El escultor, Antonio Nicolás Carrizo, destacó, en el marco de la inauguración de su obra Cristo Redentor ubicado en el cerro “El Portezuelo”, de la ciudad de Chilecito, la emoción y grandeza de sentirse homenajeado al ver concretada, con su sacrificio, esta su expresión de arte y fe. Agradeció emocionado la posibilidad de brindarse el pueblo de Chilecito y expresó su profunda satisfacción, por el marco de público y la connotación que tiene inaugurar esta obra el Domingo de Gloria del cierre de las celebraciones de Pascuas. Además, agradeció al gobernador por materializar y promover este “regalo”, para el pueblo chileciteño y riojano. Carrizo, "Pocho" como lo conocen, es un artista de renombre. Entre sus obras se pueden mencionar al Peón Viñador de Anguinán, Héroes de Malvinas del barrio Rincón en Chilecito, Sagrada Familia y Cristo Redentor, en Olta, el San Nicolás de Bari y los murales de las iglesias Santo Domingo y Facundo Quiroga, en la ciudad Capital. El escultor notablemente emocionado, dejó sus palabras al momento de la inauguración de la imponente obra. "Hemos soñado muchas veces con inaugurarlo, pero hemos dejado todo en manos de Dios. Las cosas suceden por algo y se ha previsto todo este decorado para dar el marco a este momento tan especial, como es la resurrección de Cristo, y justamente, un Cristo resucitado". También informó sobre los detalles y los sucesos que conformaron el origen de esta idea. "La idea fue del gobernador Beder Herrera, un día me convocó y comenzamos las primeras conversaciones para realizarla. Me dijo que tenía muchas ganas de hacer un Cristo para el pueblo de Chilecito y me pidió que hiciera una maqueta donde le muestre las posibilidades de la obra". Al ser consultado sobre la significación de Jesús de brazos abiertos, Carrizo indicó que muestra la apertura y la contención de toda la fe a través de un abrazo de hermanos. "En realidad es un Cristo vivo; un Cristo resucitado. El abrazo significa muchas cosas, el abrazo de un amigo, de un hermano; esto significa lo mismo, un gran abrazo pueblo de Chilecito, a La Rioja, Argentina y al mundo entero". "Espero que Chilecito reciba a esta obra con mucha emoción, por el clima de la resurrección Cristo, y todo lo que se está viviendo, da la pauta del cúmulo de fe que tenemos. Pienso que lo van a recibir con mucho placer", señaló, momentos antes de la inauguración. El escultor acaba de llegar de Fiambalá la provincia de Catamarca, donde realizó la obra del "Cristo del Medanito" y participó de la inauguración de un vía crucis de 800 metros que atraviesa la montaña. Esta obra conjugó elementos muy arraigados con la idiosincrasia riojana y con un marco paisajístico insuperable. Se basa en tres ejes: el primero en la montaña, el segundo los pueblos originarios, y el tercero, las guardas y dibujos Diaguitas. El primer eje se ancla en la montaña: símbolo representativo de todo el departamento. Los cerros rodean a la ciudad y forman parte de su historia. Allí se desarrollaron las primeras culturas y a partir de ellas, se sucedió la vida en comunidad. En cuanto al originario, esas razas milenarias, adoptaron y se adaptaron a este suelo legando su cultura y su fe. Ellos representaban su lenguaje con motivos y guardas que poseen un gran significado tanto para esas culturas, como para cada elemento presente en las representaciones contemporáneas. Las guardas y dibujos, nos hacen recordar a las creaciones ornamentales de los Diaguitas, e Incas, constituyendo tal vez, sus primeras formas de expresión de lo complejo de su lenguaje, pasando de representaciones simbólicas que mostraban sus ideas, a figuras que comunicaban su devoción, sus creencias, sus tradiciones y esencialmente, sus rasgos culturales. El Cristo del Portezuelo queda inaugurado justamente, el domingo de gloria, con los brazos abiertos, resucitado. Le brinda, además, la oportunidad a todo el pueblo riojano de reencontrarse con su fe y de mostrar el verdadero valor de sus creencias.
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