Al leer estas líneas pasará seguramente por alguna mente fría que es imposible, pero es La Rioja. La pelea por los recursos para el municipio ha provocado que se desatienda las necesidades básicas de los capitalinos y también de quienes ponen su rostro para defender un proyecto. Si se lo mira políticamente pasa por el propio Palacio Municipal, como por el Concejo Deliberante. Allí aparece Néstor Bosetti, que se excluyó de la puja entre la Capital y la Provincia, lo que no significa que no haya un trabajo subterráneo. Cuando solo falta el famoso “Ok” de la Blackberry más deseada, como la del Gobernador, el ministro de Infraestructura ha hecho “migas” con sectores que trabajan o han trabajado por el Proyecto Q. Por eso, está latente la preocupación Q porque además de no desconocer que el Gobierno provincial impulsará un municipio paralelo, por lo menos, así se ha movido la política moderna, lo más grave que se podría producir con propios aliados ultraquintelistas. En las mesas de café varios se preguntaron los por qué de Bosetti con las cocinas comunitarias u otras cuestiones sociales en la Capital cuando estaban más allá de sus facultades como ministro y las respuestas comienzan a surgir, ya que con un Ricardo Quintela como líder de la oposición, lo va a llevar a recorrer la provincia y así desatender los problemas capitalinos, por lo cual el senador suplente de Carlos Menem ya se ve con el título de jefe comunal. Pasar en las tardes por la calle San Martín donde se levanta el edificio del Ministerio de Infraestructura se puede ver a dirigentes que poco o nada tienen que ver con el bederismo, pero allí están a la espera de una audiencia. Aunque Bosetti debe ser el funcionario mas envidiado de la estructura de Luis Beder Herrera, va y va y sabe hacerlo con prensa, a través de la difusión de sus actos de Gobierno. O sea la gente conoce lo que hace y los dirigentes también. Por este motivo, muchos que estaban del otro lado del río han comenzado a saltar el charco, sin difusión todavía, pero habría grandes golpes de escena. En la guerra declarada por el quintelismo pocos han analizado que el sector del Gobernador no ha movido ni una ficha en el gran tablero del ajedrez político. Solo puso punto muerto con el desfile cívico militar al suspenderlo y desató una serie de divergencias entre el sector de Quintela y los ambientalistas, que le dijeron que no estarán en la Plaza 25 de Mayo, en la mañana del domingo. Ahora con paso de tortuga, el bederismo ha comenzado a trabajar políticamente el conflicto, ya que sin recursos genuinos el Municipio no puede hacer política o mantener la estructura, salvo los fieles de siempre, y ya empieza a enviar mensajes que está dispuesto a perdonar todos los pecados y recibirlos dentro de la estructura que lidera el mandatario provincial. Una de las formas podría ser a través de la Casa de Todos, sede del PJ, donde el gobernador ha decidido reactivarlo y bajo esas banderas, algunos dirigentes de peso, como así también concejales, darían muestra que en el bederismo los hace sentir a gusto. Por eso, serán días cruciales los que comienzan a darse con un Bosetti, diputado en uso de licencia, que se valdrá del juego de la política, para cumplir otra de sus aspiraciones políticas: ser intendente, pero a través del voto popular.
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