Una legisladora nacional preguntó en su domicilio que había para almorzar. Desde allí le contestaron que nada, ya que no estaba planificado que se quedaba en la Capital. Por eso, enfiló al restaurant El Nuevo Corral y se sorprendió especialmente por una mesa. Desde Chilecito, había viajado Gastón Millicay, sobrino del gobernador Luis Beder Herrera y titular de la Coordinación, para llegar al mismo lugar donde estaban, no Griselda Herrera, de quien se habla, sino del concejal Ernesto Pérez y su par Heber Sirerol. El ex vicegobernador Miguel Ángel Asís, hoy a cargo del Parque de la Ciudad, era el testigo presencial de la copa de gaseosa que compartían, fundamentalmente Millicay y Pérez, quien hacía solo un rato había dejado el Concejo Deliberante de la Capital. Así el clásico comedor de la vieja estación de trenes tenían a dos pesos pesados de la puja política entre el gobernador y el intendente Ricardo Quintela, quien a esa hora preparaba otra vez la valija para viajar en colectivo de larga distancia a la Capital Federal, donde se reuniría con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, por la situación de los PIL. Casi nada se sabe en qué marco se dio el encuentro entre el sobrino del gobernador y edil, familiar también del intendente. Algunos sostienen que todo fue de casualidad, ya que Pérez se dirigía al Hotel Talampaya con Sirerol, pero antes esto último le dijo que lo debía saludar a Millicay. Lo cierto que hubo sonrisas, mientras Griselda Herrera hacía llamados telefónicos para contar lo que vivía y dejar una frase elocuente: “Ya no entiendo nada”. De esa forma, el quintelismo y el bederismo avanzan no a un acuerdo político sino a una convivencia política, ya que la pelea le hace daño a los dos bandos. Por ese motivo, el sector de Quintela siguió la sugerencia del gobernador para reforzar la campaña de afiliación masiva de cara a las internas del PJ. El quintelismo tiene 10 mil fichas de afiliación, que deben ser por duplicado y con el DNI, para que sean estudiadas por la justicia electoral, quien avalará la afiliación en el justicialismo. Y quien ya transmite su oposición al acercamiento es Néstor Bosetti, ministro de Infraestructura y diputado en uso de licencia, quien en la noche del lunes se llegó a la Residencia para participar de una reunión de la mesa Capital del bederismo e hizo saber sus molestias. Ya se dio el último lunes feriado una reunión entre el viceintendente Armando Molina y el secretario de Tierras Ariel Puy Soria, quienes entre mate y mate compartieron que se debe profesar una convivencia o entendimiento político, ya que los dos están bajo la misma bandera que es de la del PJ. En la semana que le dedicó Quintela a Capital Federal, el kirchnerismo puro también comprendió lo mismo en pedir la unidad de todos los sectores y en este caso en La Rioja, ya que afecta al oficialismo territorial. Cristina Fernández necesita de todos si pretende otro mandato, previo a una reforma constitucional.
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