El plan oficial es lograr que Cristina saque en los comicios de medio término del año próximo, como mínimo, el 45 por ciento de los votos. En eso trabajará el kirchnerismo, con la idea de tener amarrada la posibilidad de reformar la Constitución. Ella no da definiciones sobre la posibilidad de volver a presentarse. "Ni sí ni no", contesta un ministro nacional. Será el candidato que elija Cristina Kirchner. No hay plan B. Entre las pocas definiciones políticas que la Presidenta deja trascender, hay una que se repite en las últimas horas, ya como una orden a divulgar: Daniel Scioli no será el heredero del proyecto político del kirchnerismo . Definida la candidatura del gobernador bonaerense, que el sábado pasado anticipó que quiere postularse para suceder a Cristina Kirchner en 2015 si ella no intenta una reforma de la Constitución, en el kirchnerismo comenzaron a reacomodarse intempestivamente ante la disputa adelantada dentro del peronismo. La Presidenta habla poco de política y con muy escasos colaboradores. Pero entre los hombres que la circundan ya se habla de las alternativas para mantener a salvo el proyecto político del oficialismo. Para el Gobierno, Scioli no representa al kirchnerismo y la jefa del Estado no le regalará a él todo lo hecho. El plan oficial es lograr que Cristina saque en los comicios de medio término del año próximo, como mínimo, el 45 por ciento de los votos. En eso trabajará el kirchnerismo, con la idea de tener amarrada la posibilidad de reformar la Constitución. Ella no da definiciones sobre la posibilidad de volver a presentarse. "Ni sí ni no", contesta un ministro nacional ante la consulta de La Nación. Lo mismo cuentan cerca de Scioli. El gobernador sostuvo públicamente que él había hablado del tema con la Presidenta, y que le había prometido que si ella deseaba quedarse en el poder, él daría un paso al costado. "Cristina no le respondió nada", contaron desde el sciolismo. Un santacruceño del riñón más íntimo de la Presidenta da dos opciones de sucesión, con un mismo apellido: Alicia o Máximo Kirchner. "¿Qué otro puede representar el proyecto que no sean ellos dos?", refuerza en su análisis. La idea de arrasar en 2013 es clave no sólo para una eventual reforma constitucional, sino para mantener a Cristina como la gran electora dos años después. La ministra de Desarrollo Social es la versión más fuerte, que se probaría en legislativas de 2013. En cada despacho de la Casa Rosada, donde descansan todas las semanas las encuestas de opinión pública, la hermana de Néstor Kirchner pasó a integrar el pelotón de funcionarios al que se le mide el conocimiento general en la sociedad. "Alicia sorprende, sobre todo en el conurbano", cuenta un funcionario que sigue de cerca cada dato de la provincia. Máximo viene más rezagado. Hasta ahora, nunca participó de un acto público en el que se le escuchara la voz, aunque hizo su debut más destacado el 27 de abril pasado, en la cancha de Vélez. "Ese acto fue armado para mostrar a Máximo", repiten en la Casa Rosada los conocedores de los guiños que suele dar la Presidenta. El hijo de Cristina ya no es el mismo que se rehusaba a involucrarse en la política grande. Vive la mitad de la semana en Olivos, el resto en Río Gallegos, y fiel al estilo de su padre, tiene el vicio de controlar todo. Un dirigente que charló con él hace dos semanas lo vio en acción. Con una iPad en la mano, recorría de arriba abajo los números de la economía, mostrando cómo habían aumentado las exportaciones. También habló en esa charla informal de los pasos futuros del Gobierno. Contó que la Presidenta mantendrá el cerrojo a las importaciones al menos hasta la segunda mitad del año, cuando pasen los más fuertes vencimientos de deuda. El dirigente que lo escuchaba se sorprendió de verlo al tanto de cada detalle de la gestión. Quienes lo frecuentan sostienen que ya no se ocupa sólo de La Cámpora, sino que se mete en cuestiones económicas. Una primera pista de las intenciones de Máximo se podrá dilucidar más a fondo cuando salga, en los últimos meses del año, el libro de la periodista Sandra Russo sobre la agrupación juvenil, en el que, se espera, el mayor de los hijos de la Presidenta dé por primera vez una entrevista. En la estrategia de trazo aún grueso que arma el Gobierno, nació con fuerza la posibilidad de que la Presidenta le pida a Scioli que repita las testimoniales de 2009 y vaya como candidato a diputado por la provincia. La idea la adelantó hace una semana el periodista Horacio Verbitsky. La opción de Amado Boudou para suceder a la Presidenta está frenada, a la espera de cómo le impacte al vicepresidente el caso Ciccone. Entre los gobernadores, son pocos los que se suman al grupo de presidenciables con chances de ser elegidos por Cristina. Hoy, el más cercano es el entrerriano Sergio Urribarri, de creciente influencia en la jefa del Estado desde que aportó el nombre de Miguel Galuccio para presidir YPF. Sólo a él lo subió al Tango 01 el miércoles para llevarlo a Angola. Al tucumano José Alperovich y al sanjuanino José Luis Gioja los mandó con Guillermo Moreno en otro avión.
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