Los dirigentes gremiales que participan junto al numeroso grupo de operarios fabriles que se congregaron ayer en el aeropuerto y luego marcharon hacia el Parque Industrial para repudiar el despido de otros 180 trabajadores, responsabilizan al Gobierno nacional de la crisis que atraviesa el sector. El secretario general del gremio del calzado, UTICRA, Saúl Carrizo, responsabilizó al Gobierno nacional y denunció que el riojano ministro de Defensa, Julio Martínez nunca los atendió y se desobligó del reclamo de los trabajadores riojanos. El secretario general de Camioneros, Jorge Reynoso, dijo que la movilización hacia el aeropuerto tenía el objetivo de “hacerle llegar este reclamo y mostrar esta realidad al ministro de Defensa, Julio Martínez y el ministro de Trabajo Jorge Triaca, pero lamentablemente no apareció ninguno de los dos”. Luego se preguntó “les habrá llegado información de esta movilización que iba a haber”, supuso frente a la decisión de los funcionarios nacionales de no venir a La Rioja. Reynoso lamentó que “la situación que van a vivir los compañeros de Chamical es tremenda. Una ciudad con tan poca población encontrarse con 120 familias en la calle es lamentable. De todas maneras, queremos decirles a todo funcionario nacional que a partir de hoy pongan un pie en esta Provincia, nosotros le vamos a hacer conocer la situación de esta y otras formas”, aseguró el referente gremial.Por su parte, el secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), Ramón Gómez, dijo que frente a las medidas que iba adoptando el Gobierno nacional “sabíamos que esto se venía y cada vez iba a ser peor. Si a nivel nacional no se trata de hacer algo para ayudar a las empresas y mantener las fuentes de trabajo, recordando que tenemos más de 7 mil puestos de trabajo en la Provincia, vamos a ver rodar más gente”, lamentó Gómez. De inmediato, expresó su preocupación porque “van a cerrar una fábrica. Ante esto, todos los gremios tenemos que agruparnos para que salvemos las fuentes de trabajo de nuestra provincia”, dijo y realizó un balance negativo, advirtiendo que de continuar “se va a poner más negativo”. Gómez consideró que “es una falta de respeto que no venga el ministro Triaca porque tendría que venir a ver la situación en la que está la provincia. Me hubiese gustado que el ministro (de Defensa de la Nación Julio) Martínez hubiese estado acá para recibirnos y hacerle saber de la situación, aunque creemos que sí la conoce”, enfatizó. El gremialista precisó que “estamos pidiendo que cambien las políticas nacionales para poder mantener las fuentes de trabajo. Estamos trabajando a un 50 por ciento, otras lo hacen a un 30 por ciento y otras están paradas. Por eso nos preocupa lo que va a pasar más adelante. Estamos a mitad del año y nos preocupa pensar cómo vamos a terminar el año”.En la misma línea, el secretario general del gremio del calzado, UTRICA, Saúl Carrizo, comentó que “la idea era manifestarse si llegaba el ministro de Trabajo para pedirle que pare con la política de ajuste y la apertura indiscriminada de las importaciones que genera despidos”. “Queríamos ponerlo en conocimiento de los más de 180 compañeros que quedaron sin trabajo en el día de ayer”, señaló.En ese marco, dijo que desde el sector gremial consideran que “esto es todo culpa de las políticas que implementó el presidente de la Nación”.Dijo que “la apertura de las importaciones fue lo que más nos perjudicó”, y expuso que “en el caso de la industria del calzado nos perjudica que la capellada está siendo importada de China con una diferencia de 12 dólares más barato que fabricarlo acá en La Rioja”.Sin embargo, “el precio del zapato sigue siendo el mismo”, por lo que “el presidente miente al decir que al abrir las importaciones va a bajar la economía. En el caso del calzado no, porque las grandes firmas no bajaron los precios”, afirmó. Carrizo hizo hincapié en el reclamo a Martínez y dio a conocer que “personalmente lo llamé para comunicarle cuando sucedió el cierre de la fábrica en Sanagasta, pero el único que me atendió dos o tres veces fue su secretario, Germán, después no me quiso atender más y me mandó a hablar con Inés Brizuela y Doria. La llamé, pero nunca me dieron una respuesta”. “Teníamos un empresario interesado en abrir esa planta, el que tenía la llave para eso era el ministro Martínez y se desobligó totalmente”, lamentó.
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