están vivas sobre las SAPEM. Hay como una dejadez ya no hacia el gobierno sino a quien conduce los destinos de la provincia, que debe gobernar hasta el 2015, o sea faltan tres años más. Así se lo expone en forma permanente como aconteció con los PIL municipales, ya que la Nación le dirá a la provincia que se haga cargo debido que muchos de esos funcionarios no leen a la Presidenta, que ha dicho que este año se dignificará a la gente. Quien la leyó a Cristina Fernández de Kirchner fue el diputado Carlos Luna, al advertir una gran cantidad de trabajadores en la administración pública de La Rioja que se encuentran en una situación laboral precarizada. Por este motivo, hizo un pedido de informe para conocer esta situación. “El Estado no puede ser el principal sostenedor del trabajo en negro”, dijo. Y sin olvidar las carpetas que prepara Ricardo Quintela para denunciar, con pruebas contundentes, una supuesta asociación ilícita y de convivencia entre dos poderes del Estado. Eso puede ser tan grave que podría provocar un paro cardíaco al poder central. Según dice el quintelismo, es una aberración que un supuesto magistrado redacte los fallos para que sean publicado antes en el diario y luego notificar a las partes. Todo eso en base a más de 200 fojas que serían presentadas en la justicia federal, pero en Capital Federal, en los mismos tribunales donde se aglutina decenas de medios para difundir las causas Boudou, Ciccone, entre otras. En eso anda el gobierno que más recursos en la historia ha recibido, pese a lo que se puede escuchar. Lo dicen las planillas del Ministerio de Economía de la Nación. Es el gobierno que más financiamiento para obra pública tiene. Viene dinero hasta para hacer estatuas o comprar vajillas. Es el gobierno que no debe pedir permiso sino solo gestión, que es cansadora es verdad, pero nada en fácil en la vida, mientras se miran sondeos con el crecimiento abismal de la imagen negativa de la Presidenta, pese a los millones que llegan. Así está el gobierno riojano, de la tierra de Carlos Menem, que primero Néstor y ahora Cristina de Kirchner, le dan lo que pide, lo que sí ya la Nación avisó esta semana, que llegue a la gente, sino puede suceder como en Santa Cruz, donde la Casa Rosada le apagó los teléfonos.
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