La crisis que está viviendo hoy el Radicalismo riojano no es nueva. Tampoco lo es a nivel nacional, donde a lo largo de sus 100 años, la UCR ha sufrido varias fracturas. Bien podría decirse que los meandros de la política implican también ir y venir, alejarse y acercarse, sobre todo en La Rioja, donde los apellidos y nombres propios tienen un peso exagerado a la hora de decidir rumbos. Si les exigimos a nuestros maestros y profesores que vuelvan a enseñar valores, tales como ética, dignidad, que la sociedad en su conjunto parece haber abandonado, ¿por qué no les exigimos a nuestros políticos que hagan lo mismo? Ellos deben ser y dar el ejemplo ante la gente. Sin embargo, hemos llegado al punto que se justifica con variadas razones, el aceptar la dádiva de un candidato –al que no se piensa votar- y traicionarlo votando a otro. Es la denigración de la dignidad, de la libertad. Porque no puede haber libertad sin dignidad. La crisis que está viviendo hoy el Radicalismo riojano no es nueva. Tampoco lo es a nivel nacional, donde a lo largo de sus 100 años, la UCR ha sufrido varias fracturas. Bien podría decirse que los meandros de la política implican también ir y venir, alejarse y acercarse, sobre todo en La Rioja, donde los apellidos y nombres propios tienen un peso exagerado a la hora de decidir rumbos. Precisamente estas "pequeñas mezquindades personales" de la dirigencia radical, al decir de Ricardo Mercado Luna, ya vienen marcado muchas decisiones importantes de la UCR riojana. Ya el ex gobernador Bernabé Arnaudo había logrado que el abogado radical José Omar Vega Aciar fuese su ministro de Educación; luego el ex gobernador Ángel Maza también tentó y se llevó dirigentes tales como Alejandro Buso, cuya madre era uno de los baluartes del partido o al abogado Santiago Ríos como Defensor General. Más recientemente, Beder Herrera logró el concurso de Gastón Mercado Luna, que pasó de ser el diputado nacional radical que investigó la denominada Mafia del Oro, a Fiscal de Estado y virtual operador político del bederismo. También Beder logró convencer al radical José Luis Bellia –hombre con llegada directa a la conducción nacional de la UCR- para que le administre y conduzca su buque insignia productivo, como es Agroandina. Ahora Guillermo Galván, ex presidente de la JR nacional y de honda raigambre radical, prepara un frente electoral, que seguramente integrarán fuerzas bederistas y que casi obviamente terminarán votando la reelección del gobernador. Hoy, la visión sobre el gobierno de Beder y sobre el mismo Beder, es el factor de la discordia. Pero no es difícil predecir que esto terminará en la escisión de Galván y sus seguidores para formar un nuevo partido, al igual que lo hizo Gastón Mercado Luna. Es sólo cuestión de tiempo y oportunidad. El virus no sólo afecta a Capital sino también se ha extendido a otros departamentos. Teniendo en cuenta la historia del radicalismo, los máximos dirigentes partidarios debieron haber previsto esto. Tal vez fuese inevitable por aquello de los apellidos, pero parece que los esfuerzos por mantener la unidad, de lograr los consensos necesarios, hace mucho tiempo que no dan resultados o que son ineficaces. El Radicalismo vive intensamente en sus instituciones internas, pero las escisiones no contribuyen a su engrandecimiento y lo que es peor: provoca el desencanto de la ciudadanía y le retacea la expectativa de contar con una oposición, firme, seria, responsable de sus actos y dichos, oposición que es vital para la oxigenación del sistema democrático. Es cierto que el justicialismo gobernante en la provincia desde 1983, es el responsable político-ideológico de los vaivenes de La Rioja. Pero apelando a un pragmatismo inigualable, va desde una derecha casi declarada que encarnó Carlos Menem hasta el eufemístico progresismo del kirchnerismo. Todo ello por pelear o mantener el poder… justicialista. Eso incluye hasta las telarañas tendidas por el bederismo –y alentadas por Beder– con las que enredó a dirigentes del radicalismo. No quiere decir esto que el radicalismo deba concurrir a las mismas armas, pero es necesario que busquen los caminos que lo lleven a mostrarse como opción de cambio, aunque sea atravesando el desierto bíblico. Sólo así podrán ganar la simpatía de la ciudadanía y el respeto del oficialismo gobernante. De todas formas para conocer nombres concretos habrá que esperar por lo menos hasta la semana próxima, cuando el mazismo y el martinismo dicen que van a decir, valga la redundancia. Y tal vez, Guillermo también. A lo mejor Quintela. En el interior las aguas se van dividiendo más claramente. La novedad de que Nicolás Martínez lanzó su candidatura a intendente de Arauco, contra la reelección de Minuzzi, dejando de lado la "gobernación" duhaldista. ¿Qué candidato a gobernador llevará su boleta? En Chilecito, Beder le adosó su sobrino a Rejal, según lo acordado con éste, para enfrentar a Fonzalida. (Beder sueña con obtener el 75% de los votos en toda la provincia) ¿Y el candidato radical allí, que supuestamente va a captar el voto antiminero, dónde está?.
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