Lo celebró con las autoridades de la Universidad Nacional encabezadas por el rector Fabián Calderón, el vice José Gaspanello y demás autoridades universitarias. En la ocasión se entregó equipamiento informático que resulta un gran anhelo dela comunidad educativa local.El sábado 17 de mayo, con motivo de celebrar el primer año de vida de la Delegación Universitaria ubicada en la localidad de Vinchina, la Universidad Nacional de La Rioja realizó una emotiva ceremonia en las instalaciones de la mencionada Unidad Académica.El acto contó con la participación del rector de la Casa de Altos Estudios, Fabián Calderón; el vicerrector, José Gaspanello; el decano del departamento de Ciencias Exactas, Alejandro Álvarez, el secretario académico del departamento de Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas, Rodrigo Torres; y la delegada deVinchina, Susana Orellana, entre otras autoridades.El rector de la UNLaR dirigió unas palabras alusivas y al respecto expresó: “estamos convencidos que esta es la verdadera universidad, la que entra en dialogo con su comunidad”. Además, resaltó que la universidad ha tomado la decisión profunda de avanzar en la consolidación de las relaciones con la comunidad y que son estas las que permiten el crecimiento de toda la población riojana.“Estar celebrando el primer aniversario de esta delegación es un verdadero acto de justicia social, democracia y de garantizar los derechos a nuestra población, para que esta Casa de Altos Estudios se constituya en un espacio de oportunidades”, afirmó Calderón.Por su parte, Susana Orellana –quien asumió el cargo de delegada hace un mes- indicó que la creación de la delegación universitaria despertó un gran interés en los jóvenes y adultos de Vinchina. “Este es un día muy especial para todos y nuestro compromiso es seguir trabajando para que esta delegación siga creciendo”, dijo emocionada la novel funcionaria.La Delegación Universitaria presenta una oferta académica de tres tecnicaturas (Comunicación Social para el Desarrollo, Guía Turístico e Informática Básica Aplicada), cuenta con un total de 50 estudiantes y su edificio se encuentra ubicado en plena zona céntrica de dicha localidad (frente a la plaza principal).Cabe destacar que la infraestructura edilicia fue ejecutada con la colaboración de la Municipalidad de Vinchina, quien ha acompañado constantemente el crecimiento y funcionamiento de la delegación. En tanto, el jefe comunal, Pedro Carrizo, y el diputado Ariel Oviedo, coincidieron en remarcar su compromiso en continuar apoyando a la delegación. “Es una gran posibilidad de crecimiento profesional para nuestra comunidad y también un hecho de inclusión social muy significativo”, sostuvo el Intendente.
Relato de alumnos:
Cindi Páez, es no vidente y viaja cada semana desde Villa Unión para cursar el segundo año de la Tecnicatura en Comunicación Social para el Desarrollo. Su discapacidad no le impide estudiar, sino todo lo contrario: “Estudiar es superarme a mí misma, es buscar nuevos horizontes y cosas nuevas para aprender. Estoy aprendiendo mucho”, dijo la estudiante.
Joel Carpio, tiene 23 años y también cursa la Tecnicatura en Comunicación Social para el Desarrollo. Joel presenta una discapacidad motriz y al igual que Cindi su discapacidad no significa un obstáculo para estudiar. El joven comenzó sus estudios en Villa Unión, pero ahora que existe una delegación en su pueblo natal decidió empezar sus estudios en Vinchina y sueña con ser comunicador social en su querida localidad.
Andrea, es madre de familia, trabaja por la mañana y a la tarde cursa la Tecnicatura en Comunicación Social. “Es mucho sacrificio poder continuar los estudios, ya que a veces descuido mi familia. Sin embargo, quiero superarme y lo estoy haciendo porque la delegación está en mi pueblo”, indicó.
Cesar Penco, es estudiante de la tecnicatura en Informática. “Hace 20 años que trabajo en el rubro y he perdido varios trabajos por no tener un título”, explicó Cesar. A su vez, expresó que está estudiando para ponerle sello a lo que sabe y ampliar el conocimiento.
Walter Villalobos, tiene la particularidad de estudiar la Tecnicatura en Guía Turístico junto con su esposa. “Queremos seguir ampliando nuestros conocimientos. Tengo 39 años, soy padre de familia y estudiar se complica. Pero aprovechamos que la delegación está en nuestro pueblo”.
Adriana Arias, es esposa de Walter y reconoce que estudiar en familia cuesta, “porque las tareas familiares demandan tiempo”, añadió. Además, dijo estudiar con su esposa es de mucha ayuda, porque “repasamos los apuntes juntos”.
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