lunes, 21 de mayo de 2012

TINEO: “EL PROBLEMA NO ES LA CANTIDAD DE AGUA, SINO SU BUEN APROVECHAMIENTO".

EL Valle de Famatina requiere de una racionalización en la explotación ya que “se dispone de agua para todo el valle y otras explotaciones productivas, entre ellas la minería”, evaluó el especialista en hidrología Alfredo Tineo en su reciente visita a La Rioja. Reflexionó también que “el problema no es el agua, sino como se aprovecha el recurso hídrico existente y además el reciclado o tratamiento posterior a la explotación, cuya actividad es totalmente controlable”. Compartió además la posición del gobierno riojano de integrar a los controles ambientales a distintos sectores, entre ellos profesionales, instituciones y asambleístas”. Tineo, es geólogo especialista en hidrología (estudios y seguimiento en aguas subterráneas), con vasta experiencia en La Rioja, llegó invitado por la subsecretaria de Ciencia y tecnología para participar de distintas exposiciones sobre el uso del agua en la minería, en el marco de la campaña de esclarecimiento que lleva a cabo el Gobierno de la Provincia Hasta hace dos años atrás, Tineo fue profesor titular de Hidrología en la Universidad Nacional de Tucumán y además se desempeñó como investigador en el CONICET (Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), habiéndose dedicado siempre a la temática agua. El especialista sostuvo que “el tema del agua, no solo por su empleo en la actividad minera es motivo de interés en los últimos tiempos, sino además porque es un elemento fundamental en el mundo para la concreción de cualquier emprendimiento”. Repasó que en el año 1967 llegó a La Rioja para trabajar en un proyecto que dio inició a lo que en ese momento se denominó Aguas Subterráneas, dependiente de la Secretaría de Obras Públicas. Reseñó además que “a través de las perforaciones que realizó aquel organismo se permitía obtener información necesaria para evaluar los recursos hídricos de la provincia”. Tineo también participó desde la actividad privada en varios emprendimientos que se hicieron hace varios en la Colonia Frutihortícola de la capital, en Bañado de Los Pantanos, en el Valle Antinaco Los Colorados, en Vichigasta, en la Colonia de Machigasta. Precisó que tuvo una experiencia muy interesante al participar en un proyecto para evaluar los recursos hídricos en el Valle Antinaco Los Colorados. Allí se hicieron tres perforaciones, de poco más de 600 metros, quizás las más profundas que hay en La Rioja para la búsqueda de agua. Están localizadas en Nonogasta, otra en el norte de Chilecito (próxima a Tilimuqui) y otra cerca de Pituil. Sobre la realidad hídrica de la provincia informó que también tuvo la oportunidad de “participar desde la Universidad de Tucumán junto con profesionales de una universidad de Alemania en la elaboración de un proyecto conjunto y que dio origen al libro denominado “Geología de la Sierra de Famatina”. Amplió Tineo que tuvo a su cargo “la investigación e información sobre el capitulo de agua, recabando datos sobre todo de las capas subterráneas en los valles de la zona, desde Vinchina hasta Villa Unión, incluyendo el bolsón de Jagüe, y de Famatina hasta Fiambalá”. Sostuvo que esa investigación plasmada en el texto “les dio un panorama sobre la existencia de las cuencas hidrológicas, diferenciándolas unas de otras”. En el caso puntual de la zona de Famatina dijo que “es un valle bastante estrecho de unos mil metros aproximadamente en su parte más ancha y de unos 17 kilómetros de largo”. Puntualizó que “no hace mucho tiempo se hizo un estudio (aún sin publicar) en la zona, aplicando técnicas de geofísica para determinar la profundidad del sistema acuífero, para saber hasta que profundidad había niveles de agua que podían ser utilizados en el futuro”. Tineo manifestó que “hay diferentes experiencias en distintos lugares sobre el empleo del agua en emprendimientos mineros, ya que no todos los ambientes geográficos son iguales, ya que algunos son áridos o casi desérticos, mientras que otros son muy húmedos con una sobrevaluaciòn de agua como en la cordillera sanjuanina, mientras que un panorama intermedio es en aquellos próximos a Bajo la Alumbrera”. En este último caso y donde Tineo tuvo oportunidad de trabajar dijo que “se hace la explotación de una cuenca que está a unos 40 kilómetros del yacimiento minero, transportando el agua a través de un acueducto”. Indicó además que “en este momento hay ocho perforaciones que brindan un caudal importante, pero que no es comparable con algunas explotaciones agrícolas que se ejecutan en la zona baja”. En este sentido mencionó que “en La Rioja también hay grandes extensiones de plantaciones con alrededor de 2.000 a 3.000 hectáreas de olivo que demandan importante cantidad de agua con idéntica cantidad de pozos”. Tineo consideró que “independientemente que se concrete o no la explotación minera en Famatina, el problema no es el agua, sino como se aprovecha el recurso hídrico existente y además el reciclado o tratamiento posterior a la explotación, cuya actividad es totalmente controlable”. Una de las tareas de la hidrología es observar y controlar que no haya sobre explotación de las cuencas hídricas, porque si no empiezan a bajar los niveles de agua en los pozos” y manifestó que “en aquellos casos en donde no hay un buen control técnico es donde se presentan problemas”. Por esta razón insistió que “son importantes los estudios previos y el seguimiento para que se haga un uso racional de las cuencas hídricas, ya sea en la explotación agrícola o cualquier otra actividad productiva”. Agregó que “toda el agua puede ser tratada y reutilizada, como lo están demostrando los procedimientos que se emplean en distintos emprendimientos en el resto del mundo” y en donde “no es una excepción en Bajo la Alumbrera, que es uno de los casos más cercanos”. El especialista manifestó que “el Valle de Famatina tiene más agua que tierras útiles para cultivo, ya que lo disponible (superficie) para fincas están limitadas por las sierras de Paimán y el borde las sierras de Famatina. Más arriba de eso no se puede cultivar. A continuación manifestó que distinta es la situación en Chile donde la superficie está limitada por la extensión territorial que dispone el país trasandino y deben recurrir a toda la tierra disponible incluso en la montaña”. Manifestó que “el valle de Famatina requiere de una racionalización en la explotación ya que se dispone de agua para todo el valle y otras explotaciones productivas, entre ellas la minería”. Sostuvo que en la actualidad “en Famatina el mayor volumen que se está empleando en la agricultura proviene de una fuente superficial como lo es el Río Amarillo, con el empleo de técnicas tradicionales como el riego por inundación y que generan mucha perdida de agua, pudiéndose utilizar una tecnología moderna, lo que redundaría en un mejor aprovechamiento, a ello agregó que “hay perforaciones que tienen menos profundidad de la aconsejable ya que obtienen el liquido de napas apenas superficiales”. Expresó que “la recarga en Famatina es muy buena no solo por el agua proveniente del Río Amarillo, que es el principal, sino además por los afluentes que provienen del faldeo Este de la montaña, los que desembocan en cauces temporarios para enriquecer los acuíferos subterráneos en el fondo del valle, por lo que hay una doble recarga, independientemente de las precipitaciones”. El especialista en hidrología también dio su punto de vista en torno a las medidas que se podrían adoptar para el control de la calidad del agua, indicando “La Rioja ha avanzando mucho en este sentido, incluso ha creado recientemente un instituto (IPALAR) que puede realizar diagnósticos serios”. Agregó que los riojanos tienen la virtud que “aquí en la ciudad hay una calidad de agua excelente, que no merece de mayores tratamientos”, para aclarar que “los problemas se presentan cuando se masifica la explotación con innumerables perforaciones y no se hace un control en cada una de ellas” y consideró que “esas medidas deben ser permanentes”, comparándolas con “el control de la tensión arterial”. Manifestó que “es muy fácil determinar cuando hay una sobre explotación del agua porque se van alterando sus calidades. Cada pozo está necesitando extraer el líquido de mayor distancia entre uno y otro, por lo que la extracción forzado hace que el agua socave los sedimentos y se vaya contaminando”, de allí que “son claves los controles periódicos para tener un explotación racional del recurso”. Tineo manifestó que en sus charlas en La Rioja la gente, tanto profesionales, como dirigentes de distintas instituciones, entre ellas ONG y particulares se interesó entre otros aspectos “por los riesgos que hay con el agua por su empleo en la minería”, pero en términos comparativos, les aclaré que “no hay industria más contaminante que la petrolera”, pero también “si se actúa bajo previsión con forestación adecuada y control permanente, atenúa considerablemente los eventuales perjuicios”. Otro de los aspectos que se plantearon fue “que en caso de concretarse la explotación minera en Famatina”, debe darse subsidiariamente “la necesidad de una explotación racional del recurso hídrico”, porque “es una cuestión razonable y así lo entiende el gobierno de la provincia”. Sostuvo también que “los controles no solo deben estar en manos de los organismos oficiales”, sino también “de la propia empresa explotadora, las organizaciones profesionales, las ONGs”, para destacar la posición asumida por la administración de Beder Herrera “en ofrecerle espacio a sectores de la oposición y de asambleístas”, ya que “se está defendiendo y protegiendo el bien común”. Otro de los puntos abordados por Alfredo Tineo fue la posibilidad de coexistencia de las explotaciones mineras con la agricultura, para poner de manifestó que “la extracción de minerales se hace en alta montaña y la producción de la tierra es en los valles”, de tal manera que “no hay inconveniente” y sostuvo además que “no hay centros poblados en alta montaña”.

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